Prevenir el ictus es posible

El ictus o accidente cerebrovascular es la segunda causa de muerte y la primera de invalidez de los adultos en el mundo occidental. No obstante, prevenir el ictus es posible si se conocen los síntomas y los factores de riesgo.

 

Sabías que…

Ictus es el término general de una enfermedad que presenta dos sucesos extremos:

  1. Isquemia: Infarto cerebral (80% de los casos). Una arteria cerebral queda ocluida por un trombo y una zona del mismo se queda sin riego sanguíneo.
  2. Hemorragia: Derrame cerebral (20% de los casos). Una arteria dentro del cerebro se rompe dejando salir gran cantidad de sangre y dañando el cerebro.

La mitad de los ictus se podrían evitar con hábitos saludables, afirma el portavoz de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), A. John Camm, profesor de Cardiología Clínica en el Instituto de Investigación de Ciencia Cardiovascular en la Universidad de St. George de Londres, Reino Unido.

Factores de riesgo

Aunque creamos que estamos a salvo, hay cada vez más casos. De hecho:

1 de cada 6 personas sufrirá un ictus en su vida.

Por eso, para mejorar la prevención es importante conocer los factores de riesgo:

  1. Hipertensión arterial (responsable de más de la mitad de los ictus).
  2. Diabetes.
  3. Colesterol alto.
  4. Sobrepeso.
  5. El hábito de fumar.
  6. El consumo exagerado de alcohol.
  7. Predisposición genética.
  8. Fibrilación auricular y otros trastornos cardiacos (se tratan con anticoagulantes).
  9. Edad avanzada (70 por ciento de las personas que sufren esta enfermedad son mayores de 65 años).
  10. El estrés.
  11. El consumo de píldoras anticonceptivas.
  12. La inoculación de sustancias farmacológicas «preventivas y/o experimentales», según recientes estudios (2020-2021).

Algunos factores como las anomalías hereditarias o la edad no se pueden cambiar. Sin embargo, otros como: el exceso de alcohol, el hábito de fumar, el consumo de anticonceptivos y el sedentarismo, son evitables.

Además, se pueden cuidar y modificar: la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, la fibrilación auricular, la obesidad y el estrés.

 

Síntomas

Hemianopsia: pérdida de la mitad del campo visual.

Identificar a tiempo los síntomas puede salvarte la vida. Presta atención:

  1. En general, la persona siente mucho dolor de cabeza, un dolor muy intenso que no se quita tomando pastillas.
  2. Dependiendo de la zona del cerebro afectada, algunas personas muestran dificultades para hablar. Dicen frases incoherentes o no consiguen articular las palabras.
  3. Los rasgos faciales cambian (asimetría facial). Media sonrisa y palidez.
  4. Algunas personas son incapaces de levantar los brazos 10 segundos o de caminar porque pierden fuerza.
  5. Pérdida de conocimiento (momentánea o permanente).
  6. Pérdida repentina de la visión o parte de ella.
  7. A veces se presentan convulsiones.
  8. Una pupila muy dilatada indica un dolor extremo.
  9. También se pueden sentir náuseas y se puede confundir con un malestar gástrico.

 

Recomendaciones para prevenir el ictus y evitar su reincidencia:

El 50% de los ictus son prevenibles. Ten en cuenta lo siguiente:

  1. Sigue una dieta saludable, rica en frutas y verduras. Baja en sal y en grasa.
  2. Haz ejercicio con regularidad.
  3. Evita el tabaco.
  4. Limita el consumo de alcohol.
  5. Equilibra los factores de riesgo personales (peso, tensión, azúcar, colesterol).
  6. Reduce el nivel de estrés.
  7. Controla las cardiopatías, en concreto, la fibrilación auricular.
  8. Evita el consumo de pastillas anticonceptivas.
  9. Evita inyectarte sustancias experimentales.

