Luego de varios meses de trabajo y coordinación grupal, sale a la venta —en España— un libro coral: 15 miradas a la salud emocional, editado por Almuzara (Arco Press). Será el séptimo de la colección 15 miradas.
Somos quince autores en este proyecto colectivo que ha fluido como el agua. Gracias a la invitación de Marian Ruiz Garrido, autora y correctora, escribí el último capítulo titulado: Un ictus para cuidarnos mejor.
15 miradas a la salud emocional, portada completa
¿De qué va el libro?
«Este libro tiene un transformador objetivo: ayudarte a fortalecer la relación más importante de todas; la que tienes contigo mismo.
¿Qué mensajes nos envían nuestras emociones? ¿Es el sufrimiento una causa de enfermedad? ¿Cuál es el significado real del amor propio? ¿Qué impacto tiene la calidad de nuestras relaciones con los demás en nuestra satisfacción? ¿Podemos convertir el cuidado de la salud mental en un hábito? ¿Existe una educación para la felicidad? ¿Cómo gestionar los sentimientos negativos ante situaciones adversas?
15 autores revelación para 15 sorprendentes y sugerentes relatos que exploran la importancia de la salud mental para disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Experiencias reales, testimonios inspiradores, confesiones íntimas, narraciones divulgativas y útiles consejos que te acercarán a una comprensión más profunda de ti mismo y de los demás.
Disfruta de una lectura ágil a través de capítulos breves y directos, con los que descubrirás que la felicidad no es un destino, sino una decisión: la de vivir en un proceso constante de adaptación, aceptación y gratitud.
¡Desafía los límites autoimpuestos, deja atrás las excusas y descubre el poder sanador del bienestar emocional!»
Esperamos que te animes a leerlo porque tu salud física y emocional está en tus manos.
Helene Hadsell, pionera de la manifestación, (1-jun-1924, 30-oct-2010), fue una estadounidense que recibió el título de «reina del concurso» (the contest queen), al ganar miles de premios en dos décadas. Ella creó el método SPEC para manifestar lo que quieras.
Todo empezó en 1948, cuando Helen leyó El poder del pensamiento positivo de Norman Vincent Peale. A partir de ese momento, decidió practicar una idea que le fascinó: «los pensamientos crean resultados» para conseguir todo aquello que ella y su familia desearan. Helen creía que «la mente crea la realidad», esta creencia cambió su vida para siempre.
Primero, se presentó a un concurso de eslóganes para una marca de refrescos que regalaba un motor de fuera de borda. Para ello, visualizó a su marido disfrutando del barco, ya que a él le gustaba pescar los fines de semana. Escribió las 25 palabras solicitadas, las mandó por correo y se preguntó: ¿cuánto tardarán en decirnos que hemos ganado? Dos semanas después, recibió la llamada de confirmación.
Helen quería pruebas de que su método funcionaba. Se presentó a muchos concursos y entre 1950 y 1970, Helen ganó miles de premios: televisores, muebles, bicicletas, dinero, vacaciones e incluso una casa.
A partir de 1967, Helene participó en seminarios de control mental y actividades sobre habilidades psíquicas y mentales. En 1971 escribió un libro titulado: El concurso ¿Lo quieres? Lo tienes, (Contesting: The Name It and Claim It Game). En él revelaba cómo ganaba los concursos.
En 1972, Helene comenzó a trabajar con José Silva, el creador del método Silva. Ella se convirtió en maestra del método y contacto para el seminario en Dallas. A partir de 1973, también impartió clases sobre telepatía, clarividencia y sanación psíquica. En el 2002, Helene publicó un libro titulado En contacto con otros reinos: experiencias de un aventurero en la consciencia, (In Contact With Other Realms: An Adventurer’s Experiences in Awareness).
No solo se centró en los concursos. Helene creía que su sistema funcionaba para todo en la vida y lo aplicaba a su salud. Afirmaba que curaba enfermedades visualizando su cuerpo sano. Ella creía que la mente no era sólo una herramienta para el éxito, sino para la curación. Más que afortunada, Helen tenía un sistema para conseguir sus objetivos.
Método SPEC para manifestar lo que quieras
Su sistema se basa en la claridad, la disciplina y la alineación. El mensaje de Helene es sencillo: «No necesitas suerte. Necesitas concentración». La atención dispersa te hace fracasar.
Seleccionar:
Ten muy claro lo que quieres. Helen elegía los concursos que deseaba ganar.
Puedes tener todo lo que quieras, ¡siempre y cuando sepas lo que quieres!
Proyectar:
Crea un escenario y visualiza vívidamente tu éxito en tu mente con todos tus sentidos. Por ejemplo, oye cuando dicen tu nombre, sostén el premio en tus manos, experimenta la emoción de ganar eso que querías.
¿Quieres un coche? Visualiza su color, su forma, siente su olor y las sensaciones que te produce conducirlo, escucha el ruido del motor. Así estás poniendo tu energía en lo que deseas.
Esperar:
Helene creía que había que prever el éxito con confianza y creer que lo proyectado ya es tuyo. Aquí es dónde la mayoría de la gente falla porque la duda bloquea la manifestación. En cambio, la certeza con una actitud de gratitud abre la puerta.
Las cosas mejoran cuando esperas lo mejor en lugar de lo peor. La razón es que, estando libre de dudas, puedes poner todo tu ser en ello. Cuando la concentración total de toda tu fuerza física, emocional y espiritual se pone en práctica, la consolidación de estos poderes empleados de la manera adecuada es irresistible. Esperar lo mejor significa que pones todo tu corazón en lo que quieres lograr. —Norman Vincent Peale.
Cobrar, recolectar:
Helene estaba atenta a las señales que la llevaban a su objetivo y pasaba a la acción. Escribía las consignas, lanzaba los mensajes, hacía el trabajo. Ella creía que «el universo recompensa la acción, no la fantasía» y «con una perspectiva de pensamiento positivo, no puede haber fallos, solo un retraso en los resultados.»
La neurociencia confirma lo que Helene practicaba:
La visualización reconfigura el cerebro.
Los pensamientos y las emociones crean vías neuronales.
La concentración aumenta la capacidad para resolver problemas.
La realidad es creada por la mente. Podemos cambiar nuestra realidad, cambiando nuestra mente. Platón (Reality is created by the mind. We can change oir reality by changing our mind. —Plato
¿Qué te parece este método? ¿Has probado algo parecido?
El estado de ánimo influye en el funcionamiento de las células. El buen humor, la alegría, la risa nos mantienen saludables y nos conectan con los demás.
La risa, aún siendo fingida, cambia la química del cuerpo, en otras palabras, eleva la frecuencia vibratoria. Además: ¡reír es gratis y libre de efectos secundarios!
Esbocé una sonrisa a medio camino de todas partes, parecía la media sonrisa del desánimo y la abdicación, cuando sólo era esa media sonrisa que es a la curación del alma lo que el dolor terapéutico a la mejoría definitiva. —Andrés Trapiello, Apenas sensitivo.
