Ejercicios e ideas para armonizar tus polaridades femenina y masculina (4)

Cuando hablamos de energía no hablamos de género biológico ni de roles sociales. La energía es una fuerza vital (polaridad femenina, negativa, de contracción) y creadora (polaridad masculina, positiva, de expansión).

Gracias a las polaridades, la experiencia del contraste nos permite aprender que todo lo que es diferente al amor es una ilusión.

Sin embargo, durante siglos, la relación entre las polaridades, y todo lo que las representa, se ha desequilibrado hacia la polaridad masculina. Esto ha generado enfermedad, guerras, abusos, dolor, dominación, avaricia, etc.

La solución al patriarcado no es el matriarcado, es la armonía y la coherencia en movimiento, en cambio constante.

Es importante volver a la confianza, a abrazar sin abuso, sin tomar de más. Se trata de educar a niños y niñas en el respeto mutuo, en el amor propio, en la creatividad y en la libertad.

Ya no queremos más relaciones de abuso en lo personal ni en lo social. Una relación sana es la de dos seres completos que respetan sus diferencias, sin someter, sin dominar, sin manipular. El ser que agrede, domina y manipula no es un ser feliz ni vibra en amor.

Veamos todo lo que nos une, en lugar de lo que nos separa.

¿Identificas tu energía femenina y masculina?

Para lograr ese equilibrio, primero es necesario identificar nuestras propias polaridades femenina y masculina. Abajo del todo, encontrarás tres artículos que explican las características de cada polaridad.

En la vida hay funciones diversas que se desarrollan sinérgicamente, en armonía. Los sexos no están hechos para rivalizar ni para competir sino para vivir armónicamente. —Casilda Rodrigañez.

Armonizar significa dejar fluir cada energía en su momento y en lo que le corresponde. Un ser no puede solo crear, también necesita ordenar lo creado, como lo muestra el símbolo del yin-yang. Todo ser con mayoría de energía femenina contiene un foco de energía masculina y a la inversa.

Las polaridades en armonía se complementan, dejan de ser antagónicas.

La energía masculina equilibrada proporciona la estructura, la fiabilidad y la estabilidad para que la energía femenina experimente, se expanda y viva en un campo seguro.

Armonizar es lograr la trinidad o equilibrio entre los dos polos, entre lo que das y lo que recibes en colaboración y cocreación. Es la coherencia entre aquello que piensas, sientes, dices y haces.

El corazón es ese espacio interno de reconciliación entre la mente y el instinto, entre lo masculino y lo femenino, entre lo positivo y lo negativo. El corazón es un portal multidimensional que conecta lo sutil y lo tangible.

Para que haya armonía, la energía vital se balancea con la energía creadora vibrando en su centro de amor. Entonces es posible establecer límites con amabilidad. La sabiduría se complementa con la consciencia. La inspiración lleva a la creación. La fluidez sucede con una dirección. La voluntad se complementa con la disciplina. El desapego con la independencia. La lealtad con el liderazgo. El apoyo con la proyección. —Camilo Cruz.

Armonía es lo contrario a choque de polaridades. El conflicto surge porque analizamos cómo creemos que debería ser sin observar lo que realmente es.

La armonía de nuestras polaridades internas nos facilita vivir en plenitud, bienestar y alegría. Nos ayuda a expandir nuestra capacidad de expresar nuestras necesidades e identidad de manera respetuosa, plena y libre.

Al identificar y armonizar nuestra energía femenina y masculina accedemos a un nivel de consciencia más presente, más flexible, con mayores posibilidades y oportunidades de creación, bienestar, amor, paz y felicidad. También reaccionamos menos, y decidimos mejor. Todo fluye, se alinea, la vida es más ligera y nos sentimos más a gusto en nuestra piel y en el universo.

Todo sueño sin acción es una ilusión. Hacer sin corazón crea vacío. Cuando equilibras tu energía, valoras tu trabajo, lo que aportas; sientes que lo que haces tiene sentido y valor, por pequeño que sea.

Y tú, ¿creas armonía en tu vida?

Ejercicios e ideas para armonizar tus polaridades femenina y masculina

🧡 Lo primero es tener claridad en las características y diferencias entre las polaridades femenina y masculina para que puedas identificarlas en ti y en tu vida. Si aún tienes dudas, te invito a leer los tres artículos relacionados abajo.

