Parece que es más fácil dejar de comer que dejar de juzgar.
¿Juzgar a los demás es algo habitual para ti?, ¿por qué te juzgas y juzgas a los demás?, ¿qué ganas poniendo etiquetas y adjetivos a todo?
El juicio, la crítica, la queja son expresiones del ego en su modo automático. Y el ego surge de la mente dividida que cree en la separación. Esta creencia causó la caída del ser humano hace miles de años, según “Un curso de milagros”.
Desde entonces nos percibimos en dualidad: negativo y positivo, femenino y masculino, bueno y malo, oscuridad y luz, éter y materia, amor y miedo, yin y yang, yo-soy, contenido y contenedor, etc.
Juzgar es contrario al amor de la mente recta al servicio del Espíritu. Juzgar de forma automática, porque todo el mundo lo hace y parece normal, es un error y se puede corregir.
Juzgar es un acto de desinformación o acusación falsa. Es crear una historia mental basada en la percepción personal. Juzgar es un instinto reptiliano y puede hacer daño.
Nos juzgamos a nosotros, a los demás, a las cosas y a las circunstancias. Otra forma de juzgar es generalizar: “todos los políticos son corruptos”.
Hoy te invito a dejar de juzgar en tu día a día o por lo menos por un día. Te invito a aprender a observar con presencia plena y sin poner etiquetas a las personas, cosas o circunstancias. Sin comparar lo que ves con lo que tú consideras correcto, aceptable, etc.
En la estructura cuántica nada es bueno o malo, solo es. Tu percepción determina lo que es verdadero o falso para ti. Tu atención y enfoque hacen que un pensamiento se manifieste. —Marina Jacobi. Manifestación cuántica.
Beneficios de dejar de juzgar
🧡 Aprender a observar sin juzgar es una maestría que te llena de serenidad sostenida, aceptación y bienestar espiritual.
🧡 Cuando dejas de juzgar te liberas de una carga negativa y te llenas de energía positiva. Y esto se traduce en vitalidad y alegría.
🧡 El cambio de enfoque de lo negativo (juzgar) a lo positivo (encontrar nuevas posibilidades, fortalezas) te permite avanzar, hacer tus sueños realidad y admirar a los demás.
🧡 Juzgar (criticar, evaluar, clasificar, etiquetar, analizar) crea turbulencia en tu diálogo interno. Dejar de juzgar calma la mente y te da paz.
🧡 Dejar de juzgar da libertad. La libertad de estar presente en el cuerpo aquí y ahora, y fuera de la prisión del bucle mental.
Juzga menos y ama más. Cuando haya paz dentro, habrá paz fuera.
🧡 Aprender a observar sin juzgar es vital en este momento cósmico. Las oportunidades de evolución que tenemos ahora no se van a volver a presentar hasta dentro de muchos millones de años. ¿Lo sabías?
Dejar de juzgar es despejar las nubes oscuras que te impiden sentir el sol y ver el cielo azul. Dejar de juzgar es bajarle el volumen al ego y sintonizar con el amor del Espíritu. Dejar de juzgar es entender que al percibir —lo que creemos es la realidad— estamos interpretando de manera sesgada.
¿Qué podemos hacer para dejar de juzgar?
Pasos para dejar de juzgar
1 🧡 Sal del modo automático:
Lo primero, como siempre, es parar y darte cuenta de tus pensamientos prejuiciosos, emociones y acciones. ¿Cómo vas a dejar de juzgar si no te das cuenta de que lo estás haciendo? ¿Te das cuenta de cuántas ideas son tuyas o han sido implantadas en tu subconsciente por el sistema o el clan familiar?
2 🧡 Ley del espejo:
Todo lo que vemos en otros también lo tenemos nosotros. Recuerda que todo lo que ves es una proyección, y si cambias la forma en que piensas, cambia lo que proyectas y experimentas. Entonces, en lugar de poner un dedo acusador hacia fuera, mírate a ti mismo/a.
Las personas felices no atacan a los demás. Cuando sientas que otra persona te está juzgando recuerda que es su proyección, su herida desatendida. El juicio define al que juzga.
¿Te das cuenta de que los otros son versiones tuyas? Ese que te enfada es tu otro yo, la otra cara de la moneda. Es el espejo que te muestra lo que no ves en ti.
3 🧡 Agradece:
Cuando quieras juzgar, criticar o quejarte, para un momento y agradece. Sí, la gratitud reduce la carga negativa de lo que te pasa, piensas y sientes. La gratitud equilibra la balanza de la dualidad. La gratitud nos acerca a la neutralidad de observación que te permite tomar distancia serena y entenderte a ti y a los demás.
4 🧡 Observa en silencio:
Desconocemos las circunstancias de cada ser. ¿Puedes acallar los prejuicios y soplar imaginando que son nubes que se lleva el viento? Una clave para reducir el ruido es concentrar la atención plena en la respiración. ¿Podrías inspirar y expirar sintiendo que al exhalar se diluyen esos prejuicios?
5 🧡 Replantea con mente abierta:
Hay muchos caminos y formas de hacer las cosas. Y los demás tienen derecho a pensar y resolver de manera distinta. Cada persona tiene un punto de vista diferente y nadie en esta dimensión conoce la totalidad. Entonces nuestros puntos de vista, aunque antagónicos, son respetables y complementarios.
6 🧡 Ve más allá de las apariencias:
Deja de prejuzgar antes de conocer. ¿Juzgas a un desconocido por su apariencia? ¿Escoges un libro por su portada? Recuerda que el interior es más valioso que la fachada.
7 🧡 Desarrolla la empatía y la compasión:
Somos uno. La creencia en la separación no nos permite ver que somos uno. Creer que estamos separados limita el despliegue de todo nuestro potencial y nos divide. En lugar de juzgar, intentemos comprender y ponernos en el lugar del otro.
La compasión es reconocer, con profundo respeto, la dignidad que hay en ti y en los demás.
Cuando te veas tentado a juzgar a una persona piensa: ‘Si su pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, si su nivel de consciencia fuera tu nivel de consciencia, pensarías y actuarías exactamente como él o ella’. Esta comprensión trae consigo perdón, compasión y paz. Eckhart Tolle. Ver en instagram.
8 🧡 Procura no asumir:
Es mejor preguntar y salir de dudas antes de afirmar o juzgar.
Los malos entendidos provienen de la interpretación que damos. Es mejor tomarse el tiempo para comprender qué pasa de verdad.
Hacemos parte de la misma consciencia cósmica en evolución. Somos fichas de un gran rompecabezas multidimensional y espiritual. Cada ficha es distinta y tiene una función.
Somos almas inmortales viviendo una corta experiencia humana. Somos Espíritu experimentando en la materia. ¿Con qué derecho juzgamos lo que cada alma ha venido a experimentar aquí?
Estamos en un momento de cambio. Cuando te lleguen nuevas sensaciones, permítete sentir sin juzgar, y suelta.
Uno de los ejercicios que propone el libro “Un curso de milagros” es pasar un día, solo un día, sin juzgar nada de lo que te suceda ni a nadie
¿Te apuntas al reto de pasar un día sin juzgar? Me encantaría que me dieras tu opinión en los comentarios. 👇
Gracias por haber leído hasta aquí, y te felicito si ya estás en el camino del amor libre de juicios.🧡
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