El poder de la gratitud

Poder de la gratitud¿Hace falta estar al borde de la muerte para darnos cuenta de todo lo que tenemos y del poder de la gratitud?

A veces necesitamos vivir una situación dramática para tomar consciencia de quienes somos y del privilegio de estar aquí.

La emoción más intensa que sentí después de la primera cirugía fue en el momento en que me di cuenta de que había estado a punto de morir y seguía viva. Una punzada creciente de agradecimiento, amor y felicidad sacudió mi cuerpo en lágrimas. Comenzaba a descubrir el poder de la gratitud.

La cercanía de la muerte me había abierto los ojos para disfrutar más de la vida, que nos ofrece a cada instante una oportunidad, aunque seamos incapaces de verla. Al agradecer cambiamos nuestra percepción para que parte de eso que no vemos se haga visible de alguna manera y se convierta en conocimiento. Allí radica su poder transformador. El gozo de existir, pág. 95.

La gratitud amplía nuestra percepción

Nuestra percepción es limitada pero la gratitud hace que veamos más allá, mejora nuestra energía y nuestra visión. Tiene el poder de revelarnos nuestra propia abundancia. Eso lo descubrí después de haber tenido un derrame cerebral y dos cirugías a cráneo abierto.

Ahora me siento afortunada porque sigo viva. Porque puedo caminar cuando se suponía que iba a quedar en silla de ruedas. Agradezco ver, leer y escribir por mí misma aunque haya perdido la mitad del campo visual.

Doy gracias por el regalo de compartir más con las personas que amo. El tiempo que me queda es oro y lo aprovecho lo mejor que puedo. Me siento en gracia por la suerte de estar aquí, ahora.

La gratitud no es una emoción sino una decisión. Nos abre la mente a la idea de que nada de lo que sucede es «malo» para nosotros. A lo que te resistes, persiste decía C.G. Jung. El poder de la gratitud es que cesa la resistencia, afirmó Neale Donald Walsch en Being One Madrid.

Pequeñas cosas que nos hacen felices

En los momentos difíciles, me ha ayudado fijarme en todas esas pequeñas cosas que me hacen feliz. Por ejemplo, el cielo azul, el amanecer, las sonrisas de pillos de mis hijos, los besos sorpresa, los abrazos, las palabras amables, los gestos cariñosos, una mirada sincera, un trozo de chocolate, el olor del café por la mañana, un paseo entre los árboles, el sonido de las hojas al viento, las olas del mar que vienen y van, mi camita rica y tantas cosas más.

Incluso aprendí a dar gracias por los tropiezos, problemas y adversidades porque nos enseñan lecciones. También nos empujan a superarnos, a conocernos, a buscar nuevas salidas y soluciones. Así como la lluvia nos permite ver el arcoíris, después de llorar volvemos a reír y con más ganas.

La gratitud es la tabla de salvación que nos permite llegar a la orilla cuando sentimos que nos ahogamos.

Y es que somos abundantes. Necesitamos poco, a menos que nos empeñemos en lo contrario. A menos que vivamos en la insatisfacción de la escasez que siempre pide más. Nadie nos debe nada.

Dejemos de fijarnos en lo que no tenemos o en lo que perdimos. Es mejor apreciar todo lo bueno que hay en nuestras vidas, por pequeño, ajeno e insignificante que parezca. En lugar de luchar contra algo, es más efectivo potenciar el valor contrario. ¿En donde pones tu energía?

Ideas para fomentar la gratitud

Dar las gracias nos conecta, nos acerca, nos abre las puertas a la felicidad, al bienestar y a la generosidad.

Para y mira:

El primer ejercicio es muy sencillo: «Para, mira, anda». Es el método para ser felices y ver las oportunidades en cada momento. Perdemos las oportunidades porque no sabemos parar. Abre todos tus sentidos a esta maravillosa riqueza que nos ha sido dada, dice D. Steindl-Rast.