🧡 ¿Qué es lo que hemos escuchado sobre lo masculino y lo femenino? Escríbelo y toma consciencia, tal vez algunas ideas son creencias limitantes relacionadas con roles y asociaciones aprendidas.

🧡 Para integrar las partes en conflicto, escribe o identifica: qué le puede dar tu femenino a tu masculino y viceversa. ¿Cómo se apoyan y complementan? ¿Qué imágenes vienen a tu cabeza? ¿Cómo ves las polaridades masculina y femenina en las personas que te rodean?

Por ejemplo, mi energía femenina me ayuda a crear, a relajarme y a disfrutar. Cultivar la polaridad femenina posibilita ampliar la percepción y la intuición, así como fluir sin tiempo y sin metas.

Mi energía masculina me ayuda a enfocarme, a tener dirección y a pasar a la acción. Cuando las personas desarrollan más las características de la polaridad masculina, se centran en el hacer, en el orden y la rutina. Hay mayor rigidez, estatismo y menor apertura a lo desconocido.

🧡 Medita repitiendo: Yo Soy. El mantra Yo Soy integra lo masculino y lo femenino. El Yo: es la energía masculina, constrictora, diferenciadora, da enfoque, da dirección, individualiza.

El Soy es la energía femenina: oceánica, envolvente, fuente inagotable, sin límites, fluye como el agua.

🧡 Respeta tus ciclos y date el tiempo de recogimiento y descanso que te pide el cuerpo.

Por ejemplo, si llegas a casa con afán, cansancio y estrés, toma un baño relajante con sal marina y/o gotas de aceite esencial de lavanda.

🧡 Nombra lo que no ha sido nombrado. Acepta el hecho de que no todo el mundo quiere desarrollarse, madurar y evolucionar porque eso significa enfrentar los dolores y las sombras, y no todas las personas quieren hacerlo.

🧡 Busca un momento y un entorno de calma para explorar tus sensaciones corporales sutiles (vibración, tensión, relajación, calor, frío, cosquilleo, dolor, hambre, sed, etc.). Escanea tu cuerpo mientras respiras. Obsérvate sin juzgar. Identifica si puedes asignar una polaridad a cada sensación. Por ejemplo, la tensión es masculina y la relajación es femenina. El calor es masculino y el frío es femenino. El enfoque es masculino y la dispersión es femenina.

🧡 Abre tu consciencia y tu corazón. Es un viaje hacia dentro en total apertura y aceptación de lo distinto que no habías sentido en ti, de la realidad que aún no ves, de las posibilidades en el campo cuántico que quizás aún no vislumbras y, sin embargo, existen.

🧡 Visualiza el sol y la rosa.

Para que la flor (energía femenina) se abra necesita la luz del sol (energía masculina). Esas dos energías están dentro de ti.

¿Las puedes identificar en tu cuerpo? ¿Qué sientes? ¿Dónde?

Ejercicio del Diplomado de Sexualidad Holística.

🧡 Honra y agradece con una vela y una vasija: Pon una vela, que representa la energía masculina, dentro de una vasija, que representa la energía femenina, a manera de altar*. Decóralo como te apetezca.

Honrar tu femenino y masculino es aceptar tu historia personal sin juzgarla, sin juzgar toda la carga genética heredada. Entiende que todo lo vivido ha sido necesario en el proceso evolutivo. Agradece a tus antepasados, perdona y suelta. Reconoce que hay un espacio en ti para cada una de tus polaridades.

La energía sexual es la energía vital de creación. Se mueve en nuestro cuerpo gracias a las distintas polaridades (positiva y negativa) de los chakras (centros energéticos). Cuando tenemos las polaridades masculina y femenina equilibradas, la energía fluye sin trabas y, además de placer, podemos experimentar éxtasis, momentos místicos, más creatividad e inspiración, y mayor capacidad para canalizar y manifestar una realidad mejor.

La unión sexual de una pareja desde el corazón tiene el poder de transformar el mundo. La energía sexual que circula entre el masculino y el femenino durante la unión sexual produce un campo de energía que tiene un impacto en la creación de la realidad. La unión sexual en la frecuencia de amor es sagrada. —Dra. Ma. Gabriela Santini.