La risa y sus virtudes terapéuticas
La risa y el buen humor tienen múltiples beneficios para la salud física y mental. Por ejemplo: calman el dolor, liberan endorfinas y serotoninas, producen mayor oxigenación, fortalecen el sistema inmune, mejoran la memoria y la capacidad para resolver problemas, facilitan la digestión y reducen el estreñimiento.
También, diluyen el miedo, reducen el estrés y la tensión; facilitan la conexión profunda con otras personas y la aceptación de similitudes y diferencias; nos ayudan a ver las cosas desde un ángulo diferente; nos permiten soltar preocupaciones y angustias; potencian la creatividad y la flexibilidad; elevan la vibración (aligeran lo pesado) y amplían el estado de consciencia.
Norman Cousins: «la risa es la medicina más barata y efectiva»
La risa es una fuerza curativa que puede transformar nuestras vidas. Es la medicina más barata y más efectiva del mundo. Es un refugio seguro en tiempos de adversidad, nos da fuerza para seguir adelante. —Norman Cousins.
Norman Cousins fue un periodista y profesor estadounidense, autor de varios libros. Uno de sus libros más conocidos es Anatomía de una enfermedad, en el que cuenta cómo curó su espondilitis anquilosante gracias a la risa.
Ante el diagnóstico de una enfermedad degenerativa y mortal, Norman se preguntó: «Si los estados de ánimo negativos influyen químicamente para acelerar las enfermedades, ¿pueden los estados de ánimo positivos retrasarlas?».
Norman había investigado sobre la influencia de las emociones en la salud y le propuso a su médico dejar de tomar los medicamentos, tomar solo vitamina C, y seguir monitorizando para valorar si los efectos de la risa eran positivos.
Durante este tratamiento experimental, Norman vió varias películas cómicas, vídeos y espectáculos de humor al día y descubrió que reírse le ayudaba a dormir un par de horas sin dolores. También, pidió que le leyeran libros de chistes y a punta de risas y carcajadas recuperó la movilidad, logró girar el cuello 90 grados, disminuyó el dolor y volvió a hacer una vida normal.
Al recuperarse, Norman fundó la Clínica de la Risa, en donde miden el impacto de la terapia de la risa en el sistema inmunológico y neuroendocrino. Los estudios realizados demuestran que la risa tiene efectos significativos sobre dos hormonas: las betaendorfinas, que son sustancias químicas que elevan el estado de ánimo y la hormona del crecimiento humano, que contribuye a mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico.
El humor es un ingrediente esencial en la vida, nos facilita encontrar equilibrio y perspectiva. El humor es el salvavidas de la humanidad, nos ayuda a mantenernos a flote en tiempos difíciles. El sentido del humor nos permite enfrentar los desafíos de la vida con valentía y optimismo. El humor es una forma de creatividad, nos invita a ser más flexibles en nuestra forma de pensar. —Norman Cousins.
El yoga de la risa, Dr. Madan Kataria
En 1995, el Dr. Madan Kataria creó el yoga de la risa, una práctica meditativa sin fines de lucro que incluye ejercicios de respiración y risa. El Dr. Kataria abrió el primer club de la risa en Bombay, India. Ahora existen cientos de clubes en distintos países y sus libros sobre el yoga de la risa se han traducido a varios idiomas.
El cuerpo no distingue la risa verdadera de la falsa, por lo que reírse sin razón puede mejorar la vida. El yoga de la risa produce los mismos beneficios físicos y mentales que la risa espontánea. —Dr. Kataria.
El sistema linfático funciona gracias al movimiento de los músculos, a los masajes y a la respiración diafragmática profunda, que se logra con la risa. Cuando nos reímos, la respiración se hace más profunda y el diafragma sirve de bomba para que los linfocitos B y D pasen al torrente sanguíneo, lo que mejora la inmunidad, según el Dr. Kataria.
A medida que envejecemos nos reímos menos y nuestra respiración se hace más corta y menos profunda. De ahí la importancia de respirar hondo, con atención plena cada vez que nos acordemos y mucho mejor si lo hacemos con una sonrisa.
Aquí te dejo un vídeo (en inglés: Laughter Yoga with Seniors) de algunas prácticas de yoga de la risa para personas mayores. Una amiga filósofa practica ejercicios similares con su madre y me parece un acto de amor muy hermoso.
El buen humor se entrena toda la vida, Dani Delacámara
Dani Delacámara es monologuista de El Club de la Comedia, licenciado en periodismo y arte dramático, es profesor de comedia y oratoria. Salió de una mala racha de problemas de salud gracias a su enfoque humorístico zen y a su capacidad de observar sin pelearse con lo que le sucedía. Además de eventos y funciones de teatro, en su web zencomedy.es ofrece talleres personales y empresariales para entrenar el humor, la creatividad, el hablar en público con energía, etc.
El humor no se pelea con el ego sino que juega con él, lo integra y lo transforma porque cuanto más en serio te tomas las cosas, más fuerte se hace el ego. El humor es un entrenamiento entre dos fuerzas opuestas que son dos caras de la misma moneda. El humor es dar. —Dani Delacámara en una entrevista para Salud sin dramas.
Parafraseando a Dani, podemos entrenar el humor con dos enfoques:
Fortalecer todo lo que ayuda a tu alegría, a disfrutar, tu creatividad, tu paz, tu amor propio, etc. (Lo que juega a nuestro favor).
Desentrenando todo lo que te hace daño, el miedo, la seriedad, la rabia, la exigencia, las pérdidas, el diálogo interno saboteador, etc. (Lo que juega en nuestra contra). Se trata de «transformar la mierda en abono» y adaptarse a los reveses de la vida con humor.
Un truco para desentrenar es identificar esos personajes que llevamos dentro y ponerles una voz caricaturesca para sacarlos. Es un juego. La idea es lograr reírnos de nuestros propios «defectos, fallos, áreas de mejora, dilemas».
3 tips para entrenar tu sentido del humor:
Coge papel y lápiz, concéntrate en tu respiración lenta y profunda, y tan pronto como un pensamiento interrumpa, escríbelo y ponle un nombre al personaje. Por ejemplo, «esto no lo hiciste bien, has debido hacer esto otro.» ¿Quién habla? La/el juez.
Juega con ese personaje, repite la frase en voz alta y le cambias la entonación, la velocidad y el ritmo (imitando a alguien que te de risa o con un acento de otro país) para que ese pensamiento que era serio se vuelva gracioso.
Juega con la emoción. Los pensamientos generan emociones y cuando hay un patrón de pensamiento ya no lo distingues pero sí sientes la emoción. Mira hacia dentro, siente si esa emoción tiene un color, un sabor, una forma y la dejas hablar como si fuera un personaje de un dibujo animado.
Ya estoy entrenando mi buen humor como lo hizo Norman Cousin porque me encanta reírme a carcajadas. Y cada vez que me acuerdo, sonrío sin motivo. También, asistí a Risiliencia: cómo superar putadas con humor, la función que Dani hizo en diciembre de 2024 en Madrid.