No es la felicidad la que nos hace ser agradecidos, es la gratitud la que nos hace ser felices, afirma el monje benedictino David Steindl-Rast.

La caja de la gratitud:

NMPCajaGratitud

Caja y acrílicos de N.M. Parga

Hay muchos buzones de quejas, reclamos y sugerencias, pero, ¿cuantos para dar las gracias? Este es un ejercicio a realizar en familia, en clase, con amigos o incluso en la oficina.

La idea es dar las gracias a alguien por algo ya sea firmando el mensaje o de forma anónima. Se puede escoger un día a la semana para leer los mensajes entre todos.

Mira este bonito ejemplo de el Aula de Elena.

Tres agradecimientos y dulces sueños:

Este es un hábito que tenemos en casa. Todas las noches, cuando los niños están en la cama les pido que den gracias por tres cosas «hoy».

A veces repiten lo mismo: he comido rico, he ido al parque, he jugado con mis amigos. Otras veces agradecen por lo que va a suceder e incluso por algo «malo» que les haya pasado.

Alguna noche están pletóricos y me toca parar, con alegría, la retahíla de agradecimientos.

Cuando amanece:

Comencemos el día dando gracias por una nueva hoja en blanco para escribir lo que queramos. Abro los ojos, ¿sigo viva?… ¡Gracias! Por muy enferma o deprimida que pueda estar una persona, siempre hay algo que agradecer. Algo por lo cual ha valido la pena nacer y crecer. Fíjate en los pequeños detalles que te hacen sentir a gusto.

 Cada vez que dices «gracias», el Universo te responde: ¿Qué más te puedo dar?, Mabel Katz.

El diario de la gratitud:

Imagina qué bonito sería leer dentro de unos meses o años tus recuerdos gratos. Evocar esos instantes de plenitud en los que has sentido la vida vibrando dentro de ti. Recordar lo que te ha hecho sonreír y estar a gusto en un momento dado.

Agradece a tu mente, y se relajará.

Agradece a tu corazón, y se abrirá.

Agradece a tu pasado, y se integrará.

Agradece a tus síntomas, y se sanarán.

Agradece a tu sombra, y se desvanecerá.

Agradece a tu vida, y se transformará.

Agradécete, y amanecerá.

Y tú, ¿cómo practicas la gratitud?

¡Gracias por compartir y por dejar un comentario!

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La gratitud mejora tu salud

Estrella Fugaz

Estrella Fugaz Ojo-Poema

Fruto del descuido,
tras un arrebato,
del polvo de estrellas
se engendra una nena
que quiere vivir.

Es un angelito,
un bello boceto,
que no pide nada,
tan solo existir.

Pero su joven madre,
es casi una niña
y mucho miedo tiene al avenir.

Quiere volar lejos,
sin hijos, sin frenos,
por lo que decide
hacerle salir.

Se siente cobarde,
se llama asesina.
Y en silencio llora
su contradicción.

Duele mucho y gime
por esa criatura,
y mirando al cielo
implora perdón.

Llueven y llueven lágrimas
que limpian su alma,
y la paz se filtra
en su corazón.

Porque allá en el cielo,
fugaz brilla una estrella,
y bailando canta:
te perdono, amor.


* Un poema dedicado con amor (sin juzgar) a todas las mujeres que han vivido esta difícil experiencia.


Información relacionada:

Con permiso de Inés Arias @reynadragona, parafraseo uno de sus hilos en twitter (27-jun-22):

«El aborto no es un fenómeno simple. Hay muchos casos que afectan a la mujer y a su vida más que a la del feto. La concepción no es el fin del proceso, solo el inicio de uno complejo en el que influyen factores: fisiológicos, quirúrgicos, médicos, sociales, familiares, personales, económicos, morales… Abortar es un derecho y también es un proceso fisiológico. Y tanto si es espontáneo como si no, las mujeres necesitamos que sea seguro, salubre y cuidadoso con quienes lo sufrimos.