Comer una fruta en ayunas es una manera estupenda de evitar las enfermedades cardiovasculares, afirma el doctor William Castillo, director de cardiología de Framington (Massachussets).

Las frutas contienen bioflavinas que evitan el espesamiento de la sangre y las adherencias de las arterias. Además, vigorizan los capilares, cuya rotura causa hemorragias.

Seguro conoces a alguien que haya sufrido un ictus o te estás recuperando de uno.

En cualquier caso, espero que este artículo te haya sido útil.

Te agradezco lo compartas para difundir y mejorar la prevención del ictus.

Cada 15 minutos una persona muere por un ictus. -Carmen Aleix, Presidenta de la Federación Española del Ictus. Declaración hecha antes de las inoculaciones masivas de 2021 y 2022, después de las cuales, las cifras de ACV se han duplicado o más.

Para saber más:

World Stroke Campaign – Aprenda a prevenir un ictus.

APANEFA (Asociación del daño cerebral sobrevenido)

DMedicina Enfermedades neurológicas

El Gozo de Existir el testimonio de una superviviente. (Yo. En mi caso fue una hemorragia subdural y occipital izquierda. Estuve descerebrando con parada cardiorespiratoria y tres días en coma tras la primera cirugía a cráneo abierto).

Claves y fases para recuperarse de un ictus

DCAAl año, los ictus o accidentes cerebro vasculares afectan cerca de 17 millones de personas en todo el mundo. Causan la muerte de seis millones. Y su aparición provoca más discapacidad y muertes prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos. El tiempo, tanto en la detección como en el inicio de la rehabilitación, es clave para recuperarse de un ictus.

El ictus o accidente cerebrovascular, es un trastorno brusco de la circulación que altera una región determinada del cerebro. Puede producir lesiones cerebrales, y dejar secuelas funcionales.

Si has sufrido un ictus, o estás cuidando a un familiar, recuerda que:

No hay lesión cerebral lo suficientemente leve para ser ignorada ni lo suficientemente grave para pensar que no hay esperanza. -Hipócrates.

Posibles secuelas

Dependiendo del daño cerebral, se pueden presentar, a parte del dolor y las molestias propias a la cirugía, entre otras:

Acúfenos o tínnitus: es la percepción de ruidos (zumbido, tintineo, pitido) en el oído que no corresponden con ninguna señal acústica en el entorno.

Afasia: pérdida parcial o total de la capacidad de hablar como consecuencia de un trauma o de una lesión cerebral. La afasia no afecta sólo al habla, afecta a todas las áreas del lenguaje expresión, comprensión, lectura y escritura. Dependiendo del tipo de Afasia nos afectará a una u otra e incluso todas las áreas.

Disfagia: dificultad o imposibilidad de tragar.

Espasticidad: Se refiere a músculos tensos y rígidos.  Los reflejos son más fuertes o exagerados. La afección puede interferir con la actividad de caminar, el movimiento o el habla.

Hemianopsia: pérdida de la mitad, o parte, del campo visual.

Heminegligencia: dificultad para percibir y procesar los estímulos externos (espacial y sensitivo). Cuando el hemisferio derecho se daña, la persona desatiende lo que pasa por su lado izquierdo.

Hemiplejía: parálisis de un lado del cuerpo causada por una lesión cerebral o de la médula espinal.

Hemiparesia: disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo.

Síndrome de enclaustramiento: (locked-in syndrome) la persona está alerta y despierta pero no puede moverse o comunicarse verbalmente debido a una completa parálisis de casi todos los músculos voluntarios en el cuerpo excepto por los ojos.

Trastorno cognitivo: trastorno mental que afecta a las funciones cognitivas, principalmente, la memoria, la percepción y la resolución de problemas. Como la amnesia, la demencia y el delírium.

Vértigo: es una sensación aparente de giro o movimiento, en la que la persona siente que gira o se mueve, o que el mundo está girando en torno a ella.