Además de sonreír más, me he propuesto mejorar lo de ser más graciosa y escribir comedia. Y a ti, ¿te gustaría empezar o ya estás entrenando tu buen humor?
Te invito a encontrar la gracia en medio del caos, a recordar que la vida es hermosa a pesar de sus desafíos, a aceptarnos y reírnos de nosotros mismos sin tomarnos tan en serio. Es liberador.
Me encantaría que compartieras en los comentarios algún testimonio tuyo relacionado con la risa y sus virtudes terapéuticas o lo que quieras.
¿Conoces o practicas algunos ejercicios para fomentar la risa, el buen humor o la respiración diafragmática?
El drama es una forma de expresarse con intensidad y exageración, en la que los detalles se interpretan de manera subjetiva y en la que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas. Hacer un drama es reaccionar con emoción excesiva o crear conflicto innecesario para llamar la atención o para interpelar la sensibilidad de los espectadores. Solemos caer en el drama cuando nos tomamos lo que sucede de manera personal, una tendencia humana.
Las emociones densas que genera el drama pueden contagiarse cuando las relaciones perduran en un ambiente cargado. Así mismo, pueden guardarse como memoria corporal y producir diversos síntomas y enfermedades.
Además, existe el cosmodrama transgeneracional que se perpetúa y se transfiere en un grupo social. En algunos casos, ya no se trata de drama sino de trauma.
El trauma no es la situación difícil en sí, es una herida psicológica que deja una huella en la mente y en el funcionamiento del cuerpo. Nos desconecta de las emociones, del cuerpo y del ser. La buena noticia es que todo trauma, toda herida se puede sanar. Y la sanación (healing) consiste en volver a sentirnos seres completos e íntegros. Nuestra capacidad de ser heridos nos permite crecer, eso es la vulnerabilidad. —Dr. Gabor Maté.
Las personas dramáticas
No sabemos qué historia se esconde tras cada persona. En griego, «persona» significa máscara (πρὀσωπον) y detrás de cada máscara hay un drama (δράμα), es decir, un hacer que tiene consecuencias.
Las personas dramáticas, histriónicas o teatrales tienden a ser demasiado sensibles ante la crítica y la desaprobación; creen que las relaciones son más íntimas de lo que son; alimentan el sufrimiento y la crispación; culpan a otras personas de sus fracasos y decepciones. También, suelen estar confundidas, victimizarse, caer en la indefensión aprendida y tener problemas de comunicación y baja autoestima. Validar sus sentimientos y ayudarle a buscar explicaciones alternativas son dos formas de lidiar con esa actitud.
Vivimos en el drama o nos dejamos contagiar por el drama cuando nos identificamos con el personaje que está cubierto de máscaras, como si fuéramos protagonistas de una telenovela. Las máscaras son envolturas que usamos para protegernos, disfrazarnos y/o justificarnos. Son capas o programaciones autoimpuestas, a veces de manera inconsciente, que nos limitan y atrapan.
Es nuestra decisión quitarnos esas máscaras limitantes, modificar la tendencia negativa y salir de la programación dramática. Ante cualquier hecho, por difícil que sea, podemos cambiar la forma en que lo percibimos y eso genera bienestar en medio de la adversidad.
Sí, se puede.
Salir del drama
Nuestra mente nos propone un amplio catálogo de ilusiones a experimentar y el sistema en el que vivimos en este planeta nos proyecta todo tipo de dramas de manera frecuente y a través de todos los medios posibles. Ya sabemos que la violencia genera más violencia y que el mal rollo alimenta al mal rollo. ¿Es eso lo que queremos perpetuar?
Recordemos que cada ser es responsable de tomar la decisión y actuar con coherencia para salir del drama o seguir alimentándolo.
Además del amor propio y del autoconocimiento, que son básicos en todo proceso de crecimiento personal, aquí te propongo algunas ideas interrelacionadas para desdramatizar. Por ejemplo, activar el modo observador, soltar el personaje, asumir la responsabilidad, vivir el presente con atención plena y potenciar el buen humor.
Activar el modo observador y soltar el personaje
Los culpables no existen cuando tomamos consciencia de que somos el observador que da lugar a lo observado. Entonces, somos responsables de nuestra creación y de entender la información contenida en cada suceso, ser, cosa, etc.
En palabras del filósofo estoico Epicteto: «No nos afecta lo que sucede sino aquello que nos decimos acerca de lo que sucede».
No nos afecta lo que sucede sino aquello que nos decimos acerca de lo que sucede. —Epicteto.
Esta frase nos recuerda el impacto que tiene cambiar el diálogo interno que es una serie de interpretaciones subjetivas. Un ser que es consciente de que es el actor y no el personaje puede salir del guion dramático y transformar la escena, el escenario, la historia y el desenlace. Para el actor nada es personal y todo pasa.
Algo deja de afectarnos cuando soltamos la identificación con el personaje, cuando entendemos que es una puesta en escena, un juego, y que nada puede dañarnos, ya que el verdadero ser siempre está a salvo. Si sentimos las heridas, las molestias, las emociones densas es porque de alguna manera seguimos apegados al personaje humano con una mente y un cuerpo programados para la supervivencia y aún nos quedan emociones bloqueadas que necesitan ser reconocidas y liberadas.
Es parte de la experiencia humana. Para ampliar nuestro entrenamiento existencial, jugamos el juego de la vida y nos comunicamos e interactuamos con personajes que tienen estados de consciencia distintos. El reto es hacerlo sin contagiarnos, como espectadores de una película. Y esto se logra ampliando la consciencia y elevando la frecuencia vibratoria. Cada situación nos prepara para disfrutar el siguiente nivel del juego.
Activar el modo observador significa contemplar nuestros pensamientos, emociones, expresiones y acciones sin que nos consuman. Podemos hacerlo sin juzgar, sin drama y sin convertirlo en un dilema personal. Así sentiremos la presencia calmada y libre del ser que se expande más allá de la mente. La libertad radica en aprender a responder desde la calma, no a reaccionar desde el ego o la herida, ante cada situación.
¿Te observas antes de responder o estás en modo automático? ¿Respondes desde tu paz o reaccionas desde tu malestar? ¿Qué te hace reaccionar o tergiversar? ¿Qué te centra y armoniza? ¿Asumes la responsabilidad de tus emociones, palabras y acciones o culpas a los demás? ¿Atiendes tus heridas y te cuidas?
Nadie es libre si no es dueño de sí mismo. —Séneca.
Asumir la responsabilidad
Ser responsables significa tomar las riendas de nuestra vida, pensamientos, emociones y acciones en cada situación. Así como asumir las consecuencias. Responsabilizarse es liberador porque lo único que podemos cambiar de verdad es a uno/a mismo/a.
Sufrimos más en la mente que en los hechos debido a los pensamientos que alimentamos. Por eso, somos responsables de cambiar el foco de atención cuando una idea, emoción, pensamiento nos está hundiendo en el drama.
Entonces, en lugar de concentrarnos en los problemas del mundo que no podemos resolver ni controlar, sí podemos trabajar en nosotros mismos, en lo que depende de nosotros, en lo que podemos modificar.