Abortar no es matar. Esa simplificación es una falacia que quiere ver a las mujeres como las malas. Y no, nada en la vida es así de simple. Pensar que quienes sufrimos un aborto espontáneo somos víctimas y que las que no son asesinas, olvidan que la pobreza, el incesto, las violaciones, incluso el azar son factores que se imponen a la persona tanto o más que el fisiológico.

Si piensas que abortar es asesinar (olvidando que es un proceso que se puede dar de forma natural también) acabarás pensando que todas las mueres que abortan son asesinas. Y aceptarás como normal que una mujer que ha sufrido un aborto espontáneo vaya a la cárcel. Y entonces, ¿sabes qué? Que te habrás pasado al bando de los malos, ya que solo sabes leer el mundo desde ahí.

Y los malos son los que permiten que niñas de 10 años sean madres o que haya mujeres que mueran por no aplicarles un tratamiento quirúrgico porque el marido o la familia así lo dictaminen. […]

¿Qué mujer va a preferir un legrado a un condón o una píldora? Y, aunque las haya, como hay una que «lo usa mal” (que lo pongo en duda) ¿dejamos que las demás, en situaciones complejas y en las que está su vida en juego, no lo hagan?

Todas las mujeres que viven esta experiencia necesitan que se las cuide sin frialdad pero con profesionalidad médica. Necesitan acompañamiento y ayuda (si así lo quiere la mujer). […] No que las mande a la cárcel por ejercer el derecho a defender su propia vida.

Sería justo y necesario: un proceso seguro, con profesionales empáticos, con la ayuda y el acompañamiento que cada una necesite, sin importar cuál es el motivo de estar ahí, sin enjuiciamiento, sin fundamentalismo… desde la comprensión y la compasión de cada una de las situaciones que han llevado a una mujer a tomar esa decisión. Algo así para todas, en todo el mundo, desde Afganistán hasta EEUU. No seremos libres hasta que todas nuestras hermanas lo sean».

Primera presentación del libro: El Gozo de Existir

Cuando terminé de escribir y de corregir El Gozo de Existir, creí que había hecho el trabajo más gordo, pero no. Lo que viene después implica muchas horas de dedicación: edición, diseño de portada, publicación, promoción, venta, comunicación, presentación del libro y organización de eventos.

NMPtodo

Aunque estas tareas se pueden subcontratar, escogí el DIY (“Do it yourself”: hazlo tú mismo), con ayuda de mi marido. Gracias a él, autopubliqué en Amazon y abrí esta página web.

El domingo 29 de mayo, por la tarde, presenté “El Gozo de Existir” en Kerala, el centro de terapias alternativas de mi maestra de reiki, quien con toda amabilidad me ofreció su espacio y su tiempo para el evento.

Era un día importante para mí. Quería pasar un rato agradable, aprender y que fuera una experiencia gratificante para todas las personas.

Como era la primera vez, leí en Internet una docena de artículos sobre lanzamiento y presentación de libros para prepararme. En todos ellos recomendaban, en la etapa de pre-lanzamiento, abrir cuentas en las redes sociales y crear la página de autor como mínimo.

Además, sugerían participar en webinarios y foros, hacer un booktrailer, seguir a los periodistas especializados en tu temática, elaborar varios artículos informativos, etc.

Cuando Bego, mi amiga y maestra de reiki me propuso presentar El Gozo de Existir en Kerala, su centro de terapias alternativas, me pareció una idea estupenda.

Ella y el reiki aparecen en los tres capítulos de mi libro, así que era un espacio bastante relacionado con el contenido del mismo.

Como el sitio es pequeño, y allí realizamos un círculo de mujeres una vez al mes, se me ocurrió hacer un círculo literario con el mismo formato. Es decir: sentadas en círculo, en el suelo, sobre cojines, con la merienda en el centro, para compartir experiencias por turnos.

