Tristeza, cartas a las emociones

desahogar emocionesHola, tristeza:

Maestra mía, aquí estás otra vez conmigo para una nueva lección.

¿Qué recóndito laberinto de mí misma quieres que explore hoy?

Los dolores heredados de mis antepasados, mis valores escondidos, mis creencias limitantes, mis acuerdos y lealtades ciegas, mis errores recientes, mis amores fallidos y logrados, mis expectativas frustradas, mis deseos no cumplidos, los para qué sin respuesta, la nostalgia de los que ya no están…

¿Con qué piensas clavar tu cuchillo en mis heridas?

Con todo lo que pudo ser y no fue. Con todo lo que soy, y aún no veo. Con los fragmentos de un yo roto en mil pedazos. Con el dolor de la humanidad y del planeta que soy capaz de sentir y filtrar.

¿Qué me hace llorar así? ¿Es mi ego? ¿Es mi alma? ¿Es mi cuerpo sabio que necesita limpiarse? ¿Es mi sistema nervioso que vuelve a resetearse?

Hay lágrimas de gratitud ante cada pequeño y gran detalle de la vida. Lágrimas que brotan cuando contemplo la belleza que nos rodea, cuando aprecio la bondad de la gente. Lágrimas de amor.

Hay lágrimas de dolor, de nostalgia y de impotencia, benditas sean las lágrimas que limpian mis células de cargas pasadas. Lágrimas de tormenta que traen calma. Lágrimas de introspección en la negrura.

No veo, por favor, ¡enciende una luz en este pozo oscuro! Quiero recoger mis trozos esparcidos. Quiero recuperar las ganas de vivir. Si estoy aquí es porque así lo he decidido y porque la vida me ha escogido a mí.

Hagamos brotar la alegría desde el fondo de ti misma, querida tristeza. Ven aquí, déjame abrazarte y sentir cuánto me pesas.

Ven aquí, lloremos juntas hasta vaciarnos por completo. Y en ese vacío llenarnos de amor, del divino amor verdadero. 

Y así, con los ojos cerrados y temblando, lloro con mi tristeza. Me abrazo, y a punta de abrazos suturo mi alma y mis tejidos. Descubro los signos en braille que conectan mi corazón partido, y vuelve a ser una mi alma desperdigada en las estrellas.

Luego de un rato eterno, vuelve la calma y la luz de la esperanza se abre paso en mi cuerpo. Me limpio la cara, me miro al espejo y me digo: me amo y me acepto tal y como soy. Estoy aquí para elevar la vibración del planeta y empiezo por mí, hoy. 

Unas lagrimitas y he quedado como nueva. A otra cosa, mariposa.

Gracias, querida tristeza.

 

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Sobre el Autor: Nohora

4 comentarios a “Tristeza, cartas a las emociones”

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  1. Monica Gomez - diciembre 16, 2022 en 2:21 pm Deja un comentario

    Excelente me encanta que forma tan linda y práctica de descargarnos, necesaria para seguir adelante con la mejor actitud, amándonos y aceptándonos
    Gracias Nohorita por compartir

  2. Juan F - diciembre 16, 2022 en 5:55 pm Deja un comentario

    ¡Hola! Como siempre una muy sentida reflexión, ¡muchas gracias! En la misma línea no estaría mal desearnos ¡unas tristes fiestas! 🙂

    • Nohora - diciembre 19, 2022 en 8:43 am Deja un comentario

      Juan Fe, gracias por leer y dejar tu comentario. Mmm, a pesar de aceptar y abrazar todas las emociones, incluyendo la tristeza, no puedo desearte unas tristes fiestas porque nuestra mente e intención tienen poder y porque estoy aquí para ser y dar amor. Por eso, te deseo que vivas con consciencia y que ejerzas tu libre albedrío con responsabilidad. Un abrazo grande.

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