Cuando hablamos de polaridad masculina y femenina, no hablamos ni del sexo biológico ni del género ni de los roles asignados por la sociedad.
Todos los seres humanos somos una mezcla de energía femenina y masculina. O si lo prefieres, de energía vital y creadora. Ninguna es mejor que la otra, las diferentes cualidades que realza cada extremo de la polaridad muestran funciones distintas, no jerarquías.
La energía es una fuerza vital que fluye y cocrea. Todos somos una danza energética de las polaridades masculina y femenina. Cuando las identificamos y aceptamos, nos damos permiso para conocernos, amarnos y mostrar nuestra mejor versión en cada momento.
La polaridad
La polaridad es la condición de lo que tiene propiedades opuestas, como los polos. Lo que nos permite distinguir entre sí las cualidades de cada uno, así como apreciar los contrastes.
Las polaridades son las fuerzas determinadas por la experiencia de lo que somos.—Carmen Enguita
Cuando estas dos fuerzas se alternan y cooperan en equilibrio, la vida es armónica, intensa y fluida.
Todo el universo está regido por dos fuerzas en constante atracción. El Taoísmo habla del Yin y el Yang. El Hinduismo, de Shiva y Shakti. La física habla de que hay un polo positivo y uno negativo. En la naturaleza siempre hay una fuerza que emite y una que recibe. El Tantra habla de energía femenina y masculina.—Francisco Fortuño
Las polaridades femenina y masculina se manifiestan en todo lo que existe. Por ejemplo, en un río, ¿qué crees que tiene polaridad femenina y qué masculina?
El cauce del río expresa la polaridad masculina porque da estructura y contiene. El agua del río expresa la polaridad femenina porque fluye, cambia y es fuente de vida.
¿Cómo identifico mi polaridad femenina y masculina?
Durante el día tu energía alterna de una polaridad a otra sin darte cuenta. Por ejemplo, en el trabajo, cuando necesitas terminar una tarea, haces listas de verificación, te concentras en conseguir el objetivo y tienes un rol activo, estás en tu polaridad masculina.
Cuando estás en la etapa del proceso creativo y disfrutas con la lluvia de ideas, cuando piensas en todo lo que puede pasar desde una perspectiva general, cuando escuchas y te abres a sugerencias de mejora, estás en tu polaridad femenina.
En este artículo nos centraremos en la polaridad femenina; en el segundo, explicaré las características de la polaridad masculina; en el tercer artículo, veremos un paralelo entre las dos polaridades para que identifiques en qué momento estás en una o en otra y en el cuarto artículo profundizaré sobre algunas ideas y ejercicios para armonizar lo femenino y lo masculino.
Características de la polaridad femenina o vital
Circular: si tuviésemos que pintarla, la polaridad femenina sería un flujo de amor circular. Es curvilínea. Se deja llevar y cambia según los ciclos. Y aunque a todos nos influyen los ciclos de la naturaleza, a la polaridad femenina en un cuerpo de mujer aún más.
Creativa: lo femenino es creativo, es esa parte nuestra que juega e imagina, que conecta con una lluvia de ideas y con la inspiración para encarnar y dar vida tangible a un hijo, un proyecto, una iniciativa, una obra de arte, etc.
Intuitiva: la intuición, esa guía que todos llevamos dentro, esa capacidad de ver el aspecto interno de las cosas y de ver más allá, es femenina. Nos habla a través de impulsos físicos, viscerales, auditivos y visuales. Se comunica también por medio de sueños, señales y cambios en el entorno.
Receptiva: le polaridad femenina observa, escucha, huele, degusta y es capaz de identificar las emociones, los sentimientos y conectar. Cuando la incomodidad se apodera de ti y no sabes qué te pasa, es porque estás limitando tu polaridad femenina que te ayuda a conocerte mejor a través de las emociones.
Colaboradora: la polaridad femenina comparte y se relaciona. Trasciende los límites del yo para conectarse con los demás. Es esa parte de ti que se abre y cuenta lo que te ha pasado a algún amigo/a; esa que comparte alegrías y comidas; esa que escucha, abraza y da una mano.
Selectiva: lo femenino se basa en las emociones para seleccionar a quién recibe o rechaza. ¿Qué me hace sentir? ¿Seguridad, amor? Las emociones nos permiten filtrar a las personas con las que nos relacionamos y lo que nos pasa.
Amorosa: la energía femenina recibe y da, es un océano de amor incondicional que no juzga. Crea vínculos amistosos, teje redes solidarias y sustenta cualquier relación. Abraza, acoge, acompaña, nutre.
En desequilibrio
Cuando la polaridad femenina siente carencia, busca llenarse y distraerse. Puede ser viendo series, comprando sin necesidad, comiendo sin hambre o teniendo sexo sin amor.
Le polaridad femenina sin la masculina se siente sin apoyo, sin enfoque, sin propósito, es frágil e inestable y como resultado no tiene sentido de éxito.
La inmadurez en la polaridad femenina se manifiesta en manipulación, incapacidad para tomar decisiones, celos, berrinches, mentiras, exigencias.
Si solo trabajo con mi polaridad femenina me lleno de dudas; todo me queda grande; me afecta mucho el estado de ánimo de los demás; me cuesta decir no y delimitar mi espacio personal; me agoto porque me ocupo más de los demás que de mí; identifico mis emociones pero me pierdo en ellas; me cuesta expresar mis necesidades y deseos; me cuesta hacer realidad mis sueños y materializar mis ideas; necesito que alguien me oriente y me valore.
Una mujer cuya polaridad masculina se expresa en exceso pierde su feminidad, su conexión con la tierra y con sus propios ciclos. Se desconecta de su intuición y se enfoca en el hacer, sometida al tirano interno que busca un sitio de reconocimiento en la sociedad.
¿Qué le aporta a un hombre desarrollar su polaridad femenina?
Creatividad, sabiduría, intuición, la conexión con sus emociones y sentimientos profundos, la apertura de corazón, la fluidez en todo lo que hace, la flexibilidad para adaptarse a los cambios, la relajación y la paz interior.
Un hombre que honra su energía femenina es amoroso, juguetón y tierno con las personas que ama y con la naturaleza. Su trabajo es valioso, inclusivo y tiene sentido porque está al servicio de la vida.
El desarrollo de sus cualidades femeninas internas le da alegría, vitalidad, capacidad de gozo y erotismo. En las relaciones amorosas, vive el compromiso y la entrega sin perder la libertad. Es feliz, ama y se siente amado.
¿Cuáles de estas características tienes más activas?
Hoy te invito a tomar consciencia de tu polaridad femenina.
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Referencias
Carmen Enguita, pionera en sexualidad alquímica, el equilibrio entre la polaridad femenina y masculina
Francisco Fortuño, creador de hombresevolucionantes.com
María Gabriela Santini, fundadora de la Escuela de sexualidad y espiritualidad
Sylvia Briceño Aranguren, creadora y anfitriona del congreso virtual Juntos somos invencibles
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