Trabaja en aquello que un naufragio no te pueda arrebatar. —Zenón de Citio.
Tenemos el poder de romper los acuerdos, transmutar las interferencias, limpiar las emociones densas y sanar las heridas si así lo decidimos desde lo más profundo de nuestro ser. Podemos dejar de dar credibilidad a pensamientos que perturban nuestra paz.
«Vivir como las flores»
«Un joven en búsqueda de la paz interior encontró un sabio en el camino de su peregrinaje y le preguntó: —Maestro, ¿qué debo hacer para no enojarme? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes, algunas son indiferentes; siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian. —¡Pues, vive como las flores! —respondió el maestro. —Y, ¿cómo es vivir como las flores? —preguntó el joven. —Mira con atención a esas flores —continuó el anciano, señalando unos lirios que crecían en el jardín—. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo responsabilizarse de lo propio, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos; y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien. Esto, es vivir como las flores. No te tomes nada personalmente. Cuando seas inmune a las opiniones y a los actos de los demás, dejarás de ser la víctima de un sufrimiento innecesario.
El joven reflexionó observando los lirios. Agradeció al sabio sus palabras y se marchó proponiéndose seguir el ejemplo de aquellas flores». —Autor desconocido.
Vivir el presente
La vida sucede en el ahora. Si recodamos mucho el pasado podemos sentir tristeza y nostalgia. Si lucubramos en el posible futuro caeremos en la ansiedad. La preocupación no resuelve nada, solo nos confunde y nos bloquea. En cambio, ocuparse y actuar con atención plena en el momento presente nos permite manifestar lo que queremos y sentirnos realizados.
Recordemos que lo que existe y lo que sentimos es creado en el momento presente. Entonces, la transformación sucede en el ahora.
Por eso, no necesitamos más tiempo sino más enfoque, porque ahí donde ponemos atención, ponemos nuestra energía. Saber lo que queremos nos marca la dirección.
Tú eres el maestro de este momento. Eres el creador de tu propia realidad. Solo existes a través de la presencia consciente, que es el ahora eterno. —Eckhard Tolle, El poder del ahora.
El gozo, el enfoque, la paz nos centran en el momento presente. Cuando hacemos algo que disfrutamos, el cerebro está inmerso en esa experiencia y la mente deja de divagar.
Potenciar el buen humor
El buen humor, la alegría, la risa nos mantienen saludables. El estado de ánimo impacta el funcionamiento de las células. Así que es posible salir del drama con buen humor, quitando peso, intensidad y seriedad a lo que nos decimos sobre eso que sucede.
Podemos potenciar la risa y el buen humor viendo una película, un vídeo, una comedia teatral o una serie divertida. También hay libros, canciones graciosas y personas y mascotas que nos hacen reír, sonreír y pasar ratos agradables.
La risa y el buen humor tienen múltiples beneficios. Por ejemplo: diluyen el miedo, reducen el estrés, calman el dolor, liberan endorfinas y serotoninas, producen mayor oxigenación, fortalecen el sistema inmune, mejoran la memoria y la capacidad para resolver problemas, facilitan la digestión y reducen el estreñimiento.
La risa cambia la química del cuerpo, en otras palabras, eleva la frecuencia vibratoria. Además: ¡reír es gratis y libre de efectos secundarios!
El humor es una forma de sabiduría, nos enseña a no tomarnos la vida demasiado en serio. —Norman Cousins, periodista, profesor, autor estadounidense.
¿Quieres salir del drama y vivir con más amor, paz y alegría?
«Envidia: es mejor despertarla que sentirla», decía un antiguo anunció de champú en el que una modelo meneaba su preciosa cabellera. Y hoy escribo sobre el tema porque hace poco viví un episodio inesperado que me ha hecho reflexionar al respecto.
Detrás de la envidia puede haber problemas de autoestima, autocrítica, comparaciones, miedos, inseguridad, ansiedad, hostilidad, rabia, depresión. La envidia está condicionada por la carencia, por sentir que lo que el otro tiene o es no está al tu alcance.
La envidia es una declaración de inferioridad. — Napoleón Bonaparte / Vicente Huidobro.
Desde niña he sido objeto de la envidia, esa admiración perversa de la gente que quiere verte caer. Sufrí el desprestigio de lenguas viperinas en el colegio, acoso moral en el trabajo y encontronazos con supuestas amistades que dejaron de serlo. ¿Quién no ha tropezado con gente envidiosa en el camino?
Me costaba entenderlo porque yo casi nunca siento envidia. Aprecio, felicito y me alegro por los logros, capacidades y talentos de los demás. Disfruto y agradezco lo que tengo y lo que soy. Todos tenemos fortalezas y debilidades, ¿qué sentido tiene compararse para sentirse insuficiente?
«Al clavo que sobresale le dan un martillazo», dicen los japoneses. La paradoja es que he intentado pasar desapercibida, no destacar, ser amable con todos y aún así tropiezo con gente envidiosa que intenta hundirme en el fango denso del que ellos no logran salir y tergiversan lo que digo y hago.
Soy discreta y no alardeo de lo bien que me va en algunos aspectos a pesar de las dificultades. Amo y soy amada. Me siento afortunada y agradecida. Vivo en paz. He sentido alegría y tristeza, placer y dolor, como todo el mundo.
¿Es esto tan especial o extraordinario como para causar semejante emoción? Yo creo que no porque todos podemos lograrlo, pero hay personas que se comparan, se sienten menos de alguna forma porque no se aman a sí mismas y de ese desamor nace la envidia.
Por otro lado, ser el objeto de la animadversión y agresividad de una persona envidiosa no es agradable. Los envidiosos critican, buscan faltas donde no las hay, minimizan los éxitos en lugar de reconocer los esfuerzos, hacen comentarios dañinos, distorsionan, desean que otros no posean lo que ellos no tienen. Pueden llegar al acoso moral, a la divulgación de mentiras o descalificación en forma de insinuaciones, chismes o cotilleos para perjudicar a la persona envidiada. Incluso pueden causar daño físico.
Y ante esa baja vibra me pregunto: ¿cómo me fortalezco para que toda esa negatividad proyectada hacia mí no me afecte?
Toda acción tiene una reacción. Toda causa tiene un efecto. He probado a ser generosa con la gente envidiosa y parece que funciona por un rato. Pero no aprecian lo que das o haces de más porque se enfocan en lo negativo y si no hay se lo inventan.
Luego vuelven a sus pensamientos rumiantes y a los mismos patrones viciosos, ya que para cambiar, necesitan trabajar en sí mismas, amarse a sí mismas. Así que termino por alejarme de la gente con la que no resueno.
En esta experiencia humana todos somos espejos de otros y a veces vemos en otros una proyección de lo que no queremos ver en nosotros mismos. Al ser conscientes de la ley del espejo, el juego de la vida humana se hace menos dramático.
