Consciencia astral

Reconocer y ampliar la consciencia astral es un paso clave en el encuentro con tu esencia más profunda. Además, facilita la manifestación de una realidad con más amor, paz, alegría, salud y éxito.

Llevo meses probando esta herramienta de autoconocimiento y ahora la comparto contigo por si te resuena.

Después de años de investigación y práctica, Fran de la Fuente desarrolló un método eficaz para explorar la consciencia astral estando despierto que describo a continuación.

Puedes escuchar los acompañamientos o asistencias que él y la comunidad consciente publican en Vida Multidimensional, su canal de Youtube.

Lo que me gusta de Fran y de esta comunidad es que transmiten una energía de amor, alegría y confianza en uno mismo. Hacen investigaciones grupales desde el astral, verifican las energías y contrastan la información. También te animan a que no creas nada y verifiques por ti, a que seas tu propio maestro y guía sin depender de nada externo.

La consciencia astral es nombrada como consciencia intuitiva por Jean Jacques Charbonier, médico anestesista especialista en experiencias cercanas a la muerte y autor de varios libros.

Método para explorar la consciencia astral

Después de escuchar muchos acompañamientos y aventuras astrales y de practicar, he hecho un resumen y lo comparto aquí a modo de introducción.

Este es el método básico para principiantes. Los viajeros astrales experimentados utilizan otras herramientas o posibilidades a medida que las van descubriendo o compartiendo.

Es fascinante.

Antes de comenzar, aclaro que es recomendable hacer las meditaciones guiadas que están en el canal Vida Multidimensional y Loni Multidimensional para limpiar miedos, limpiar el cuerpo energético, ir a tu jardín del amor, expandir tu consciencia, etc. Esto te permitirá empezar con menos bloqueos y subir tu vibración cada vez más.

Nota: si no sabes cómo subir la vibración, te lo explico en otro artículo relacionado al final de este.

 

Primero: relajación

Relaja todo el cuerpo y calma tu mente con respiraciones lentas y profundas. Las herramientas son la meditación y la respiración con atención plena. Por ejemplo, te puedes repetir varias veces: «mi brazo derecho está caliente, pesado y relajado». Y así con cada parte del cuerpo. Se trata de relajarse sin dormirse. En este estado podemos acceder a mayor información.

Yo suelo decretar: ningún mal, ninguna entidad, ninguna interferencia puede llegarme. No permito interferencias en mi energía.

 

Segundo: acceso a tu jardín del amor

Es ese lugar, estado o espacio imaginario donde te sientes a gusto, en paz. Puede que ya lo hayas imaginado en otras meditaciones. Es tu espacio y lo puedes modificar como más te guste. Es tu creación. Es tu imaginación. Te da muchas pistas sobre ti.

Y si no lo ves, relájate y recuerda un paisaje significativo para ti. El jardín cambia según tu estado de ánimo y de parasitación o interferencia. Es un indicador de tu «temperatura astral».

Si sigues sin ver tu jardín, céntrate en las sensaciones de tu cuerpo y en tus emociones porque son información para ti.

Nota: con tu intención sube tu vibración a cada paso del proceso o cuando sientas que no conectas o que te ha afectado la información a la que accedes. Es importante observar sin juzgar y sin conectar con las emociones densas.

 Aumenta tu frecuencia vibratoria

Establece la intención de vibrar más alto. Utiliza herramientas que te faciliten el proceso, puede ser imaginar que eres un globo caliente que se eleva en el cielo; sentir que estás columpiándote, y con cada vaivén respiras y aumentas tu vibración; sentir que eres un sol cada vez más luminoso. Pensar en alguien que amas y te hace sonreír, recordar algo que te haga sentir alegría…

Pregúntate «a cuánto estoy vibrando», y si viene un número, intenta aumentarlo. Solo con tu intención y voluntad puedes conseguirlo.

Es un juego sin expectativas.

Percibe los cambios al vibrar más alto o cambiar de franja vibratoria: más calor, sensación eléctrica en el cuerpo, mayor percepción astral, mayor percepción del jardín o del cuerpo energético, serenidad, expansión, ligereza, plenitud. También puede que sientas un ligero mareo mientras te estabilizas.

Tercero: identificación de elementos ajenos y limpieza del cuerpo energético

Primero identifica en qué parte de tu cuerpo sientes las emociones y cómo esas emociones pueden estar interfiriendo en tu experiencia.  Las identificas y las sacas de ti con amor y con consciencia. Por ejemplo, se te hace un nudo en la garganta por el miedo a decir tu verdad, o la tristeza te aprieta el corazón, o la rabia te inflama y te hace doler la cabeza. ¿Qué te duele, presiona, rasca, etc.? ¿Te viene algún color cuando prestas atención a esa zona? ¿Te llega algún recuerdo?

Segundo, imagina que te estás viendo en un espejo o que puedes desdoblarte y tienes a tu otro yo enfrente. Tal vez podrás percibir sombras, tubos, telarañas, placas, metales, redes, cadenas, grilletes, cascos virtuales, escudos, hilos, gafas, sombreros, escafandras, etc. Tal vez no ves nada pero sí sientes olores, cambios de temperatura, texturas.

Además existe tecnología parásita que inserta pensamientos en las personas y modifica su comportamiento. Toma consciencia: «este pensamiento no es mío, elijo sentir y actuar con amor».