El Uno es armonía. En el Uno se disuelve la dualidad. Una consciencia de amor crea un mundo de amor. El amor transforma lo que eres y tienes dentro para ofrecer. Conócete.

Como humanidad ya estamos listos para las relaciones conscientes y para la sexualidad consciente, ya somos capaces de tomar decisiones conscientes basadas en el amor, en la unión armoniosa de lo femenino y lo masculino.

Recuerda:

1. Todo lo que haces por ti impacta al colectivo porque somos Uno.

2. «Solo existe el amor porque todo lo que es diferente al amor es una ilusión». UCDM, Un curso de milagros.

3. Dentro de ti tienes dos voces: la del Espíritu y la del ego. La del amor y la del miedo. Tú eliges cuál escuchas. Y en consecuencia, esa es la realidad que manifiestas.

El proceso de crecimiento personal y espiritual se basa en tomar consciencia de todas las programaciones diferentes al amor para disolverlas y transmutarlas. Algunas herramientas que nos ayudan a disolver las programaciones son el Hooponopono y ver el amor puro de Dios en todos. —Ma. Gabriela Santini.

Tan pronto identifiques y armonices tu energía femenina y masculina, y comiences a elegir cuál potenciar en cada momento, apreciarás el cambio en tu vida.

Ley de carga de energía en el magnetismo. Los viejos mitos y leyendas cuentan cómo al equilibrar las propias energías de creación masculina y femenina, se accede a una puerta oculta que conduce al vórtice en el Toroide. De hecho, tenemos un vórtice de energía en las palmas de las manos.

Volver a la unidad en armonía

Entre lágrima y lágrima de júbilo, mi luz y mi oscuridad bailan, se integran y sanan. Todo lo vivido tiene su sentido. Mi femenino y mi masculino danzan al compás cambiante de la vida en este vehículo de carne y hueso que también es un templo.

El azul y el rosa se entrelazan con la luz dorada de la sabiduría en la llama trina de mi corazón. Hemos esperado tanto para este momento y ahora lo vemos llegar. Discreto y silencioso, el amor crece poderoso, se expande, eriza todo mi cuerpo y me envuelve en una creciente burbuja multicolor. Mi espalda se funde en el calor de un enorme abrazo cósmico. Es el abrazo de miles de vidas, de miles de amores sin rostro, fotones de la misma fuente de amor creador.

Entre lágrima y lágrima, la gratitud se hunde intensa en mi universo interno, en la presencia que es la unión entre la esencia y la existencia, en el eterno ahora. Hay tanto que aún es un misterio y, sin embargo, cada momento que pasa siento mucho más. Amo lo sagrado que hay en mí y en ti, y me siento amada.

Entre lágrima y lágrima, siento crecer en mi pecho, a una niña que ríe y corre con el cabello libre al viento sobre un caballo galopante a orillas del mar. Soy una con la vida.

Nohora M. Parga

Artículos relacionados:

Cómo identifico mi polaridad femenina (1)

Cómo identifico mi polaridad masculina (2)

Comparativo: cómo identifico mi polaridad femenina y masculina (3)

Referencias:

Camilo Cruz, Un día a la vez, del miedo al amor.

María Gabriela Santini, Directora de la escuela de sexualidad holística, con quien hice el Diplomado de sexualidad holística, 2020-2021.

Cómo identifico mi polaridad femenina y masculina (parte 3)

Todos los seres humanos somos energía con polaridades femenina y masculina. Si estas dos palabras te generan alguna interferencia, hablemos entonces de polaridades: vital y creadora. Son aspectos del Uno. Ninguna polaridad es mejor que la otra, las diferentes cualidades que realza cada extremo de la polaridad muestran funciones distintas, no jerarquías.

Estamos en un mundo en el que experimentamos las polaridades y nos conocemos gracias a las relaciones interpersonales que nos muestran o hacen evidente cómo lo llevamos.

Nacemos con una energía predominante, independientemente del sexo de nuestro cuerpo. El equilibrio está en descubrir nuestra polaridad predominante en un momento y honrar ambas polaridades, aprovechar sus dones, bien sea para avanzar en el mundo exterior (si es masculina), o para profundizar en el mundo interior (si es femenina).

