El perdón es un regalo

El perdón es un regalo que te haces a ti mismo/a y que ofreces al mundo. Tu perdón es lo que lleva a este mundo de tinieblas a la luz.

El perdón es el perfume que derrama la violeta bajo el pie que la aplastó. Mark Twain.

Cuando perdonas, eres tú quien obtiene el mayor beneficio a nivel físico, espiritual y mental.

Este beneficio puede obtenerse de manera inmediata o a medio y largo plazo desde la perspectiva de nuestra mente lineal humana.

Puede ser observable o no.

Piensa que gracias al perdón, un contratiempo puede salvarte la vida. Gracias al perdón, el tiempo y el espacio se reajustan y hay situaciones previstas que nunca ocurrirán porque ya no necesitas aprender de ellas. Tu perdón te salva.

Digamos que todas las posibilidades ya están escritas en líneas de tiempo paralelas y es gracias a tu perdón que algunas escenas dramáticas desaparecen de la película de tu vida.

Además, todo perdón conduce a la autocuración, porque toda curación es el resultado de algún tipo de perdón.

¿Quién está siendo curado, el paciente o el sanador? ¿El perdonador o el perdonado?

Ambos porque somos uno.

¿Te das cuenta de lo que el perdón hace por ti?

El perdón elimina de tu mente toda sensación de debilidad, de tensión y de fatiga. Arrasa con todo vestigio de temor, culpabilidad y dolor. Restaura en tu consciencia la invulnerabilidad y el poder que Dios le confirió a su hijo. UCDM, Un curso de milagros, (1999), pág. 111.

Perdonar es un proceso que dura toda la vida, una práctica diaria. Al entrar en el sistema de pensamiento del amor, en lugar de juzgar y condenar de manera automática, perdonas todo lo que percibes, todo lo que sucede.

El perdón es una actitud, es una práctica que te libera. En cambio, el miedo, en el que se basa el sistema de pensamiento del ego, te aprisiona.

La ley del perdón es esta: El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera. UCDM, Un curso de milagros (1999).

Perdonar lo que está ante ti ahora es el camino hacia la experimentación de la verdad, de la paz. El perdón es la vía más rápida para volver al “Cielo o Experiencia de Dios es”.

Dejemos de culpar a los otros por nuestra falta de paz.

Nuestra responsabilidad es perdonar.

Recordemos que la culpa inconsciente, el miedo y el castigo surgen de la idea de separación de la mente dividida y que el perdón nos ayuda a corregir esta percepción.

En cambio, la venganza, la condena y el castigo nos mantienen atrapados en la culpa, en el sistema de pensamiento del ego, en la rueda del Karma (acción- reacción).

El perdón es una reorientación interna, tiene que ver solo contigo, con tu transformación. Perdonar es respetar que el otro no está listo aún para volver a la luz de la verdad. Perdonar es entender que lo que sucedió (rechazo, abandono, abuso, humillación, etc.) no fue algo en contra mía/tuya sino una muestra de la relación inconsciente que el otro tiene con la divinidad, ya que ha olvidado la causa del dolor que le impulsa a actuar así. Matt Kahn, The Essence of Forgiveness, (2017).

 

Componentes de la práctica del perdón

Recuerda que estás en una proyección del ego (fruto de la mente dividida) y que eso que ves fuera te permite ver tu culpa inconsciente para liberarte de ella gracias al perdón.

 

Recuerda que eres la causa no el efecto.

Entonces no hay necesidad de que lo que ves y perdonas tenga impacto en ti. No nos afecta lo que nos sucede o lo que vemos sino lo que pensamos acerca de eso que sucede o vemos.

Perdona tanto a tus imágenes proyectadas como a ti mismo/a por haberlas soñado. Eres inocente. Todo está bien. Deja de juzgar y de condenar, deja de otorgar realidad a la proyección. Cuando le das importancia, la haces real.

Cuando sientas la tentación de acusar a alguien, no permitas que tu mente se detenga a pensar en lo que hizo esa persona, pues eso es engañarse a uno mismo. Pregúntate en cambio: «¿Me acusaría a mí mismo/a de eso?» UCDM, (1999).