Tal vez no veas nada al principio. Entonces, ahí donde te pulsa, te aprieta, te duele, huele, ahí hay información. Si no ves nada, siente y confía en tu intuición. —Loni Multidimensional.

Con consciencia y con amor propio, saca todo eso y lo metes en una esfera de luz que has creado/imaginado fuera de tu cuerpo.

A mayor vibración, mayor consciencia astral.

En cada paso, hay que subir más la vibración. Según Fran y Loni, en el astral no hay esfuerzo, todo funciona con la intención y la voluntad de obtener la información.

 

Cuarto: ir a la causa

Pon la intención de saber cómo llegó eso ahí, quién lo puso, en qué momento, bajo qué condiciones, con qué te conecta. Te llegará información en forma de imagen, sonido, certeza, olor, sensación.

Hay bloqueos que has puesto tú con tus emociones mal digeridas, creencias y apegos, también hay interferencias de entidades o del sistema. Si te cuesta conectar, sube tu vibración.

También, para obtener respuestas, podemos imaginarnos un camino de luz o un tobogán que representa a la línea de tiempo y que nos va a llevar a un momento o escena clave para obtener la información que estamos preguntando. Otra forma de jugar es imaginar una película y seleccionas una escena o un álbum de fotos y seleccionas una instantánea.

Hay que identificar el evento en el que se produjo esa brecha en tu campo energético y que facilitó con tu permiso (consciente o no) la parasitación de energías densas.

 

Quinto: transmutación

Cuando has visto o sentido eso que no es tuyo (implante, larva, parásito, energía depredadora, etc.), imaginas una esfera de luz, sacas eso que no es tuyo de tu cuerpo energético y lo pones en la esfera de luz para transmutarlo en lo que quieras: luces de colores, mariposas, flores, aire puro. Saca y saca hasta que sientas que no queda nada. Y llenas de luz y amor ese espacio que ha quedado «vacío».

Con tu intención, y una vez que hayas obtenido la información le subes la vibración a esa esfera para transformar en algo bello todo aquello que esté ahí.

 

Sexto: reconocer a los responsables de la interferencia

Entonces afirma: «muéstrate tal y como eres». En el astral las entidades se disfrazan y por eso es importante verificar qué tenemos ahí. Ellos son maestros del engaño y se alimentan de tu miedo.

Al subir la vibración es más fácil comprobar lo que es y lo que no. Si aparece un ser, repites: muéstrate tal y como eres. Puede que se muestre «angelical» o gigante y amenazador o se disfrace de alguien en quien confías. No quiere ser descubierto ni perder la fuente de su alimento: tu energía en forma de emociones densas.

Los parásitos son jerárquicos y lo demuestran con su tamaño y apariencia. Es una ilusión para asustarte. Ellos te necesitan para sobrevivir y una vez que tú retomas tu poder, ellos disminuyen de tamaño o desaparecen ante tu luz.

Recuerda: tu luz, intención y voluntad son más fuertes. Eres capaz de moverte en las distintas franjas vibratorias. Nada puede encarcelar tu energía a menos de que lo creas y lo permitas.

Y tal vez la primera gran interferencia es creerte el personaje, identificarte con el ser humano con nombre, apellidos, cuenta bancaria, drama, problemas, etc., sin darte cuenta de que eres mucho más.

 

Séptimo: anulación de los contratos y sus copias

Si no ves, siente. Le pides el contrato y todas las copias. Sin esto, el problema, enfermedad o asunto que hayas limpiado va a volver. La entidad te va a distraer para no dártelo. Le pides todas las copias de ese contrato o de cualquier otro que hayan firmado. Te las tiene que dar. Si ves que no lo hace, sube tu vibración.

Ahora tú decides qué haces con eso. Si quieres liberarte y limpiar a fondo, rompes los contratos y encierras a esa entidad en una esfera de luz para transmutar su energía con amor.

Recuerda: el miedo, la lucha, el conflicto, la duda, la queja, la rabia, la crítica, el odio, la venganza, la preocupación, etc., alimentan a las energías depredadoras y te debilitan.

La creatividad, el sentido del humor y la risa son tus mejores aliados.

 

Octavo: verificación

¿Cómo te sientes ahora después de haberte quitado todo eso? ¿Qué sentiste al romper todos los contratos? ¿Ligereza, liberación, energía?

Vuelve a tu jardín del amor y verifica qué ha cambiado en tu percepción o si hay algún elemento que se ha modificado. Vuelve a la escena o evento y verifica si algo se ha modificado tras tu toma de consciencia.

Y recuerda que si el dolor, la enfermedad o la situación molesta vuelve es porque quedan contratos o residuos que deben limpiarse y transmutarse a fondo.

 

Noveno: sellar con luz

Con tu intención y para cerrar la sesión, llena de luz todo espacio en especial el que hayas vaciado. Imagina que llenas de luz todos los huesos, venas, nervios y tejidos de tu cuerpo. Imagina tu sangre llena de luz. Siente esa vibración y sonríe.

El astral es como un videojuego con niveles y herramientas. Si algo te cuesta, usas tu creatividad y te inventas herramientas para obtener la información y limpiarte.