Muchas veces me han puesto etiquetas que no tenían nada que ver conmigo sino con el espejo porque el juicio y la crítica hablan del que juzga. También se han enfadado porque pienso distinto y no tomo partido a favor o en contra de algo o de alguien. Para rematar, me atrevo a cuestionar el discurso oficial.
Ante el juicio y la crítica, me amo y me cuido al recordar que aunque me estén echando el agua sucia a mí, esas etiquetas son asunto de ellos. Cada uno percibe la realidad desde su estado de consciencia y por eso es que percibimos tan distinto, a menos que estemos con seres que vibren en una frecuencia parecida.
Amor propio también es hacerme responsable de atender lo que me afecta y de cuidarme a mí misma lo suficiente como para que toda esa «mala baba» me resbale. Y en ello estoy. Como parte del autocuidado, suelo recurrir a la escritura como desahogo, para aclarar mis ideas, quitarme pesos negativos y sanar en positivo. A otras personas les puede resultar mejor hacer deporte, pintar, bailar, cantar o ir al campo, por ejemplo.
Cuando vibro en amor y alegría nada de lo que hagan o digan puede afectarme. En ese estado de consciencia puedo responder con firmeza desde mi paz y no reaccionar desde el personaje que se siente atacado y herido injustamente.
Aunque suelo estar en paz y centrada, a veces me pillan fuera de base, lo admito. Entonces, por andar distraída siento una bofetada que me abre algunas viejas heridas y me recuerda el trabajo interno pendiente. Y esta toma de consciencia, aunque dolorosa, también es positiva.
La envidia, ya sea al despertarla o al sentirla, es una emoción de las tantas que hemos venido a experimentar en estos cuerpos humanos. En cualquier caso, es un mal trago que podemos remediar con amor propio, autocuidado y consciencia.
Y como me dijo una amiga: «No hagas tuyo un problema ajeno. El que siente envidia es responsable de ella. Siéntete orgullosa de ser como eres.»
Así que volemos alto, más alto que la envidia, ahí donde las palabras no pueden ofendernos ni los gestos herirnos.
La arteterapia es un método que utiliza las artes plásticas como medio de expresión y comunicación para regular el sistema nervioso, recuperar o mejorar la salud mental y el bienestar emocional y social de las personas.
No es un taller de arte ni de técnicas de pintura ni un espacio de competición. La idea es reconocer y sacar eso que queremos identificar, expresar o mostrar a través del arte. Se trata de jugar, soltar, sorprenderse. Darse permiso y disfrutar el momento presente con los materiales, la inspiración y las compañeras.
Además de las artes plásticas, también hay alternativas de tratamiento como la musicoterapia, la danza-movimiento-terapia, la dramaterapia, la risoterapia.
Beneficios
Entre sus múltiples beneficios, facilita la expresión de emociones, percepciones y sentimientos; mejora la autoestima; reduce el estrés y la ansiedad; potencia la creatividad y la imaginación; fomenta el autoconocimiento y la introspección; favorece el respeto, la empatía y la confianza individual y grupal. Facilita la conexión con la consciencia intuitiva sin la censura de la mente analítica.
Temas
Son tan variados como queramos. Por ejemplo: los espacios de autocuidado, el vacío, el maltrato, el buentrato, la violencia de género, la gratitud, las caretas que nos ponemos, lo fácil que es destruir y lo difícil que es reconstruir, el movimiento, nuestra relación con el cuerpo, lo que nos gusta y disgusta, los eventos significativos de la vida, el caos, las emociones, lo que no decimos, lo que queremos mostrar, nuestras emociones a lo largo de la vida en pantone (propuesta de la arteterapeuta y profesora universitaria Marian López Cao), etc.
El proceso de arteterapia
En cada sesión de arteterapia partimos de un tema, idea o evento para crear una obra tangible y única, cargada de significados, recuerdos, emociones, percepciones de aquello que hemos querido expresar. Así permitimos que la energía fluya y hacemos visible parte de lo intangible. A veces, reconocemos aspectos de nuestro propio ser a los que no les habíamos prestado suficiente atención.
Con el tiempo y gracias a cada obra podemos observar un hilo conductor, elementos que se repiten y que nos permiten hacer puentes para el autoconocimiento y la comprensión consciente del pasado que aún cargamos en el presente.
Materiales
Durante la exploración es interesante usar materiales distintos y dejarse llevar por las sensaciones que nos produce estar en contacto con diversas texturas y técnicas. Así como por las posibilidades de cada material durante el proceso creativo, que suele ser un acto de atención plena.
Cada taller es distinto y depende mucho de la persona facilitadora/dinamizadora y del grupo. En los procesos de arteterapia en los que he participado, el taller empieza y se termina como un círculo de mujeres en el que compartimos cómo llegamos, qué traemos al espacio, cómo fue el proceso creativo, qué sentimos o qué se removió dentro durante la creación y cómo nos vamos. Nos sentimos acompañadas.
Acordamos hablar y compartir con respeto, desde la experiencia propia y sin juzgar ni criticar a las demás ni a sus obras. El respeto y el no juicio son básicos en cualquier grupo o círculo de mujeres y permiten que tejamos una red de confianza creciente entre todas.
Es muy enriquecedor y conmovedor compartir con otras mujeres estas experiencias creativas, vitales y de catarsis. Es nutritivo escuchar con el corazón y ver lo que se refleja de cada una en el espejo de la vivencia ajena. En esa escucha atenta, activamos nuestra propia sabiduría y expandimos el amor.
Reímos, lloramos, se nos agua el ojo, nos abrazamos, nos damos ánimos, nos damos permiso para decir o hacer parte de aquello que reprimimos en otros espacios. En general, nos vamos mejor de lo que llegamos, con el corazón lleno de calor humano y con una sonrisa tatuada en la cara.
Durante la actividad, puede haber música escogida con cuidado para reforzar lo que estamos tratando. A veces la música sirve de catalizador y el proceso expresivo fluye; a veces hace ruido. Otras veces invita al movimiento.
En ocasiones el proceso arteterapéutico puede ser removedor. En este caso, nos vamos con una tarea pendiente de trabajo interior, autoconocimiento y autocuidado. Por eso se dice que «la terapia no es la sesión, sino lo que haces contigo después de la sesión».
Agradezco con mucho cariño a Adriana Velásquez, la arteterapeuta con quien he descubierto y practicado la arteterapia durante los últimos siete meses, y quien nos invitó a escribir una carta al yo del pasado sobre esta experiencia.
Collage y uso de tizas, pluma y plastilina.
Carta a mi yo del pasado sobre arteterapia
Te felicito por apuntarte y asistir a los talleres de arteterapia. Empezaste sin saber qué te encontrarías y el proceso ha sido gozoso y muy enriquecedor.
La riqueza, la expansión y el sentido están en lo que compartimos y en las relaciones que se tejen en cada momento de la vida y que nos permiten ir más allá de nuestros propios límites.
