¿Te escuchas cuando hablas? ¿Has sentido en tu cuerpo el efecto de las palabras propias y ajenas? ¿Qué sientes cuando alguien te dice que no?
¿Sabías que los titulares negativos consiguen un 63% más de atención que los positivos? Las noticias, la publicidad, la propaganda, el marketing saben apretar ahí donde te duele. Y después de captar tu interés, inyectan emoción al problema para que compres o hagas algo.
Si te fijas, aprendemos a hablar y a pensar dentro de una familia, una sociedad y una cultura. Repetimos esquemas y programaciones de manera automática. Además, tendemos a hablar en negativo y eso es contraproducente.
¿Lo habías notado?
En positivo
Por eso hoy te propongo cuidar la forma en que hablas y escribir para sanar en positivo. Cuando transformas tu diálogo interno, cambias lo que sientes y ves fuera.
Pensar, hablar y escribir en positivo es un enfoque que te ayuda a manifestar la realidad que sí quieres.
Como te conté en artículos anteriores, el acto de escribir es terapéutico y ofrece múltiples beneficios como desahogarte, aclarar la mente y facilitar la toma de decisiones.
Hoy comparto un ejercicio transformador. Para que funcione hay que practicar. Lo primero es tomar consciencia (salir del modo automático) para luego cambiar de hábitos y así alinear idea, palabra y emoción.
Nota: todas las emociones son bienvenidas y nos muestran algo de nosotros mismos. Lo importante es lo que hacemos con ellas. Validar las emociones es sacarlas a la luz, sentirlas y luego dejar que se esfumen. Una herramienta para honrar las emociones negativas y liberarlas es el EFT tapping (técnica basada en la acupuntura china).
¿Sabías que las emociones negativas también son creativas? Eso depende de ti.
El poder de las palabras
Las palabras tienen poder: algunas hieren, otras sanan. Pueden unir o separar.
Además, definimos la realidad con palabras. Las palabras que elegimos para narrar nuestras experiencias son importantes y programan o afectan nuestro subconsciente.
Lo que te cuentas es lo que te crees y lo que crees es lo que creas porque le das tu energía.
¿Sabías que los insultos verbales, las quejas y las amenazas de violencia dañan el cerebro? ¿Cómo te estás hablando? ¿Qué te dices cuando te equivocas?
Las palabras más importantes que vas a escuchar en tu vida, las que tienen el mayor impacto, son las que te dices a ti mismo/a. —Marisa Peer.
Esas palabras que te etiquetan, ¿las escogiste tú o alguien más lo hizo, y tú te lo creíste? ¿Te atreves a quitarte las etiquetas?
Cada palabra, cada lengua, cada estructura tiene una vibración distinta.
¿Sabías que el cerebro procesa mal las frases negativas?
Si tu hijo/a grita y para que se calme tú le dices levantando la voz: “¡No grites!”, le estás dando un doble mensaje negativo e incoherente.
El “no” acompañado por un tono de voz contradictorio: otro grito. El cerebro bloquea el «no» y se queda con el «grita». Entonces vas a tener más de aquello que querías evitar.
Si tu hijo/a grita, es mejor decir de manera calmada: “por favor, (aquí el nombre del niño/a), baja la voz”.
También puedes decir: para, deja de, evita, mejor haz X, qué tal si.
Lo mismo pasa cuando enuncias tus deseos en negativo: «no quiero enfermarme», «no me gustan los conflictos». ¿Qué va a pasar? Que sin darte cuenta estás programando tu cerebro para enfermarte y para tener conflictos.
Recuerda: Ahí donde pones tu atención, pones tu energía.
Di lo que sí quieres. Pon tu atención en todo lo que sí deseas manifestar, escoge estar a favor de y tu vida fluirá más fácil.
El cerebro es literal por eso hay que escoger con pinzas todo lo que nos decimos.
¿Y para poner límites?
El no es útil para definir tus preferencias, para delimitar tu espacio, para evitar caer en distracciones. A veces es necesario un: «no, gracias».
Es distinto decir no a expresarse en negativo.
Ahora vamos a hacer un ejercicio para sentir las palabras en el cuerpo.
Para un momento y respira profundo varias veces. Conecta con tu cuerpo y sus sensaciones.
Di en voz alta: no a la guerra.
¿Cómo reacciona tu cuerpo con esta frase?
¿Sientes una ligera contracción en alguna parte, tal vez en la boca del estómago, en la mandíbula? ¿Tu cuerpo se inclina?
Ahora, di en voz alta: sí a la paz.
¿Cómo reacciona tu cuerpo con esta frase?
¿Sientes una expansión en el pecho? ¿Te relajas? Como si hubieras soltado tensión o peso…
¿Sabías que el orden de las palabras altera el resultado?
Así es. El orden de las palabras tiene un impacto emocional en las personas. Por ejemplo:
“La paella estaba deliciosa, pero engorda”.
“La paella engorda, pero estaba deliciosa”.
Son dos frases compuestas por las mismas palabras que no dejan el mismo sabor de boca. Lo último que se dice se percibe como más importante que lo anterior.
¿Por qué? Porque el pero borra lo que está antes.
Todos los «pero» te alejan de tus sueños.
Además, el orden al presentar una estadística influye en la reacción y puede ser una forma de manipulación. ¿Te habías dado cuenta?
Escribir para sanar en positivo
Este es un ejercicio de escritura terapéutica que requiere un mayor nivel de consciencia y de atención.