 

Siguiente nivel de consciencia astral

Paso a través de tu punto de luz

Revisa tu cuerpo energético, busca una parte o punto con mayor intensidad lumínica (punto de encaje de Castañeda). Usa ese punto como un portal para pasar a través de él a una frecuencia energética más alta («la zona del fluir sin yo o la libertad de las consciencias»). Al pasar a través de ese punto ya no percibes la forma física ni el color de la luz, eres la energía que se funde en un todo. Ya no te identificas con el personaje humano ni siquiera con un representación lumínica. Sientes una felicidad, plenitud y libertad inmensa, indescriptible. Este es un ejercicio propuesto por la consciencia astral del científico mexicano Jacobo Grinberg.

En este estado de consciencia ampliada puedes acceder a mayor información y capacidades, como hacerte invisible ante energías depredadoras en el caso de que quieras investigar otras realidades.

 

Reunión grupal en el astral

Hay una conexión de audio para conversar y contrastar la información a medida que los participantes de la actividad llegan a un punto determinado de reunión astral. Suelen identificarse unos a otros y luego proceden a limpiarse posibles implantes o emociones densas que se detectan en el momento para luego sintonizar todos en una frecuencia parecida y comenzar una investigación sobre un tema específico.

 

Compartir paquetes de información

Podemos descargar paquetes de información y herramientas de manera instantánea en el astral, gracias a lo que Jacobo Grinberg llamó la Latix. Es como si descargaras una app. Esto sucede gracias a la intención. Es obvio que si has llegado hasta aquí es porque ya te has liberado de la mayoría de creencias limitantes.

 

Consciencia astral expandida similar a la fuente

Tu ser puede desdoblarse en fractales para que cada uno haga diferentes actividades, con la capacidad de saber qué hace cada fractal en cada momento, ya sea en el campo físico o astral.

¿Parece ciencia ficción o que te estoy contando una película? Pues hay gente que ha desarrollado esta habilidad y es capaz de ver lo que tú estás viendo (visión remota), de mover objetos a distancia y transformar eventos. Sí, es posible.

Viajar en el tiempo con un cuerpo físico es una ilusión engañosa. No necesitamos un cuerpo físico. Para ir a otra «línea de tiempo» o trayectoria de posibilidades y modificar una historia, solo necesitamos nuestra consciencia expandida en el astral.

Recuerda: Sentir es lo que nos permite diferenciar y reconocer las energías en el astral y en el físico.

 

Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú lo llamarás destino. Carl Gustav Jung.

¿Te atreves a retomar tu libertad? ¿Te atreves a tomar las riendas de tu vida? ¿Te atreves a explorar tu consciencia astral?

 

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Referencias

Fran de la Fuente, Youtube: Vida Multidimensional

Youtube: Loni Multidimensional

Taller: ciclo menstrual y primera menstruación

¿Te gustaría vivir tu ciclo menstrual de manera más agradable, amorosa y conectada con tu esencia? ¿Sabes en qué fase de tu ciclo estás?¿Te gustaría que tus hijas, sobrinas, hermanas, nietas disfrutaran su ciclo?

Tal vez crees que el dolor es normal. Quizá sientes asco de la sangre menstrual. Si rechazas tu sangre, te estás rechazando a ti misma.

Te invito a que te aceptes y te ames tal y como eres.

¿Te cuesta hablar de sexualidad con tus hijas o con otras personas?

¡Ánimo!, lo estás haciendo lo mejor que sabes y lo mejor que puedes. La sociedad, la familia y la cultura nos condicionan y moldean de muchas formas.

La buena noticia es que al compartir experiencias de autoconocimiento y de amor propio habitamos nuestro cuerpo con aprecio, goce y alegría.

Y, además de felices, eso nos hace más libres, seguras y asertivas.

Ciclo menstrual y primera menstruación

Es un taller lúdico para niñas acompañadas por sus madres u otras mujeres de su entorno afectivo que deseen compartir el inicio de su vida cíclica de manera gratificante.

Es una experiencia para mentes y corazones abiertos a vibrar en el amor propio, libre de juicios.

La primera menstruación, la menarquia, es un momento importante en la sexualidad de las mujeres, ya que marca el final de la infancia y el inicio de la etapa fértil, la etapa cíclica y de cambio.

La menarquia, la primera luna, es el despertar de las hormonas que son mensajeras evolutivas.

Para que sea una vivencia fluida se necesita información, acompañamiento y una celebración privada al gusto de la homenajeada.

Como adultas, y aunque lo hallamos vivido como un tabú, podemos dejar bien claro que la menstruación es la renovación de la vida que nos conecta con la madre tierra. Podemos transmitir una perspectiva consciente, saludable y fortalecedora a nuestras hijas, sobrinas, nietas, hermanas…

Próximo taller:

Fecha: A acordar con las personas interesadas.

Lugar: online

Aportación: Una persona: 15 euros. Madre e hija: 20 euros.

Plazas limitadas.

ONLINE: Apúntate y acordaremos una fecha y hora que nos venga bien a todas.

Por favor reserva tu plaza si estás interesada. Y cuéntame qué edad tiene tu hija y qué esperas del taller.

    FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN





     

    Objetivos de la actividad:

    1. Brindar imágenes de seguridad, aceptación y confianza, así como algunos conocimientos necesarios para entrar en la etapa fértil con mayor bienestar.