 

Recuerda que todo es una expresión de amor o una petición de amor. Y esa persona que te saca de quicio está pidiendo a su manera un poco de amor.

En lugar de acusarte a ti mismo, recuerda que la llamada del otro pidiendo amor es tu llamada pidiendo amor. Deberías sentirte agradecido a los demás. Los necesitas tanto como ellos te necesitan a ti. Sin esas imágenes que ves y el milagro nunca serías capaz de encontrar el camino de salida. Esas imágenes son símbolos de lo que se haya en tu mente inconsciente, y sin ellas tu culpa inconsciente permanecería oculta de ti, y entonces no habría escape. UCDM, (1999).

 

Confía en el Espíritu Santo y elige su fuerza.

El Espíritu Santo es el traductor de las leyes divinas para aquellos que no las entienden. Tú no podrías hacer eso por tu cuenta porque:

Una mente en conflicto no puede ser fiel a un solo significado, y, por tanto, altera el significado para conservar la forma. UCDM, (1999).

El Espíritu Santo sanará la mente mayor inconsciente que está oculta y te dará su paz. La paz es el estado del Reino Celestial.

 

Perdónalo todo

Todas las oportunidades de perdonar son iguales, aunque algunas parezcan más difíciles. Los niveles o grados son una invención de la mente dividida.

🧡 Es tan importante perdonar un resfriado como perdonar una agresión física, y tan importante perdonar un insulto sutil como la muerte de un ser querido.

🧡 Perdona tus ideas de no merecimiento.

🧡 Perdona tus dudas, miedos y resistencias.

🧡 Perdona los recuerdos del pasado cuando vuelvan a ti.

🧡 Perdona a los que te juzgan porque te están reflejando tus propios juicios inconscientes.

🧡 Perdona a los que hacen daño porque no saben lo que hacen.

🧡 Ninguna ira está justificada ninguna violencia es correcta. Perdona.

🧡 Perdónate cuando critiques, te quejes o te sientas víctima.

🧡 Perdona todos los símbolos de locura reflejados fuera de ti.

🧡 Perdónalo todo.

 

Convierte el perdón y la gratitud en una práctica continua

Solo tienes que mirar a tu alrededor y/o encender las pantallas para encontrar ejemplos de lo que te saca de tu paz.  Perdónalos uno a uno, y dales las gracias por ayudarte a ver lo que de otro modo permanecería oculto e inconsciente.

¿Qué pasaría si recordaras que todos somos inocentes?

¿Qué pasaría si tratases a todas las personas con las que entras en contacto cada día como si fueran la persona que más amas? ¿Te ayudaría esto a recordar tus pensamientos de perdón?

¿Te ayudaría pensar que todo lo que sucede a tu alrededor es una expresión de amor o una petición de amor?

¿Te ayudaría pensar que estás en un sueño y que por tanto nada ha sucedido?

¿Te ayudaría recordar que eres mucho más que una forma perecedera (cuerpo-mente), eres espíritu imperecedero?

Cuando hayas perdonado, sentirás como si nada de eso que te dolía o molestaba hubiera sucedido. Estarás en paz.

Me gustaría terminar con una cita para empezar cada día con la mejor disposición:

Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que, en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor. UCDM, (1999).

 

Todos los caminos espirituales son distintos y todos llevan a Dios (fuente creadora, el absoluto o como quieras llamarle). Solo te estoy mostrando un camino. Si quieres profundizar más, te invito a leer los dos libros, citados en las referencias, de los cuales he extraído y condensado la información que comparto.

Además de leer y escribir, también practico el perdón y la gratitud cada día. Así que hablo desde mi experiencia humana. De hecho, en «El gozo de existir», el perdón es un tema recurrente.

¿Te regalas ese maravilloso obsequio llamado perdón?

🧡

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Referencias

Renard, Gary R. (2002). La desaparición del universo, (The Disappearance of the Universe) Ed. Sirio, S.A. Málaga, España.

Schucman, Helen; Wapnick, Ken. (1999) Un curso de milagros, (A Course in Miracles) Foundation for Inner Peace, Mili Valley, CA.