 

El tiempo, clave para recuperarse de un ictus

Según los especialistas, la recuperación depende de:

  1. El tamaño de la lesión.
  2. La zona en la que se haya producido.
  3. La velocidad de acción con que el neurólogo pueda tratar al paciente.

Así mismo, el tiempo, la intensidad adecuada y un equipo multidisciplinar durante la rehabilitación son factores clave para apreciar las mejorías.

Sean cuales sean las circunstancias, para recuperarnos de esta enfermedad, pasamos por distintas etapas.

 

Primera fase: aceptación y duelo

Pasada la sorpresa y el susto, entramos en una etapa en la que nos solemos preguntar los porqués. Es normal. De golpe, hemos perdido nuestra vida tal y como la conocíamos. De repente, nos convertimos en unos bebés dependientes.

Poco a poco descubrimos los trastornos que limitan los movimientos del cuerpo y la expresión de nuestras ideas y sentimientos. Desde leves secuelas hasta el síndrome del enclaustramiento.

Sí, suele ser doloroso para los pacientes. También es difícil para las personas que nos cuidan.

Además, estamos perdidos y no sabemos muy bien cómo proceder ni qué es lo mejor para nuestra recuperación.

Entre las recomendaciones iniciales, podemos enumerar:

1. Inclinar la cama unos 30-45 grados.

2. Al comer, llevarse bocados pequeños a la boca si no hay dificultades para tragar.

3. Tras el baño, secar muy bien las heridas y el cabello.

4. Caminar a menudo, si es posible.

5. Dormir y descansar. El ruido y la luz suelen ser muy molestos tras las cirugías.

Para mayor información mira esta guía de la Enciclopedia Médica MedilinePlus.

 

Segunda fase: volvemos a casa y ahora qué

Los médicos suelen dar una estimación del tiempo necesario para volver a llevar una vida «normal». Es decir, para recuperarse y acostumbrarse a las secuelas. En el mejor de los casos, ese proceso tarda entre seis meses a un año.

Cuando sales del hospital, te parece que un año es mucho tiempo. Pero cuando comienzas la rehabilitación, la fisioterapia y demás tratamientos, te das cuenta de que el tiempo vuela. Y sientes que no volverás a ser como antes.

A los cuatro meses y a los cinco años, suele haber una revisión con el neurocirujano. Al año, hacen una resonancia magnética con contraste, u otra prueba, para verificar que todo esté bien.

En esta etapa, buscas información en internet ya que los médicos suelen decir lo estrictamente necesario. Quieres saber por qué te ha pasado, qué hacer para recuperarte mejor, cuándo debes ir a urgencias.

A veces nos preocupa saber cómo diferenciar los dolores de cabeza y cuándo ir al médico. En general, si el dolor no se quita con analgésicos, si tienes fiebre o sangran las cicatrices, debes ir a urgencias.

En esta etapa, es muy importante el estado físico y anímico de la persona. Si ya sabes cuales son tus limitaciones, puedes ponerte pequeños retos y dividirlos en tareas.

Al comienzo cuesta. Pero poco a poco lo vas logrando, tal y como lo cuento en El Gozo de Existir.

La buena noticia es que con persistencia, paciencia y mucha determinación podemos volver a ser autónomos.

Habrá días mejores. Otros días nos sentiremos muy cansados y sin fuerzas. Cuando el cuerpo nos pida silencio y reposo, habrá que hacerle caso.

 

Asociaciones y centros de rehabilitación del daño cerebral

Esta información es para las personas que viven en España. Si vives en otro país, es recomendable que preguntes al personal médico (que te atendió o que atendió a tu familiar) cuáles son los centros de rehabilitación recomendados y las asociaciones de pacientes de referencia. Si no te responden, insiste. En Internet hay demasiada información y depurarla toma tiempo hasta dar con los centros y asociaciones más adecuados a nuestras necesidades.