    2. Percibir la menarquía y la menstruación como un motivo de orgullo, de alegría y de celebración.

    3. Fomentar el amor propio desde el autoconocimiento y el autocuidado del cuerpo cíclico.

    En este maravilloso taller:

    🧡 Conectarás con la creatividad latente en tu útero a través de la pintura.

    🧡 Descubrirás las 4 fases del ciclo menstrual, asociadas con las estaciones y con algunos arquetipos, y sabrás cómo te influyen física y emocionalmente.

    🧡 Recibirás nociones sobre los cuidados en las diferentes fases del ciclo y algunos recursos para que sea más agradable.

    🧡 Conocerás alternativas saludables y sostenibles para el sangrado.

    🧡 Conectarás con la apreciación y aceptación de todo tu cuerpo.

    La actividad está planteada como un círculo de doncellas y adultas. Conversaremos, dibujaremos, escribiremos y compartiremos un rato agradable y lúdico. También realizaremos ejercicios de respiración y de consciencia corporal.

    Taller del 7-mar-20, en Appa Art Gallery, Madrid, con la colaboración de Franquearte y Bicilibros.

    Opciones

    Online: una vez te inscribas, por correo acordaremos una fecha y hora para el taller, así como la moneda (si vives fuera de la comunidad europea) y la forma de pago. Me adapto a la edad y características de la niña para ofrecerle la mejor experiencia.

    Si tu hija no quiere venir, por la razón que sea, ven tú sola y regala esta experiencia a tu niña interior. Esto tendrá un efecto positivo en tu entorno.

     

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    Ámate, vales la alegría

    Ámate

    Porque eres suficiente, digan lo que digan.

    Porque sabes que disfrutar de la vida es la mejor manera de valorar el tiempo. Porque eso que te hace distinta y rara, te hace única, y si has nacido es por y para crear algo que solo tú puedes hacer a tu manera.

    Porque te atreves aún cuando sientes miedo.

    Porque sabes que soñar es el primer paso para hacerlo realidad. Porque estás aprendiendo a parar, a soltar y a dejar de machacarte.

    Porque eres capaz de hacer menos caso a tus complejos y centrarte en tus fortalezas.

    Porque desde que naciste te dijeron cómo debías ser, responder, vestir, sentir, hablar, etc., y tú te estás atreviendo a ser tú, con todas sus consecuencias.

    Porque eres la persona más importante en tu vida. Porque solo tú estás en tu piel y eres tuya y de nadie más.

    Ámate, valórate y háblate bonito. Así, no habrá forma de que las palabras o los gestos de otro te hagan daño.

    Porque mereces palabras sinceras, abrazos sanadores y silencios acompañantes. Porque solo por existir eres digna de amor y respeto.

    Por eso, y por todo lo no dicho, ámate.

    Vales la alegría

    Tú vales la alegría de decir lo que sientes, claro y de frente cuando lo necesites. Vales la alegría de ser lo que quieres ser sin que te importe el qué dirán. Los demás siempre tendrán algo que criticar, ¡que se miren al espejo, y se escuchen primero!

    Vales la alegría de aclarar tu mente, identificar lo que quieres e ir a por ello, porque tú puedes y te lo mereces.

    La alegría de aprender de tus errores. ¡Todos nos hemos caído al empezar a caminar!

    ¡Sí! Y celebrar tus aciertos, tus logros, tus talentos. Tú vales la alegría de sentirte suficiente, de ser tú, de acariciar tu piel, de vibrar en tu cuerpo.

    Tú vales la alegría de disfrutar cariño, tiempo y atención sin mendigar a personas que solo quieren pasar el rato. Vales la alegría de estar con gente que sepa decir: me gustas, te amo, lo siento, te echo de menos, ¿qué puedo hacer por ti? Gente coherente que además de decirlo te lo demuestre con hechos. Tú vales la alegría de besos, abrazos, orgasmos y miradas que te hagan sentir muy viva/o.

    Vales la alegría de cantar, bailar, pintar, esquiar, viajar, hacer el tonto, el amor o lo que te gusta y partirte de risa. La alegría de existir. Vales la alegría de comprobar que puedes liberarte de todo eso que te ata y te bloquea porque está en tu mente.

    Sé que vales toda la alegría. 

    Y yo también.😉

    ¡Quiérete, vales la alegría!

    Una mujer que se ama a sí misma

    Una mujer que se ama a sí misma

    Mujer: somos la esperanza. Óleo. N.M. Parga

    Nos hemos desvalorado con patrones de pensamiento heredados.

    Nos han dicho que somos el sexo débil. Miden nuestra belleza en colores, kilos y tallas. Han dudado de nuestras habilidades intelectuales.

    Nos han impedido el derecho al voto y el acceso a la educación. Nos es casi imposible llegar a puestos de poder. Nos pagan menos que a los hombres por hacer el mismo trabajo.

    Nos acosan. Nos violan. Nos matan. Las leyes no nos protegen lo suficiente. Incluso durante una época se nos consideró seres asexuados, relegados a la satisfacción del macho y a la reproducción.

    Y todavía la ablación es una práctica común en más de 32 países. Al año, tres millones de niñas sufren esta tortura. Lo peor, es que la realizan mujeres.

    ¿Por qué? ¿Para qué?

    La potente sexualidad femenina

    Algunas personas piensan que nos reprimen más a nosotras porque nuestra sexualidad es más amplia y potente.

