Cómo identifico mi polaridad masculina (parte 2)

Dibujo a lápiz, «Hemianopsia», N.M. Parga

Todos los seres humanos somos energía con dos polaridades: femenina (vital) y masculina (creadora). Ninguna es mejor que la otra, las diferentes cualidades que realza cada extremo de la polaridad muestran funciones distintas, no jerarquías.

Partamos de esa base, aunque nos cueste separar en nuestra mente la idea de polaridad de la de cuerpo (hembra, macho, hermafrodita) y de los roles asignados por la sociedad (quién hace qué en cada momento).

La herida del patriarcado surge al limitar la polaridad femenina en cada persona de manera consciente o inconsciente. Hombres y mujeres han castrado su polaridad femenina a lo largo de los siglos.

La solución es muy distinta al enfrentamiento entre los sexos. Para lograr el equilibrio necesitamos identificar dichas polaridades dentro de nosotros y aprender a armonizarlas y a honrarlas.

En el artículo anterior nos centramos en la polaridad femenina; en éste, explicaré las características de la polaridad masculina.

Para liberarnos de las ideas preconcebidas, apliquemos las polaridades a las cosas que no tienen ni sexo ni roles.

Por ejemplo, en una taza llena de café o de té, ¿qué manifiesta su polaridad femenina y qué su polaridad femenina?

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La taza, que contiene y da estructura, manifiesta más su polaridad masculina. El café o el té manifiestan más la polaridad femenina que fluye y se adapta al contenedor.

Ahora pensemos en un terreno en el que se han sembrado semillas.

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La tierra acoge cálida, nutre en su profundidad, da vida, manifiesta su polaridad femenina. La semilla se abre, de ella salen raíces que van a penetrar la tierra y un tallo que va a desafiar la gravedad, tiene el potencial para convertirse en un árbol o en una planta que dará flores y frutos, manifiesta una polaridad masculina.

La polaridad masculina se expresa hacia fuera; la femenina, hacia dentro. Por eso, el verano y la primavera tienen mayor polaridad masculina, y el invierno y el otoño, mayor polaridad femenina.

Importante: las polaridades se están alternando todo el tiempo aunque haya una más predominante en cada ser en un momento dado.

Características de la polaridad masculina

Activa: la polaridad masculina es acción, se concentra en una tarea a la vez para mayor eficacia y rapidez. Hace, propone soluciones, toma las riendas de la situación. Realiza y materializa las ideas.

Claridad: como está enfocada, la polaridad masculina aporta claridad mental en medio de la confusión, luz a la oscuridad. Es guía y líder.

Competitiva: la polaridad masculina va del modo supervivencia al logro y de ahí a la realización. Disfruta del éxito, ya sea académico, laboral, deportivo, familiar, amoroso. Y compite para conseguir lo mejor. También se siente más cómoda cuando está en control de una situación. Al volante, por ejemplo.

Expresiva: enfocada hacia el exterior, pide lo que quiere y necesita. Pone los puntos sobre las íes. Habla su verdad y proyecta seguridad. La polaridad masculina es la que nos impulsa a decir no, a decir adiós porque no podemos tolerar que nos hagan daño o que invadan nuestro territorio.

Lineal: podríamos representarla como un faro de luz, firme y claro. Con una dirección enfocada hacia un objetivo o un propósito. Esta dirección y foco nos permite conseguir lo que nos proponemos.

Penetrante: la polaridad masculina se abre paso con su sola presencia. Es la energía que lidera, instruye, ordena. Su misión es sembrar la semilla.

Protectora y proveedora: la polaridad masculina es la fuerza que protege el hogar donde reside la ternura y el amor. Es la que sale a cazar (trabajar) y trae a casa lo necesario para la subsistencia.

¿Cuáles de estas características tienes más activas?

En desequilibrio

Cuando la polaridad masculina siente carencia o malestar busca la manera de vaciarse de emociones, obligaciones y límites. Se descarga ya sea con la meditación, un viaje o la masturbación.

La polaridad masculina sin la femenina no siente su valor, no se alimenta ni se aprecia, pasa de todo.

Si solo trabajo con mi polaridad masculina:

*Me cuesta identificar mis emociones y sentimientos y los de los demás. Me pongo la máscara. Elevo un muro invisible para distanciarme.

*Es difícil conectarme con la intuición y a falta de esa guía interna busco el norte afuera.

*Hay una mayor necesidad de reconocimiento y valoración externas lo que genera inseguridad. «Me afecta lo que los otros digan de mí».

*El desequilibrio aumenta la competencia, la ansiedad, la impaciencia, el control, la agresividad y el egoísmo.

*Aparece una necesidad neurótica de ocuparse todo el tiempo con orden y planeación. «Veo el descanso y el no hacer nada como algo negativo».

*Falta de escucha. «Hablo mucho, corto la palabra, no escucho lo que la otra persona está diciendo porque estoy pensando en lo que voy a responder. Lo peor: no soy consciente de ello». Lo que genera una gran frustración y mala comunicación.

*Y en el extremo aparecen la violencia, la dominación y la guerra. Ese miedo contra todo lo femenino, que es la vida misma, dentro y fuera de sí.

¿Has identificado algún desequilibrio en ti?

¿Qué le aporta a una mujer desarrollar su polaridad masculina?

Claridad, enfoque, decisión, valentía, acción para alcanzar los objetivos y realizar los sueños, determinación, seguridad en sí misma, capacidad para expresar sus necesidades y deseos, para decir: «sí, no, para, es suficiente, adiós, etc.»

Una mujer que honra su energía masculina siente una profunda gratitud por ese sostén, confianza y estructura interna que le permite crear y expandirse en amor y armonía.

Una mujer que honra su polaridad masculina avanza «lento y seguro», sin prisa y respetando su necesidad de descanso.

Deja de verse como víctima, deja de quejarse y de culpar a otros. Toma las riendas de su vida y se transforma. Perdona y se perdona para seguir danzando alegre y resolutiva con la vida.

Y las mujeres podemos tener una polaridad masculina muy fuerte y seguir siendo femeninas. Podemos armonizar el poder y la dirección desde nuestra naturaleza de escucha, cuidado y atención. Podemos liderar con amor y sentir cada una de nuestras curvas.

¿Qué le agradeces a tu polaridad masculina?

En el siguiente artículo veremos un paralelo entre las dos polaridades para que identifiques con mayor claridad en qué momento estás en una o en otra.

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Referencias

Francisco Fortuño, creador de hombresevolucionantes.com