La danza de polaridades femenina y masculina

Tu energía danza de una polaridad a otra todo el día. Cuando caminas firme y rápido, cuando practicas deportes competitivos, cuando alzas pesas, estás en tu polaridad masculina. Cuando caminas disfrutando del paisaje, te das un baño, bailas y te contoneas al ritmo de la música, cuando te relajas y descansas, estás en tu polaridad femenina.

En un vaso lleno de agua, por ejemplo, la polaridad masculina es el vaso contenedor que da estructura y sostiene. El agua expresa la polaridad femenina que se expande en el espacio.

Ejercicio: Presta atención al impacto que tienen las palabras.

Di en voz alta: “soy capaz”. ¿Cómo se siente en tu cuerpo? Tal vez notas que tu espalda se endereza, que tu pecho se abre, que hay un ligero cosquilleo por dentro. Capaz es una palabra de polaridad masculina. Ahora di en voz alta: “soy amable”. ¿Cómo se siente en tu cuerpo? Respira profundo y vuélvelo a intentar. Tal vez aprecies calidez en tu corazón o algo de relajación en los músculos. Amable es una palabra de polaridad femenina.

En la naturaleza, el día, el sol, el cielo, el fuego, el verano y la primavera se asocian con la polaridad masculina. La noche, la luna, la tierra, el agua, el invierno y el otoño tienen mayor polaridad femenina.

Las polaridades se alternan todo el tiempo. Si te fijas, la naturaleza es cíclica: la luz del día da paso a la oscuridad de la noche; la sequía, a la lluvia; el invierno, a la primavera, etc.

Características de las polaridades femenina y masculina

Polaridad masculina Polaridad femenina
Actividad Reposo
Analítica Intuitiva
Apresurada Tranquila
Capaz Apreciativa
Chakras más positivos: 1, 3, 5 Chakras más positivos: 2, 4, 6
Concreta Abstracta
Contiene Fluye
Controladora Permisiva
Deseo, voluntad de crear Océano de amor creador
Día Noche
Energía sexual dadora Energía sexual receptora
Estable Voluble
Expande Contrae
Fuego Agua
Fuera Dentro
Hacer Ser
Inquietud y movimiento Calma
Intención Agradecimiento
Lineal (rectas y ángulos) Circular (curvas y remolinos)
Luz, rayo que proyecta Oscuridad introspectiva
Materializa, realiza Crea, imagina
Naturaleza eléctrica Naturaleza magnética
Orden Caos
Organiza Sintetiza
Pensamientos Sentimientos y emociones
Protege Nutre
Rabia Miedo
Seduce Atrae
Separa Une
Se aísla Se relaciona
Sol Tierra
Verano y primavera Invierno, otoño
Visión parcial, enfocada Visión holística
Yang Yin

¿Cuáles de estas características tienes más activas?

¿En qué momento preferirías polarizarte más tu femenino o en tu masculino?

Estas características de las polaridades están presentes en todas las personas. No son ni buenas ni malas, ni mejores ni peores. Lo importante es que estén en equilibrio, en armonía según el momento y la situación.

Actividad – Reposo:

Por ejemplo, una persona que en su casa o en el trabajo se ocupa de limpiar, lavar y ordenar está en acción, por lo tanto, en una polaridad masculina. Una persona que está descansando y disfrutando está en su polaridad femenina.

La polaridad no tiene nada que ver con el género ni con el rol asignado por una sociedad. En algunas culturas, la mujer hará todo el trabajo del hogar, incluso cargará con pesos excesivos para su fuerza y tamaño mientras que el hombre se va con los amigos, camina al lado sin cargar nada o se engancha al ordenador o a la tele. Son dos conceptos distintos. Esa mujer que hace todo está en su polaridad masculina. Ese hombre que se relaja está en su polaridad femenina.

Armonía: En una pareja equilibrada, el reposo, las tareas y las cargas se reparten, de manera consensuada y flexible, respetando las capacidades, necesidades y tiempos de cada persona. No hay jerarquía ni dominación. Se comparten y se alternan las funciones.

Seduce (naturaleza eléctrica) – Atrae (naturaleza magnética):

Una persona que seduce, con mirada penetrante, tira la caña de pescar y cuyos pensamientos eléctricos (fantasías) le impulsan a actuar y a hablar, está en su polaridad masculina.