    Nosotras, a diferencia de los hombres, tenemos clítoris cuya única función conocida es la de proporcionar placer sexual. Nosotras no tenemos período refractario durante el sexo y podemos tener múltiples orgasmos sin perder energía.

    Nosotras somos vehículo de vida porque gestamos a nuestros hijos y creamos proyectos vitales. Nosotras nutrimos el cuerpo y el alma. Amamantamos, primero. Alimentamos, después. ¡Hasta nuestra sangre menstrual es fertilizante!

    Nosotras tenemos más inteligencia y fortaleza emocional. Nosotras ofrecemos nuevos puntos de vista para el desarrollo de la ciencia y las humanidades, como lo demuestra una larga lista de mujeres ejemplares. Y eso es muy valioso.

    Somos valiosas. Deberíamos estar orgullosas de decir: «Soy una mujer, en un cuerpo de mujer y me encanta serlo».

    Además, si mujeres equilibradas gobernaran no habría guerras. ¿Qué madre enviaría a la muerte, a la tortura y al sufrimiento en vano a un hijo propio o ajeno? ¿Qué mujer utilizaría el cuerpo de otra mujer como arma de guerra? *

    Nosotras preferimos la colaboración a la competición. No tenemos que estar demostrando nuestra fuerza física, ni nuestro poder. Preferimos mostrar nuestras habilidades.

    Pero nos educan y nos moldean para que seamos obedientes, para que traguemos entero y no intentemos salirnos de la norma. Nos educan para que nos creamos lineales olvidando que somos cíclicas. Y, ¿quién impone esas normas? Una minoría masculina que traza los parámetros para la mayoría. Hombres y mujeres.

    Y aquí quiero recalcar que los hombres que aman a las mujeres (sean madres, hermanas, amantes, amigas, colegas…) están a favor de nosotras. No todos los hombres son depredadores, violadores, abusivos, etc.

    Dejar de enfrentarnos es un paso necesario para recuperar nuestro poder en tanto que seres humanos. Somos complementarios y en este mundo dual todos tenemos polaridades femenina y masculina, por eso mi propuesta es el equilibrio, la armonía de la energía.

    Cuidar los derechos de las mujeres no significa reducir los derechos de los hombres. Podemos vivir en equilibrio, equidad y paz.

    Además de enfrentarnos nos reprimen o mejor dicho: nos enfrentamos y nos reprimimos. Y la represión disminuye el valor natural y vital que tiene la sexualidad. Reprimir la sexualidad es una forma de quitarnos poder. Es una herramienta de manipulación y de desvalorización.

    La sexualidad es mucho más que el sexo y el sexo es mucho más que el coito. La sexualidad es tu propio modo de vivir el hecho de ser mujer/hombre/transexual, etc., tu manera de situarte en el mundo, mostrándote tal y como eres.

    ¿Te muestras tal y como eres?

    Adiós, niña buenaEmpoderarse significa ponerse en valor e influir en el mundo. «El poder personal es la capacidad que tenemos como mujeres de ser capaces de crear la vida que anhelamos, a través de una elección consciente de aquello que deseamos experimentar».

    Para conectar con nuestro poder personal hemos de liberarnos de miedos, mitos y culpas. Y eso es lo que hace Sara, la protagonista de Adiós, niña buena.

    Sara decide deshacerse de límites, prejuicios y creencias. Decide aceptar su cuerpo y darse permiso para gozar. Decide expresarse con libertad y pedir lo que quiere. En el camino, aprende a conocerse mejor y a amarse a sí misma.

    Paso a paso, Sara reflexiona sobre las relaciones de pareja, el matrimonio, la monogamia, la infidelidad y el poliamor para llegar a un nuevo equilibrio. Sara explora, entre otros temas, el masaje tántrico, los círculos de mujeres, el tantra, la terapia sexual de pareja, el cibersexo y los juegos de rol. Y lo hace desde la mirada curiosa de su niña interior.

    Sara aprende que es necesario ser dueña y protagonista de su propio placer, de su vida. Es decir, ser responsable de su sexualidad. Empezar por ella. Ser su mejor amante. Eso implica conocer el propio cuerpo, los deseos, fantasías, necesidades, bloqueos y límites.

    Y por supuesto, comete errores que son parte del aprendizaje, y vive experiencias placenteras y dolorosas que llaman su atención sobre la importancia de amarse a sí misma.

    Una mujer que se ama a sí misma

    Una mujer que se ama a sí misma, conoce sus límites, se respeta y se hace respetar. Se pone en valor y se compromete consigo misma. No acepta que la usen, humillen o maltraten. Se cuida. Se aprecia. Se acepta. Se da permiso para gozar. Toma decisiones y aprende de sus errores. Se hace visible. Se informa. Se forma. Crece en sabiduría. Cree en ella misma.

    ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento? ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido con la información? — T.S. Elliot.

    Una mujer que se ama a sí misma sabe que no es una media naranja sino un ser completo y decide compartir o no su tiempo con otras personas llámense marido, pareja, hijos, amigos, padres, conocidos, compañeros de trabajo, etc. Una mujer que se ama a sí misma aprende del conflicto y se aleja de las personas y situaciones que le hacen daño cuando no las puede cambiar.