Las interacciones arteterapéuticas fomentan la empatía y la confianza ya que requieren escuchar con respeto, sin ego y sin juzgar. Permiten el autoconocimiento a través de la práctica artística y al poner en común nuestro proceso o lo que hemos querido expresar. Funcionan como un espejo que nos muestra, en otras personas, algunos aspectos propios parecidos o contrarios. Ese “yo también lo he vivido y sé cómo te sientes” o “para nada, yo no soy así, no lo veo de esa forma, sin embargo respeto tu punto de vista” o «no lo había entendido de esa manera y me parece interesante lo que traes a este espacio».
Gracias a la arteterapia, te encuentras a ti misma en otras sonrisas, en otras palabras mágicas, en otros ojos llenos de luz o de lágrimas. En cada sesión, la belleza humana te sorprende y hace vibrar tu corazón como las cuerdas de una guitarra. Y cada vez, sales de allí ligera, liberada, agradecida, con el amor encendido y con ganas de abrazar, de dar, de expandirte, de seguir creando.
Día a día encuentras el sentido y la libertad al permitirte crear sin exigencias, sin necesidad de agradar o gustar a nadie más que a ti. Te entregas feliz al momento presente porque tu niña interior se expresa a través de tus manos. Juegas.
Y si te sientes perdida, ves una luz interior que guía tu camino con una creciente esperanza. También se despliega un abanico asombroso de posibilidades y nuevas oportunidades.Te sientes arropada, apapachada y maravillada con las obras de tus compañeras.
Es un nuevo espacio para disfrutar el gozo de existir que ya conoces y del que tanto hablas.
🧡 🧡 🧡
Y tú, ¿ya has probado la arteterapia? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
La recapitulación es un proceso natural del organismo y sucede, por ejemplo, en el momento de dejar el cuerpo (muerte). También podemos recapitular experiencias y emociones sin resolver de manera consciente en el presente.
Ahora podemos acceder a la información de la experiencia en la que se produjo aquello inconcluso o con carga emocional que está afectando la salud o el comportamiento actual. Podemos descubrir y sanar en el presente cualquier evento traumático.
La recapitulación permite revisar los eventos y emociones que no hemos soltado y que siguen drenando energía en el presente. Recapitular es una forma de recoger con consciencia la energía bloqueada y deshacer vínculos emocionales o cargas emocionales que quedaron sin resolver. La recapitulación sirve para liberar los miedos profundos, de raíz, anclados a los primeros momentos de la vida. Es una herramienta de armonía, libertad y limpieza energética que nos permite hacer consciente lo inconsciente.
Si un aroma, una imagen o una canción te hacen sentir el impacto de un evento traumático vivido en el pasado es porque aún llevas en el cuerpo la emoción incrustada. Y eso te está drenando.
Cada situación es una oportunidad para reconocernos y recordarnos
Da igual el tiempo que haya pasado, podemos extraer toda la información en este momento. Solo necesitamos relajarnos, cortar las distracciones y restablecer la conexión con la consciencia.
Con una mente lineal creemos que el pasado ya pasó y no lo podemos cambiar. Es una programación, una creencia limitante muy afianzada. Sin embargo, desde la consciencia, el pasado es dinámico y modificable. Toda la información queda grabada en la consciencia (campo cuántico) en sus distintos niveles de frecuencia vibratoria y es posible acceder a ella con un poco de práctica.
Al recapitular también expandimos la consciencia y completamos la conexión con el ser en distintos niveles. Cuando conectamos con el amor amplio ya no necesitamos lo que está afuera porque sabemos que todo lo que necesitamos es nuestro amor propio.
Entonces, podemos recordar una escena traumática y editarla para liberarnos de las emociones pesadas.
Los hilos de energía
De cada ser humano salen hilos de luz que nos conectan a cada persona y situación que hemos vivido. Los hilos de luz tienen que ver con la toma de responsabilidad, es decir, querer estar de forma activa en el proceso como protagonista de mi vida.
No solo los parásitos nos absorben energía, cada situación vivida y no comprendida nos está drenando energía que queda atada al pasado. Son memorias de dolor que fraccionan al ser y lo dejan atascado. Son apegos emocionales que no nos dejan avanzar y ni nos permiten ver lo que realmente somos.
Hay accidentes que no podemos evitar. Hay desafíos que necesitamos vivir. Aún así somos inocentes. Hemos hecho lo que hemos podido con lo que teníamos en cada momento. Hay que quitarle el drama a la vida. Incluso la muerte, por dolorosa que nos parezca, es una puerta a otra forma de existencia.
Al comprender con consciencia qué pasó y para qué se ha dado esa situación podemos liberar y recuperar la energía. Podemos desbloquear el patrón y dejar de repetir el mismo programa. Así también expandimos la consciencia y completamos la conexión con el ser en distintos niveles.
Lo inconcluso se repite hasta que logramos concluir. El ciclo se repite hasta que comprendemos a fondo. Cada situación es una oportunidad para reconocernos y recordarnos. Da igual el tiempo que haya pasado, podemos extraer toda la información en este momento.
¿Necesitamos esos hilos, apegos, cadenas, lastres? ¿El amor es apego?
No. De manera consciente podemos reconocer qué tipo de hilos, vínculos o apegos tenemos con otros seres o situaciones para soltarlos y liberarnos.
Podemos despedirnos de esos seres que ya no están reconociendo que tienen todo el potencial para transmutarse.
Formas de recapitulación
Recordar y editar:
Recordamos o visualizamos un evento, miramos lo que pasa como si estuviéramos viendo un film y lo cambiamos. ¿Qué cadena de sucesos llevaron al evento traumático? ¿Cómo se hubiera podido evitar? ¿Qué factores influían en los personajes implicados? Si pudieras darle un mensaje a tu ser o a otro ser en esa escena, ¿qué le dirías o mostrarías para cambiar el curso? Con tu intención puedes transmitir ese mensaje y cerrar esa herida.
Aunque parezca un cuento, date permiso para editar y soñar un final feliz.
Romper vínculos emocionales sin influir en el desenlace:
Se rompen los vínculos emocionales. Aceptamos sin apego, sin querer influir en el desenlace, porque sabemos que eso no afecta lo que somos y por tanto, no nos puede afectar. Si nos creemos los insultos, le damos al otro nuestro poder. Con autoobservación, identificamos en qué parte del cuerpo o cómo se han guardado las emociones densas para liberarnos de ellas y de los hilos que nos atan. Cada vez que nos quitamos creencias, apegos y emociones densas es más fácil elevar la vibración y ampliar la percepción.
Cuando sabes lo que eres, entiendes que las críticas del otro hacia ti, hablan del otro no de ti.
Comprensión y desapego:
A través de la comprensión profunda de una información y de que eres mucho más que un personaje. Entiendes que todos están cumpliendo con un rol, con un guión interno consciente e inconsciente. Y puedes ver como un observador que todo el escenario está creado como una obra de teatro. Sabes que el ser humano es un vehículo de experimentación y que eres energía.
Cabañas de oscuridad:
Es una meditación en total oscuridad de uno a cuarenta días. Las glándulas funcionan de manera diferente. Por ejemplo, se potencia la pineal porque la sangre se llena de melatonina y así conectas mejor con el astral y percibes el infrarrojo. En la oscuridad los sentidos se intensifican y se crean nuevas conexiones neuronales. Esta práctica permite respirar situaciones sin concluir.