A veces es más fácil identificar el lenguaje negativo en las personas que nos rodean que en nosotros mismos.
Así que un primer paso sería observar y escuchar con atención a las personas con las que hablas y lo que lees para identificar cómo estructuran las frases y cómo podrían expresarse en positivo.
Ejercicio 1: Cambia tu lenguaje, mejora tu vida y causa un efecto positivo
Premisa: podemos cambiar los modelos de realidad de causa-efecto. Si estás esperando, no estás creando. Puedes causar un efecto en ti y en tu entorno.
Para modificar la programación de tu mente inconsciente, tiene que haber un cambio fisiológico, de lenguaje y de comportamiento (energía).
La gente que tiene una visión nítida de lo que quiere conseguir es la que lo consigue.
Objetivo: prestar atención a la forma en que hablamos y cambiar algunas frases del negativo al positivo para cambiar el efecto.
¿Cómo?
Transforma estas frases para causar un efecto positivo.
Ejemplo 1:
Frase negativa: No puedes esperar la riqueza para sentirte rico y próspero.
Frase positiva: En el momento en que comienzas a sentirte abundante y digno estás generando riqueza.
Ejemplo 2:
Frase negativa: No quiero enfermarme.
Frase positiva: Gozo de buena salud y cuido lo que como, lo que pienso y lo que hago para mantenerme sano/a. Confío en mi sistema inmune.
Ejemplo 3:
Frase negativa: No olvides hacer esto.
Frase positiva: Recuerda hacer esto.
Ejemplo 4:
Copywriting negativo: ¿Estás harto/a de perder dinero en publicidad?
Copywriting positivo: ¿Quieres invertir mejor tu dinero y magnetizar con otra consciencia?
¿Cómo transformarías las siguientes frases para causar un efecto positivo?
No puedes esperar el éxito para sentirte empoderado/a.
No puedes esperar una nueva relación para sentir amor.
No puedes esperar tu curación para sentirte agradecido y completo.
No puedes esperar un momento místico para sentir asombro.
Expresar la misma idea de manera + positiva:
La vida es una lucha … + la vida es una aventura.
Es un fracaso … + es un ensayo.
Es un error … + es una lección.
Es un obstáculo …+ es un reto.
Es una dificultad …+ es una oportunidad.
Me gustaría, necesito …+ quiero.
Soy viejo/a …+ tengo experiencia.
Soy incapaz de hacerlo …+ ¿cómo puedo lograrlo?
Voy a intentar …+ lo voy a lograr.
Es difícil …+ es formador.
Es estresante …+ es estimulante.
No está mal …+ está bien, genial, me gusta.
Tiene suerte …+ es tenaz.
Ejercicio 2: Quema lo que te impide elevarte
Premisa: la limpieza interior pasa primero por identificar todo lo que contamina tu entorno y tu relación con los demás para después liberarte de eso.
Objetivo: identificar lo que no quieres y lo que sí quieres en tu vida.
¿Cómo?
Paso 1: Escribe a mano en una hoja A4 todo aquello que ya no quieres en tu vida, todo lo que te pesa, lo que quieres cambiar, lo que te haría bien soltar. Haz una lista detallada de todos los «no quiero…» y cuando hayas terminado, agradece, suelta y quema o rompe la lista.
Paso 2: Escribe a mano en tu agenda y de manera positiva todo lo que sí quieres en tu vida, lo que quieres que crezca, tus sueños, tus deseos, describe tu mejor versión. Revisa esta lista varias veces por semana y mira si estás haciendo algo para avanzar en esa dirección.
La vida es como un globo aerostático. Para subir más, hay que saber soltar lastre y arrojar por la borda todo lo que nos impide elevarnos. Raphaëlle Giordano.
Ejercicio 3: Bellas instantáneas
Premisa: Observar la realidad desde otra perspectiva te ayuda a abrir la mente a nuevas posibilidades. Todo depende del filtro con el que ves tu realidad. Entrenarte en ver lo positivo, lo bello, lo que disfrutas hace que cada vez veas y aprecies más lo bello, amable y divertido que te rodea.
Objetivo: entrénate para ver lo bello, amable y divertido.
¿Cómo?
En casa o cuando salgas, en lugar de concentrarte en lo desagradable, feo, irritante, etc., intenta fijar la atención en lo agradable, bello, reconfortante, gracioso. Y cuando tengas un rato describe eso que te ha gustado del día.
Por ejemplo, «esta mañana el amanecer ofreció un hermoso espectáculo. Las nubes de un rosa pálido acariciaban el azul bebé del cielo como si fueran enormes motas de algodón».
Cambia los pretextos por propuestas.
Cambia la queja por la apreciación.
Deja de preocuparte y refuerza el estado mental que sí te funciona.
Al elaborar nuestros textos y frases de una manera diferente, nos abrimos a vivir de una manera distinta. Esta es una clave de pensamiento creativo para vivir la vida que queremos.
Creer y crear están a solo una letra de distancia.
Usa un lenguaje poderoso que abra posibilidades para ti.
¿Te atreves a soltar los viejos paradigmas y a pensar para manifestar?
¿Te ha sido útil?
Por favor, comparte este artículo con alguien a quien pueda interesarle.
¡Gracias!
Artículos relacionados
Escribir para sanar, cinco ejercicios de escritura terapéutica
Últimos comentarios