    Una mujer que se ama a sí misma, en una sociedad de represión moderada como la nuestra, recupera el poder que ha ido cediendo en otras personas e instituciones. Recupera la confianza en sus propias capacidades, decisiones y acciones. Se responsabiliza de los propios éxitos y de los errores necesarios para el crecimiento y el aprendizaje. Aprende a gestionar sus finanzas lo que le da independencia.

    Una mujer que se ama a sí misma se expresa con libertad, sin importar el qué dirán, y participa en el cambio social.

    No podemos modificar lo que ya ha sucedido. Aunque sí podemos escoger la propia actitud ante cualquier circunstancia. **

    Una actitud responsable, no guerrera. Luchar no es reivindicar. Creo que la lucha está sobrevalorada***. Nos enfrenta. Nos debilita. No es la solución. Hace parte del sistema jerárquico patriarcal, del divide y vencerás, del discurso bélico. Hace que pierdas el foco y que uses tu energía en atacar no en crear.

    Lo que sí funciona es tejer redes de solidaridad y sororidad. Compartir los aprendizajes y hacer eco. Transformar desde la creatividad, la colaboración y la educación. Hacer valer los derechos adquiridos.

    Se trata de recuperar nuestro propio poder, nuestra confianza e influir en el cambio de perspectiva a pequeña y gran escala desde hoy.

    Dentro de ti tienes un reloj biológico que late y vibra para que veas lo esencial y practiques todo lo que significa ser una persona que —de verdad— se ama y se valora a sí misma.

    Estas son algunas ideas. Me encantaría que compartieras en los comentarios otras formas de empoderamiento y amor propio. ¡Gracias!

    Referencias

    Parga, N.M. «Adiós, niña buena», Amazon, 2018.

    Ruiz Ruiz, Isabel, «Mujeres». Colección de libros ilustrados.

    Notas

    * Se calcula que un 1-2% de la población es psicópata, de la cual el 50% son mujeres.

    ** Parafraseando a Viktor Frankl.

    *** Creo que las palabras «luchar y lucha» podrían cambiarse por otros verbos y sustantivos más apropiados y enriquecedores. Las palabras que utilizamos son importantes y definen nuestra cosmovisión.

    Me amo, me cuido, todo tiene sentido

    ¿Qué significa amarme mí misma?
    Me amo, me cuido cuando me escucho.
    Conecto con mi cuerpo y sus mensajes.
    En las entrañas, mi instinto y sus cantares.
    El corazón que salta, vibra y late.
    Mi garganta que a veces calla,
    y a veces canta lo que siento.
    Pide aquello que necesito.
    
    me amo y me cuidoEs amor
    estar con quien quiero,
    allí, en donde puedo ser más
    y hacer menos.
    
    Me amo, me cuido, me lo merezco.
    Doy, comparto, respeto.
    También disfruto recibir.
    Me sienta bien descansar,
    dejarme mimar, que me traten bien.
    ¡Basta ya de complacer!
    
    Me amo cuando establezco límites para la convivencia.
    Sin dominar, sin dejarme pisar.
    Me amo cuando digo: «Ahora no» y «basta ya».
    Sé hasta dónde puedo llegar y cuánto puedo dar.
    Porque si me extralimito, me enfermo.
    Por eso, conozco mis ritmos, mis ciclos y los respeto.
    
    Como toda persona, soy digna de amor.
    Me arreglo, me miro, me gusto.
    Me relajo, sin tensar el cómo.
    Me regalo un paseo por la playa,
    un café con mis amigas,
    la lectura de un libro,
    un rato a solas conmigo.
    
    Me acepto tal y como soy.
    Sin exigencias, sin condiciones, sin castigos.
    Soy amable y paciente conmigo.
    Soy un ser completo, una semilla de posibilidades.
    Y me lo creo.
    Así recreo una mejor versión de mí misma.
    
    En cualquier circunstancia, estoy en el lugar y momento preciso.
    Manejo mi espacio personal y mi tiempo.
    Asumo las consecuencias de mis actos.
    Y cuido con cariño mis heridas.
    
    Hago los cambios necesarios para que mi vida me guste.
    Sin forzar situaciones o personas.
    Voy más allá de mis miedos.
    De lo más banal, a lo más trascendente,
    cuando me amo, me cuido, todo tiene sentido.
    
    

    Ama y atrévete a ser quien eres

    ManosNirvana¿En cuántas ocasiones te han dicho: «Ámate a ti mismo»? A veces, para entender un mensaje, debemos escucharlo con frecuencia y de diferentes personas. Necesitamos oírlo de distintas maneras para poder asimilarlo. Así somos los seres humanos.

     

    Cada cual escucha, ve y entiende lo que quiere o necesita en un momento determinado. En otras palabras, «resonamos».

    Tras haber estado al borde de la muerte, llegué a la conclusión que el amor me había salvado. Además, sentí que la gratitud me había ayudado a sanar más rápido.  Y me pregunté: «¿Qué significa amarme a mí misma?»

     

    El gozo de existir

    Por eso decidí compartir mi testimonio en El gozo de existir. Donde cuento los pasos en el camino que fui descubriendo al andar. Algunos mensajes podrán hacerte sonreír, llorar o reflexionar.

    No pretendo decirle a nadie qué hacer ni cómo vivir su vida. Tampoco es necesario sufrir un ictus o el acoso moral para tomar consciencia y liberarse de ataduras mentales. Sin embargo, creo que todo lo que nos sucede, pasa por algo y nos lleva a ser quienes somos.