Eventos con la misma programación:
También podemos ver todos los eventos en los que se repite la misma programación hasta ir a la causa del problema, al momento en que se originó. Incluso se puede recapitular en vidas pasadas.
Barreras a la práctica de la recapitulación
Intelectualización:
No se puede hacer desde la razón, el análisis, la descripción. El secreto está en sentir sin juzgar. Sentir el escenario: la temperatura, los olores, los colores, los sonidos, la iluminación, las sensaciones.
Resistencias:
Lo queremos todo ya, que me lo den hecho y que me lo den ya. Distracción. Falta de atención. Búsqueda hacia afuera.
«No tengo tiempo».
La recapitulación es una práctica que implica dedicación. Encontrar los patrones comunes repetitivos en tu vida hasta llegar a la causa que programó eso en tu subconsciente. Ahí puedes desbloquearlo.
Tips para una recapitulación efectiva
La respiración es de gran ayuda. Moviliza la energía para que sea más fácil extraer la información para darte cuenta de lo que está sucediendo.
Respiración de barrido: en una postura cómoda, con la cabeza recta, inspiras moviendo la cabeza hacia la izquierda (para acceder y extraer la información del pasado). Y luego la llevas a la derecha para traerla al presente.
Tener un anclaje neuronal que ayude a superar las resistencias. Puede ser un espacio, objeto o vínculo que te ayude a conectar con la información. Por ejemplo, siempre sentarse en la misma silla, sentarse en la tierra con la espalda pegada a un árbol, tener un cuaderno o un archivo digital para tomar notas sobre tus recapitulaciones.
Catalizadores: El calor y la naturaleza (ríos, árboles).
Nota: la información de este artículo es un resumen de la información transmitida por la consciencia de Jacobo Grinberg a Siyoko en: Vida Multidimensional, Jacobo Grinberg y la recapitulación, las aventuras astrales de Siyoko, Youtube, 25-jul-22.
Las creencias controlan nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra vida. Rigen nuestro comportamiento sin que nos demos cuenta.
Son una conjetura de la realidad que hemos aceptado como verdadera.
Una vez que aceptamos las ideas de otros como verdades, dichas ideas se graban en nuestro cerebro y se convierten en nuestras verdades.
Nos llenamos de ideas y conceptos (creencias) erróneos que suelen llevarnos a comportamientos desacertados y coartados. Aunque, a veces, parece que obtenemos los resultados deseados.
Las creencias actúan como los filtros de una cámara, cambiando la forma en la que vemos el mundo. Y nuestra biología se adapta a esas creencias.
Podemos elegir distintas formas de percibir el entorno.
Podemos cambiar el curso de la vida, cambiando las creencias.
Te has preguntado: ¿Quién quiero ser? ¿Cuántas de las creencias que impulsan mi vida son falsas y autolimitantes?
Conócete
El conocimiento de uno mismo supone una mayor capacidad de actuación.
Por eso, hoy te invito a identificar tus creencias para ver cómo están afectando tu vida, tus relaciones, tu salud física y mental.
Algunas creencias son fáciles de identificar, otras están programadas en la mente subconsciente y nos sabotean. El mayor obstáculo para conseguir el éxito en aquello que queremos son las limitaciones programadas en el subconsciente.
La mente consciente es creativa, puede conjurar pensamientos positivos. La mente subconsciente es maquinal; repite las mismas respuestas a las señales una y otra vez. Es la reacción estímulo-respuesta del programa de comportamiento almacenado en el subconsciente. En lo que se refiere a la capacidad de procesamiento neuronal, la mente subconsciente es millones de veces más poderosa que la consciente. Los mensajes programados en el subconsciente socavan los mejores esfuerzos conscientes por cambiar tu vida.
La función del cerebro es coordinar el diálogo de moléculas señal entre la comunidad. La evolución del sistema límbico tuvo como resultado la aparición de un mecanismo único que convertía la comunicación mediante señales químicas en sensaciones que todas y cada una de las células de la comunidad podían experimentar. Nuestra mente consciente interpreta el flujo coordinado y experimenta estas señales como emociones. —Dr. Bruce Lipton. «La biología de la creencia».
Entonces, para identificar nuestras creencias podemos:
1. Hacer una lista de nuestras opiniones y postura acerca de los temas que más nos importan.
Y darnos cuenta de cómo esas creencias han influido en nuestra vida. Son miles de pensamientos, lo sé. Comienza por los más evidentes y relevantes para ti (amor, salud, trabajo, familia, hijos, relaciones, sociedad, muerte, dinero, merecimiento, etc.).
Por ejemplo, si crees que el dinero es sucio y que hay que ganarlo con el sudor de la frente, tal vez trabajas mucho, ganas poco y tienes opiniones negativas de los ricos.
Si crees que el amor es algo intenso, ciego, doloroso, que te hace perder la cabeza y te anula; es probable que pienses que hay que querer con la cabeza fría porque has tenido experiencias de apego, dependencia y maltrato «por culpa del corazón».
Yo creo que el amor es libre, sin apegos, generoso, alegre, tierno, juguetón, gozoso, expansivo, transformador, enriquecedor. Y ese es el tipo de relación que experimento desde hace más de dos décadas.
2. Observar qué emociones se generan ahí.
¿Qué pasa cuando alguien contradice eso que yo creo verdadero? ¿Soy capaz de soltar las ganas de tener la razón? ¿Me altero o mantengo la calma?
De las emociones, la más dañina es el miedo, del que se desprenden todas las emociones negativas.
¿Cómo influyen en tu vida los miedos y las respuestas de protección? ¿Cuáles son los miedos que impiden tu crecimiento? ¿De dónde salen esos miedos? ¿Son reales? ¿Te ayudan a llevar una vida plena? ¿Cómo te sacas esos miedos?
O creces o te proteges. O intercambias con libertad o cierras por completo el sistema.
La protección mantenida inhibe la producción de energía necesaria para la vida. Inhibe la respuesta inmune, disminuye la capacidad de pensar con claridad, disminuye la consciencia y la inteligencia.
El miedo mata, paraliza. Cuando estás asustado te vuelves más tonto. —Dr. Bruce Lipton.
3. Descubrir qué patrones repetitivos se producen de manera automática o refleja (subconsciente).
¿Qué hábitos tienes? ¿Qué te hace saltar o salir de tu centro? ¿Te ves diciendo o haciendo lo mismo que tu padre/madre/abuelo/a?
La mente subconsciente es un disco duro programable. Los programas son en su mayoría comportamientos grabados de estímulo-respuesta. Los estímulos que desencadenan dichos comportamientos pueden ser señales que el sistema nervioso detecta del mundo exterior o señales procedentes del organismo (emociones, placer, dolor). Procesa alrededor de veinte millones de estímulos por segundo (frente a los cuarenta que procesa la mente consciente). —Dr. Bruce Lipton.