APANEFA (Asociación del daño cerebral sobrevenido)

CEADAC (Centro de referencia estatal de atención al daño cerebral)

FEDACE (Federación española de daño cerebral)

SOMOS PACIENTES (Comunidad de asociaciones de pacientes)

CONVIVES Asociación sin ánimo de lucro para personas con espasticidad

 

Tercera fase: ya me siento capaz de retomar mi trabajo, mi vida

El 40% de las personas supervivientes de un ictus quedan con alguna discapacidad. Aún así, es posible reintegrarse al trabajo, aunque a otro ritmo.

Hay personas que se recuperan muy bien y sin secuelas. Muchas no quieren volver a hablar del tema.

Otras aprenden a sobrellevar las secuelas permanentes. Además, se adaptan o buscan tácticas y herramientas que hagan más fácil la realización de tareas sencillas.

A veces, el superviviente se plantea retos deportivos. Como correr una maratón, hacer el Iron Man o participar en una competición de ciclismo.

También hay quienes deciden compartir su experiencia a través del arte. Ya sea escribiendo un libro, pintando y participando en charlas.

Es esta etapa, la mayoría de las personas trata de cuidarse mejor. Porque quien ha sufrido un ictus tiene mayor riesgo de volverlo a padecer.

Uno de cada cinco afectados por ictus recae a los tres años, según la Sociedad Española de Neurología.

No obstante, esta enfermedad se puede evitar con hábitos saludables. Además, prevenir el ictus es posible si se conocen y controlan los factores de riesgo.

Recomendaciones para recuperarse de un ictus y evitar su reincidencia:

El 50% de los ictus son prevenibles, por eso ten en cuenta:

  1. Seguir una dieta saludable, rica en frutas y verduras. Baja en sal y en grasa.
  2. Hacer ejercicio con regularidad.
  3. Evitar el tabaco.
  4. Limitar el consumo de alcohol.
  5. Equilibrar los factores de riesgo personales (peso, tensión, azúcar, colesterol).
  6. Reducir el nivel de estrés.
  7. Controlar las cardiopatías, en concreto, la fibrilación auricular.
  8. Evitar el consumo de pastillas anticonceptivas.

Sabías que…

Los accidentes cerebro vasculares son la primera causa de mortalidad femenina en España. También duplica el número de muertes por cáncer de mama.

Y su aparición provoca más discapacidad y muertes prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos. Por lo cual representa el mayor gasto sanitario.

Al año, el ictus:

  1. Afecta cerca de 17 millones de personas en todo el mundo.
  2. Causa la muerte de seis millones.
  3. Es la primera causa de incapacidad.
  4. Será la epidemia del futuro, ya que según los expertos, lo sufrirán una de cada seis personas.
  5. Es la primera fuente de donantes de órganos para transplantes.

Más del 30% de las personas que sufren un ictus fallece, y el 40% de los supervivientes quedan con alguna discapacidad, según la Sociedad Española de Neurología.

Una reflexión para terminar

Si crees que la vida es una lucha y que hay que combatir la enfermedad, sentirás mucho cansancio y los altibajos de la victoria y la derrota. Pero si el enfoque bélico te funciona, allá tú.

Creo que no se trata de luchar contra el ictus, sino de superarlo como en una carrera de obstáculos de distintos tamaños y variadas dificultades.

Además, si aceptas la enfermedad como un mensaje de la vida a través del cuerpo lo llevarás mejor. Es una llamada a la humildad, a vivir el presente, a ver lo que aún no ves.

La aceptación te permite entender para qué ha sucedido. Porque todo pasa por una razón.

Cada persona decide vivir la enfermedad como un castigo o como un regalo.

Tú puedes escoger ver la dificultad como una oportunidad de aprendizaje.

Mucho ánimo tanto si te estás recuperando como si estás cuidando a un familiar dependiente.

Cuando cambias la forma en que miras, las cosas que miras cambian. – Dr. Wayne Dyer.

¿Cómo llevas tu recuperación o la de la persona que estás cuidando?

¡Gracias!