Para las invitaciones, Bego envió un correo a sus contactos y yo llamé a mis amigas coprotagonistas de la historia.

En mi caso, las confirmaciones se hicieron por whatsapp. Era una pequeña reunión y no convocamos a periodistas ni a otros bloggeros.

El programa estaba bien definido y el objetivo era compartir experiencias, reírse y salir de allí con un buen recuerdo.

La bienvenida y presentación

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Le pedí a Bego que me presentara, porque lo más común es que el anfitrión dé la bienvenida y haga una pequeña introducción.

Al ser pocas personas, me pareció más divertido y ágil hacer una entrevista abierta. Lo que equivale al turno para preguntas del público.

También quería mostrar el booktrailer y leer algunos párrafos del libro como introducción a las actividades que vendrían después. Así como compartir algunos testimonios, ya que varias personas lo habían leído.

 

Las actividades relacionadas con el libro

Al estar en un círculo, que facilita compartir experiencias y crear sinergias, primero las asistentes se presentaron. Después, les pedí que dijeran qué era lo que más apreciaban de sí mismas. Era un ejercicio de autovaloración inspirado en la sección “Desmitificando a la mujer maravilla” que aparece en el tercer capítulo.

Entre risas y bromas terminamos repitiendo en distintas palabras una misma idea. Es primordial amarse y cuidarse a uno mismo. Darse tiempo para disfrutar de la vida. Aprender a decir no a las demandas de otros y decir sí a nuestras pNMPCajaGratropias necesidades. Eso nos enriquece y nos permite dar lo mejor a los demás.

Acto seguido, leí un párrafo sobre el poder de la gratitud, del que hablo en el tercer capítulo. Saqué mi “caja de la gratitud” y repartí bolígrafos, papel y las tablillas decoradas para tomar apuntes.

Les pedí que escribieran una razón o acontecimiento por el que quisieran dar gracias ese día. Leí los mensajes de gratitud y guardé los papeles en la caja. Varias coincidimos en dar gracias por el simple hecho de estar vivas.

Después, les pedí que dijeran un plan, una idea, un proyecto, una persona que les hiciera ilusión, que les llenara de esperanza. Tema sobre el cual reflexiono al final de El Gozo de Existir.

Fue emocionante y enriquecedor compartir la apreciación, la gratitud y las esperanzas. Nos reímos mucho, y cayó una que otra lagrimita.

Para cerrar con broche de oro, escuchamos y bailamos “Yo viviré” la versión en salsa de “I will survive” que cantaba Celia Cruz, y con la que termino mi primer capítulo.

Nos sentó muy bien estirar brazos y piernas después de hora y media sentadas en el suelo. Aunque el tiempo pasó volando.

NMPmerienda

No hubo coctel sino merienda.

Preparé unas magdalenas y unas galletas macrobióticas, según los consejos que mi amiga Ana da en su blog Spiraldia.

Además, todas las personas que asistieron se llevaron de regalo un marca páginas muy bonito.

Y por supuesto, quienes quisieron compraron ejemplares del libro firmado y con dedicatoria.

Agradecimientos

Gracias a las amigas que fueron a mi presentación, algunas vinieron de lejos, otras estaban enfermas o con líos familiares. Aún así, asistieron todas las que confirmaron.

Gracias a las personas que han comprado o leído mi libro y a las que dejan esas estupendas reseñas en Amazon o me envían mensajes en las redes sociales. Me da una alegría inmensa saber que compartir mi testimonio está teniendo un eco positivo en muchos lectores.

Gracias a Bego por compartir su espacio y su tiempo para esta primera presentación de El Gozo de Existir.

Valoración del evento

El círculo literario tuvo un resultado feliz y satisfactorio: aforo completo, objetivos cumplidos, libros vendidos e incluso beneficios. En conclusión, para mí, esta primera presentación fue un éxito.

Me encantaría que te apuntaras a la siguiente.