Ámate, vales la alegría

Ámate

Porque eres suficiente, digan lo que digan.

Porque sabes que disfrutar de la vida es la mejor manera de valorar el tiempo. Porque eso que te hace distinta y rara, te hace única, y si has nacido es por y para crear algo que solo tú puedes hacer a tu manera.

Porque te atreves.

Porque sabes que soñar es el primer paso para hacerlo realidad. Porque aprendiste a parar, a soltar y a dejar de machacarte y empezaste a amarte.

Porque cada día haces menos caso a tus complejos y te centras en tus fortalezas.

Porque desde que naciste te dijeron cómo debías ser, responder, vestir, sentir, hablar, etc., y tú te atreviste a ser tú, con todas sus consecuencias.

Porque eres la persona más importante en tu vida. Porque solo tú estás en tu piel y eres tuya y de nadie más.

Y que le den al que no sea capaz de valorarte y verte en tu grandeza. Y al que te insulte que se trague su mismo veneno. ¡Ni te acuerdes de ellos!

Porque mereces palabras sinceras, abrazos sanadores y silencios acompañantes. Porque solo por existir eres digna de amor y respeto. Por eso, y por todo lo que aún no he escrito, ámate.

Vales la alegría

Tú vales la alegría de decir lo que sientes, claro y de frente cuando lo necesites. Vales la alegría de ser lo que quieres ser sin que te importe el qué dirán. Los demás siempre tendrán algo que criticar, ¡que se miren al espejo, y se escuchen primero!

Vales la alegría de aclarar tu mente, identificar lo que quieres e ir a por ello, porque tú puedes y te lo mereces.

La alegría de aprender de tus errores. ¡Todos nos hemos caído al empezar a caminar!

¡Sí! Y celebrar tus aciertos, tus logros, tus talentos. Tú vales la alegría de sentirte suficiente, de ser tú, de acariciar tu piel, de vibrar en tu cuerpo.

Tú vales la alegría de disfrutar cariño, tiempo y atención sin mendigar a personas que solo quieren pasar el rato. Vales la alegría de estar con gente que sepa decir: me gustas, te amo, lo siento, te echo de menos, ¿qué puedo hacer por ti? Gente coherente que además de decirlo te lo demuestre con hechos. Tú vales la alegría de besos, abrazos, orgasmos y miradas que te hagan sentir muy viva/o.

Vales la alegría de cantar, bailar, pintar, esquiar, viajar, hacer el tonto, el amor o lo que te gusta y partirte de risa. La alegría de existir. Vales la alegría de comprobar que puedes liberarte de todo eso que te ata y te bloquea porque está en tu mente.

Sé que vales toda la alegría. 

Y yo también.😉

¡Quiérete, vales la alegría!

Me amo, me cuido, todo tiene sentido

¿Qué significa amarme mí misma?
Me amo, me cuido cuando me escucho.
Conecto con mi cuerpo y sus mensajes.
En las entrañas, mi instinto y sus cantares.
El corazón que salta, vibra y late.
Mi garganta que a veces calla,
y a veces canta lo que siento.
Pide aquello que necesito.

me amo y me cuidoEs amor
estar con quien quiero,
allí, en donde puedo ser más
y hacer menos.

Me amo, me cuido, me lo merezco.
Doy, comparto, respeto.
También disfruto recibir.
Me sienta bien descansar,
dejarme mimar, que me traten bien.
¡Basta ya de complacer!

Me amo cuando establezco límites para la convivencia.
Sin dominar, sin dejarme pisar.
Me amo cuando digo: «Ahora no» y «basta ya».
Sé hasta dónde puedo llegar y cuánto puedo dar.
Porque si me extralimito, me enfermo.
Por eso, conozco mis ritmos, mis ciclos y los respeto.

Como toda persona, soy digna de amor.
Me arreglo, me miro, me gusto.
Me relajo, sin tensar el cómo.
Me regalo un paseo por la playa,
un café con mis amigas,
la lectura de un libro,
un rato a solas conmigo.

Me acepto tal y como soy.
Sin exigencias, sin condiciones, sin castigos.
Soy amable y paciente conmigo.
Soy un ser completo, una semilla de posibilidades.
Y me lo creo.
Así recreo una mejor versión de mí misma.

En cualquier circunstancia, estoy en el lugar y momento preciso.
Manejo mi espacio personal y mi tiempo.
Asumo las consecuencias de mis actos.
Y cuido con cariño mis heridas.

Hago los cambios necesarios para que mi vida me guste.
Sin forzar situaciones o personas.
Voy más allá de mis miedos.
De lo más banal, a lo más trascendente,
cuando me amo, me cuido, todo tiene sentido.