CARTA A LAS EMOCIONES
Querido, miedo:
Tenemos que hablar.
Te agradezco todo lo que has hecho por mí. Aunque me ayudaste a sobrevivir en algunas ocasiones; ya no sobrevivo, ahora disfruto el gozo de existir.
Me hiciste temblar en la oscuridad. Y a ciegas, aprendí a agudizar todos mis sentidos y a conectar con otras dimensiones.
También me enseñaste el contraste de vivir contigo y contra ti. Contigo aprendí que tememos a lo que no conocemos. Contra ti, me hice daño a mí.
Querido, miedo, seamos sinceros. Sentirte hiere, enferma el cuerpo, acelera el corazón y esclaviza la mente, sobre todo la de aquellos que no te reconocen dentro. Tú eres la herramienta de control, hipnosis y propaganda preferida de la élite que tanta imaginación tiene.
Y yo, que siento el amor divino vibrar en cada una de mis células, he superado dolores inhumanos, he estado más allá del velo entre la vida y la muerte; también he aprendido a respirarte lento y profundo hasta calmar mis latidos, a mirarte a los ojos y a atravesar tu espejismo.
Y quiero que sepas que ya no te temo porque yo me amo y tú solo existes si yo te creo.
Por fin, me amo, incluso cuando menos lo merezco porque es cuando más lo necesito. Y el amor verdadero lo integra todo y abraza al miedo.
¿Temes desaparecer en el abrazo del amor?
Cada vez que apareces te miro, y te desvaneces. Tranquilo, querido, no estoy aquí para cambiarte. Estoy aquí para amarte, conocerte y comprenderte. Soy la presencia que te observa, el espacio en el que tú vas y vienes.
¿Sabes?
Cuando veía el mundo y a todos los que abusan, tenía miedo de usar mal mi propio poder. El poder de haber escogido estar aquí y de haber sido escogida por la vida. Tenía miedo de brillar y dejar que el universo brillara a través de mí.
Ahora sé que no puedo hacer daño y que nada puede hacerme daño porque soy amor. Ahora sé que ya no necesito ver la oscuridad para sentir mi luz. Ahora sé que mi amor me pone a salvo, que el amor es un regalo que me doy y que comparto.
Y he tirado una moneda al cielo, no para escoger cara o cruz, sino para ver cómo cae, gira sobre su borde y dibuja en el aire una esfera de armonía. Porque tú y yo somos uno bailando compases distintos en la fiesta de la vida.
Querido, miedo: Se acabó. Lo que pasó, pasó. Te veo, te escucho, te reconozco y te dejo ir.
Hoy te doy las gracias por ayudarme a ser más valiente, te invito a bailar conmigo y te abro mi corazón.
Con amor,
Yo soy.
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2 comentarios a “Miedo, cartas a las emociones”
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Olga lucia nevado borja - mayo 6, 2022 en 11:32 am
Hola Nohora te felicito por esta carta, aceptar, asumir y soltar es de personas conscientes y eso veo en ti, el amor es la fuerza más grande que existe y el motor que nos impulsa a la felicidad y a encontrar nuestro equilibrio y tu con estos hermosos mensajes nos das luz y nos demuestras que si se puede soltar sin miedo
Gracias por compartir tu amor con todos nosotros un abrazo
Nohora - mayo 6, 2022 en 12:56 pm
¡Muchas gracias, Olga Lucía! Mensajes como el tuyo me animan a seguir adelante. Un abrazo grande con mucho amor para ti. Merecemos crear un mundo más amoroso y feliz.