    Desde mucho antes de mi ictus, yo había decidido seguir un camino espiritual personal fuera de cualquier religión o ideología. Había iniciado el proceso de toma de consciencia, que aún continúa. Después, decidí escuchar mi corazón y la voz de mi intuición en cada momento. Decidí fluir y ser fiel a mí misma para disfrutar mi vida y amar más y mejor.

    En estos días, leí Morir para ser yo de Anita Moorjani y amplié mi consciencia al respecto. Por eso me gustaría destacar algunos de nuestros aprendizajes y mensajes. Aclaro que la experiencia cercana a la muerte de Anita fue mucho más consciente, amplia y reveladora que mi nirvana. Sin embargo, ambas experiencias nos han abierto los ojos.

     

    «Deberíamos estar muertas, pero seguimos vivas»

    Para empezar, eso tenemos en común Anita y yo. También nos recuperamos más rápido de lo «normal».  Ella tuvo una remisión espontánea del cáncer de linfoma que arrasó su cuerpo dejándola en coma. Mi recuperación tras la hemorragia cerebral y dos cirugías a cráneo abierto fue milagrosa.

     

    Diferencias que enriquecen

    A pesar de estar en coma, Anita fue consciente de todo mientras moría y tenía una claridad mental impresionante. Yo no me di cuenta de que me estaba muriendo. Además, tras despertar del coma me falló la memoria durante dos semanas.

    Anita tuvo una experiencia cercana a la muerte y fue consciente de todo lo que sucedía a su alrededor. Era capaz de sentir lo que sentían los demás mientras su cuerpo estaba muriendo. Se comunicó con la presencia de su difunto padre y de su mejor amiga. Incluso se vio a sí misma en vidas paralelas y simultáneas. Y llegó a la conclusión que Dios es un estado de ser.

    A lo largo del libro, ella menciona varias razones para su curación. Por ejemplo, la total ausencia de creencias y pensamientos le permitió a su cuerpo reiniciarse.

     

    Anita decidió volver a su cuerpo

    Durante su experiencia cercana a la muerte supo que sanaría en cuestión de días. Supo que el miedo la había enfermado y que ahora sería capaz de vivir sin miedo.

    La clave de mi curación fue el amor incondicional hacia mí misma, que eliminó mis miedos, afirma Anita Moorjani (p. 203).

    En cambio, creo que no decidí seguir viviendo. Siento que esa energía infinita, ese amor incondicional, me devolvió a la orilla de esta vida. Me rendí y dejé que el amor se hiciera cargo de mí. Eso me salvó.

    Además de la historia personal, Anita comparte su profunda comprensión de la realidad tras su ECM, por lo que recomiendo la lectura de su libro. Para mí ha sido una revelación y una alegría ver escritas en sus palabras una versión de mis aprendizajes.

    Anita, gracias por recordarnos que ya somos lo que necesitamos ser. Gracias por animarnos a expresar nuestra singularidad sin miedo.

    Puntos en común

    Ambas decidimos escribir nuestras experiencias y aprendizajes para compartirlos con quienes quieran leer y escuchar. Las dos comprendimos que nuestras enfermedades eran parte de nuestra razón de ser, de nuestro propósito. Y nos sentimos profundamente agradecidas por una segunda oportunidad.

    Vida contenida en una jaulaLas dos tomamos consciencia del estado de expansión sin los límites de los cinco sentidos que perciben el tiempo de forma lineal. Razón por la cual ella habla del cuerpo como confinamiento y yo le llamo la jaula.

    Al experimentar el estado maravilloso de la vida sin un cuerpo, las dos perdimos el miedo a la muerte. Ambas quisimos quedarnos en ese estado indescriptible de amor, bienestar y gozo. En ese estado del ser en el que no hay pensamientos.

    Ambas nos preguntamos: ¿Quién soy? ¿Para qué he nacido? ¿Cuál es el sentido de esta vida? ¿Qué significa ser yo misma?

    Las dos seguimos aquí para transmitir un mensaje y vivirlo. Todos somos amor y somos capaces de disfrutar el regalo de la vida sin miedo.

     

    Aceptación y confianza

    Aprendimos a aceptar

    La aceptación es el estado en donde ocurren los cambios más positivos. Cuando aceptas, permites que todo sea tal como es. El universo nos da solo aquello para lo que estamos preparados y cuando lo estamos. Eso significa aprender a vivir en la incertidumbre para abrirse a nuevas posibilidades.

    Me acepto cuando me permito ser yo misma y vivir plenamente. Me permito sentir lo que me molesta y lo que me gusta, sin luchar. Acepto mis sentimientos y pensamientos negativos y los dejo ir.

    Acepto que todo pasa por una razón. Me pregunto ¿para qué?

    Algunos hechos o personas son bendiciones, otros son lecciones.

     

    Aprendimos a confiar

    La aceptación y la confianza van de la mano. Somos parte de una sabiduría mayor que ya está en cada uno de nosotros. La clave es permitir que nos guíe, nos proteja y nos de todo cuanto precisamos para nuestro bienestar y felicidad. Es soltar y dejar ser.

    Cada momento alberga infinitas posibilidades. Lo que sucede es lo que tiene que pasar me guste o no. Y al llegar a este punto, me pregunto: «¿Qué es lo que no veo aún?