Una persona que despierta tus emociones, que se hace bella para ser admirada y atraer, está en su esencia magnética y su polaridad femenina.

Así que un hombre que va de «guaperas» y se pavonea como quien dice: «mira qué bueno estoy», está en su polaridad femenina. Si se acerca y se atreve a hablar contigo y con sus palabras demuestra interés en ti, pasa a su polaridad masculina.

Armonía: el equilibrio en el juego de la seducción y la atracción es lo que permite que las polaridades distintas se encuentren y se lo pasen bien, incluso fenomenal. Si hay dos personas con la misma polaridad o cuyas polaridades se hayan neutralizado (convivencia, rutina, etc), no habrá chispa.

Todos los humanos buscamos volver a la unidad. A volver a fundirnos en un estado de felicidad, sentirnos completos. Lo que diferencia lo masculino de lo femenino es su manera de buscar esta realización. Lo femenino encarna la capacidad de abrazar toda la existencia en profunda aceptación. Su anhelo es ser amor, su necesidad es abrir el corazón para que su energía vital se exprese en múltiples formas. Ella necesita acoger, celebrar y relacionarse con intimidad. En cambio, lo masculino busca esta realización en la libertad de toda identificación. […] Su fuerza en concentrada y enfocada. Su anhelo es ser libertad. —Astiko

Adiós, niña buena

Y ya que estamos hablando de seducir y atraer, os dejo de regalo el inicio del capítulo 30 (Chico sexi) de mi novela:

Adiós, niña buena

***

  • ¡Sedúceme! —le dije a Mateo en nuestra habitación por la noche cuando ya Ítaca dormía. Antes de pedírselo, humedecí mis labios con saliva y saqué pecho, tal y como me había aconsejado Bea. Mateo era sexi sobre todo cuando estaba relajado y algo distante.
  • ¿Cómo? —Suspiró, arrugó la nariz y frunció el ceño.
  • ¡Anda! —Imaginé que yo era como Elsa Pataky y dije lentamente—: ¡Déjate de bromas y mírame como si me acabaras de conocer! —Él tomó aire, dio un paso atrás y me miró serio, casi en tensión durante unos segundos.
  • ¿Cómo te llamas? —Preguntó con voz ronca entrecerrando sus ojos.
  • Gabriela —Me encanta ese nombre y puestos a jugar… Sus cejas se arquearon y esbozó una ligera media sonrisa. Dio un paso hacia delante y, en un largo silencio, recorrió mi cara con una mirada enigmática. Sentí el calor de su aliento y, expectante, mi corazón se aceleró.
  • Gabriela —repitió despacio saboreando cada letra, entreabrió su boca como si fuera a besarme y yo cerré los ojos. Su frente rozó mi frente, la punta de su nariz, la mía; su pulgar acarició mis labios antes de que su mano se desplazara suavemente para enredar mi pelo entre sus dedos y me besó.

Me besó como hacía mucho tiempo no me besaba, como si se le fuera la vida en ello, como si su boca se hiciera agua en la mía. Me besó con la fogosa suavidad del deseo que ya ha sido satisfecho y da marcha atrás para volver a vivir. Me besó con tantas ganas y con tanta ternura a la vez que al separarse nuestros labios sentí en mi boca el sabor salado de una lágrima.

  • ¿Esto era lo que querías? —susurró acariciando mis mejillas.
  • Sí. —Sonreí y él me besó otra vez.

***

A mí me encanta esta escena, ¿y a ti?

¿Te apuntas a la armonía de las polaridades?

Recuerda que equilibrar es integrar y abrazar. Nada tiene que ver con anular, amputar o subvertir la naturaleza del ser.

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Referencias

Astiko, maestra de tantra, tantrawithastiko, 21-jun-2014, «El regalo de lo femenino y lo masculino«, youtube, 5 min.

Carmen Enguita, pionera en sexualidad alquímica, el equilibrio entre la polaridad femenina y masculina

María Gabriela Santini, fundadora de la Escuela de sexualidad y espiritualidad

Sylvia Briceño Aranguren, creadora y anfitriona del congreso virtual Juntos somos invencibles