    Todo lo que es para mí llega a mi vida sin esfuerzo, afirma Anita Moorjani.

     

    Aprendimos que el cuerpo refleja el estado interno

    Si creemos que lo externo tiene más poder sobre nosotros que lo interno, nos descentramos y enfermamos. Cada dolor, cada catarro, cada molestia es un mensaje de nuestra naturaleza a través del cuerpo.

    Las respuestas siempre están en nuestro interior. ¿Desde cuando me sucede? ¿Hay algo que no haya salido como yo quería? ¿Qué me impide hacer este dolor? ¿Me trato con amor y respeto? ¿Me perdono? ¿Por qué me siento así?

    La enfermedad no es un enemigo contra el que hay que luchar. Esta visión bélica está basada en el miedo. Y el temor es la causa del malestar. Así que al luchar contra la enfermedad estamos alimentando la energía que la ha producido: el miedo.

    Al contrario, los síntomas son la forma que el cuerpo utiliza para curar un problema más profundo. La enfermedad es un mensaje. Por eso te digo: Deja de luchar y cambia el cha,cha,cha. Tal vez si escuchas el mensaje y haces los cambios necesarios, los síntomas remitan en cuestión de días.

     

    Ama y atrévete a ser quien eres

    Nacemos completos como semillas de posibilidades. Cada uno tiene una posición y un propósito singular en el tejido de la vida. ¿Qué nos impide ser lo que somos? Hemos nacido para aprender a expresar nuestra propia esencia que es amor.

    Lo único que tenemos que hacer es permitir lo inesperado. Permitir que las cosas sucedan. Cada cual permite o limita cuanto quiere que entre en su vida.

    El propio acto de aceptarme y permitirme sentir sin juzgarme es un acto de amor por mí misma, dice Anita (p. 215).

    Ser yo misma es centrarme. Es reconocer mi lugar en el universo y sentir mi conexión con todo lo que existe. Como una gota en el océano, o un grano de arena en la playa. Más ser y menos hacer.

    Atreverme a ser lo que soy implica estar donde, cuando y con quien quiero estar. Significa ser consciente de si mis decisiones están motivadas por el miedo o por el amor.

    Supone dejar ir las creencias que ya no sirven. Soltar o liberar todo vínculo o apego con cualquier expectativa o resultado es curativo.

    Amarse a uno mismo es conocerse, es reírse de los errores y poner límites.

    Si escuchas a tu verdadero ser, cualquier camino que escojas será el correcto, afirma Anita.

     

    ¿Escuchas a tu verdadero ser?

    ¿Qué significa para ti amarte a ti mismo/a?

    ¡Ama y atrévete a ser quien eres!

     

    Referencias

    MOORJANI, Anita. Morir para ser yo (Dying to Be Me). Traducción: Puerto Barruetabeña. Madrid: Gaia Ediciones, 2012. (Original EE.UU: Hay House, Inc. 2012)

    Carta a una amiga: Quiérete más y mejor

    Quiérete másTe ninguneaba, te controlaba, te faltaba al respeto, te celaba, revisaba tus cosas, te comparaba con otras, te obligaba a hacer lo que no querías, se negaba a conversar…

    Las señales de alarma caían a gotas hasta convertirse en tormenta, y tú decidiste esconder tus lágrimas bajo la lluvia.

    Su comportamiento hiriente cada vez más frecuente te dolía, ¿por qué lo dejaste pasar? Presa en la trampa del maltrato, confundiste el amor con la necesidad. Ya no sabes quién eres ni dónde estás.

    Amiga, por favor, despierta. ¿Quién eres? ¿Quién quieres ser? ¿Qué quieres expresar? Sigues viva, ¿te das cuenta? Aún hay esperanza.

    Y qué importa lo que él diga. Eso que él te dice no es verdad. Pero él es para ti como una droga. Si te mira, si te toca, te emocionas. Ciega, sorda, muda y enganchada a su falsedad.

    Adicta a tu verdugo: ¡Desengáñate! No te ama quien te insulta, te golpea y te amenaza sin piedad.

    Perdona, pero eso que tú sientes no es amor, es apego. Y él tampoco sabe amar. Complacer para gustar, sacrificarse y anularse por otro, no es amor. Llenar el vacío de la indiferencia con sexo y necesitar no es amar.

    Sin embargo, sentirse mal tiene remedio. Amiga, te quiero. Siento tu dolor. ¡Déjame abrazarte y recordarte que eres maravillosa, una mujer digna de respeto y admiración! Te acompaño a la comisaría, si quieres. Al denunciarle tendrás algo más de protección.

    Por favor, reacciona ahora, estás a tiempo. Aléjate de él, de esa zona dolorosa de confort.

    Sí, la vida es dura pero déjate de excusas. La falta de dinero es un pretexto paralizador.

    Eres emprendedora, fuerte, talentosa. Una mujer con un gran corazón. Encantas con tu don de gentes. Eres capaz de salir adelante y volver a florecer.

    Haz realidad tus sueños. Tú puedes. ¡Claro que sí puedes!

    Uno a uno. Paso a paso. Cree en ti. Ámate, libérate, respétate, acéptate.

    Amiga mía, por favor, por ti y desde ahora:

    Quiérete más y mejor.

    25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. #historiasdesuperación #violenciadegénero