4. Sentir la debilidad o fortaleza de los músculos ante un pensamiento o circunstancia.
Todo es información. Solo hay que entrenarse para comprender sin interferencias. Rob Williams desarrolló un método (PSYCH-K) fácil y efectivo para detectar si hay conflicto entre la intención consciente y la programación subconsciente. Te dejo más información al final del artículo.
Cuando la mente consciente alberga un pensamiento que entra en conflicto con una realidad aprendida antes y almacenada en la mente subconsciente, el conflicto intelectual se expresa mediante la debilidad de los músculos del cuerpo. —Rob Williams, creador de PSYCH-K, un sistema de tratamiento fisiológico basado en la energía.
5. Ante un autosaboteo (debido a una creencia subconsciente)
En lugar de culparnos por sabotearnos, nos podemos preguntar: ¿qué emoción se mueve? ¿qué creencia se esconde aquí? ¿cómo se originó? ¿qué puedo hacer para cambiar?
Por ejemplo, la falta de merecimiento es un obstáculo para manifestar lo que queremos.
Además de identificar las creencias limitantes, podemos desarrollar la autoobservación o autoconsciencia que nos ayudarán a modificarlas.
Si algo que quieres cambiar se repite es porque aún no has llegado a la causa. Hay que limpiar de raíz el origen de la creencia.
Autoconsciencia: observar, sentir sin juzgar
La autoconsciencia es el modo de atención plena en el momento presente. Puede observar, evaluar y reprogramar los comportamientos, pensamientos, emociones e ideas. Puede decidir cómo reaccionar o no a la mayor parte de las señales del entorno.
La mente consciente (que hace parte de la consciencia) tiene acceso a la mayor parte de los datos almacenados en nuestro banco de memoria a largo plazo.
La capacidad de la consciencia de identificar y obviar la programación de las creencias subconscientes es la base del libre albedrío. Es la llave de la libertad.
Podemos elegir el filtro con el que vemos la vida para que nos ayude o perjudique, para sentir amor y alegría o miedo y tristeza. Tenemoselección.
La consciencia es creativa de manera espontánea. Puede examinar comportamientos, puede intervenir y crear una nueva respuesta. Nos confiere libre albedrío, lo que significa que NO somos víctimas de nuestra programación.
La programación subconsciente toma las riendas cuando el consciente se descuida.
La consciencia puede adelantarse o retroceder en el tiempo, mientras que el subconsciente solo opera en el ahora.
Una vez que somos conscientes de que somos responsables de lo que pasa en nuestra vida podemos cambiar y ampliar nuestro estado de consciencia.
Para prosperar debemos neutralizar los agentes estresantes y buscar de modo activo la alegría, el amor, la paz, que son elementos de un estado de consciencia más amplio.
Y llenar nuestra vida de estímulos que desencadenen el proceso de crecimiento. El mejor promotor de crecimiento es el amor (libre e incondicional). Por favor, el amor es algo muy distinto al apego, el deseo, el enamoramiento, la dependencia, etc. Si te duele y te hace daño, es no es amor.
Podemos elegir nuevas formas de percibir el entorno y cambiar la trayectoria de nuestra vida, modificando las creencias.
La biología de la creencia, la liberación del poder de la conciencia, la materia y los milagros. The Biology of belief. Unleashing the Power of Consciousness, Matter and Miracles. Dr. Bruce H. Lipton. Traducción: Concepción Ramírez G. Ed. Palmyra. Madrid, 2007.
PSYCH-K change your subconscious beliefs in minutes. Future Trader Trading Journal. Youtube, 25-abr-2017. (Demostración en vivo del método de Rob Williams).
Para mí, vibrar alto es sentir amor, alegría, paz, calma, gratitud, esperanza, generosidad, valentía, certeza, gozo, plenitud, entusiasmo. No es disociarse ni desconectarse del cuerpo, como lo interpretan algunas personas.
Es poner tu atención en todo aquello que te llena, te fortalece, te hace crecer, en lo que te hace sentir a gusto, en lo que quieres crear.
Cuando vibras alto sonríes, disfrutas el momento presente, eres una compañía estupenda y entrañable. Además, conectas tanto con tu cuerpo que puedes comunicarte con tus células para sanar más rápido.
No te quejas, ni juzgas. Tampoco hay jerarquías, no te sientes más ni menos que nadie.
Te expresas con amabilidad, respeto y buen humor, pase lo que pase.
Si por alguna razón te sales de tu paz, de tu centro, vuelves a él rápido.
Al vibrar alto vives las situaciones difíciles sin que te afecten porque entiendes que nada es personal, incluso tu personaje humano.
Todo fluye.
Claves para vibrar alto
Tu frecuencia vibratoria depende de tus emociones y viceversa. Si quieres elevar tu vibración procura permanecer en estado de paz, calma, alegría, amor la mayor parte del tiempo. Tu frecuencia vibratoria también depende de tu intención.
La frecuencia vibratoria define el tipo de experiencia que vas a tener. Cuando cambias de frecuencia vibratoria, cambia la línea de tiempo y la experiencia. Es tu elección. —Fran de la Fuente.
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Detecta y suelta lo que no te permite subir la frecuencia vibratoria
Hay que liberarse de los elementos energéticos que mantienen vibrando bajo para elevar la vibración. Pueden ser implantes, contratos, lealtades familiares, creencias, emociones densas (miedo, rabia, ansiedad, etc.)
Cuando vibras bajo sientes emociones densas como tristeza, mal humor, preocupación, ansiedad, angustia, rabia, miedo, odio, frustración, vergüenza, culpa, duda, egoísmo, avaricia, lujuria, envidia, gula, mentira, celos, etc. Tienes una mayor actividad mental (pensamientos negativos repetitivos), te cuesta acceder al ser, te importa más lo físico/material, te limitas a los sentidos humanos.
Observa tu conducta, tus dolores, tus síntomas, enfermedades, cansancio, y la manera cómo reaccionas ante lo que sucede.
Tus pensamientos son imanes que atraen experiencias y circunstancias acordes a ellos. Elige sabiamente…Joseph Murphy
Para identificar lo que te frena para vibrar alto:
Escribe una lista de tus miedos.
Revisa tus creencias, todo aquello que te haga pedir ayuda a algo externo/superior a ti.
Observa si te identificas con el personaje que ves en el espejo, con ese «yo».
Examina tu ego (lo que te crees, lo que te molesta, lo que te produce apego, lo que te hace culpar al otro, lo que juzgas, lo que no te gusta).
Verifica los apegos materiales y emocionales (qué te dolería perder, qué harías para que no te afecte la pérdida).
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Cambio de hábitos para apoyar el proceso de elevar tu frecuencia vibratoria
Haz ejercicio, baila, canta, camina descalzo sobre la tierra, descansa en la naturaleza, escucha música clásica barroca, cuida tu huerto, medita, recapitula la experiencia del día, haz lo que te gusta.
Practica el arte de soltar, del desapego. Los eventos pasan, las personas se van, todo cambia. Aprende a decir adiós.
Medita. Centra tu atención en el momento presente.
Juega, diviértete, ríe.
Agradece.
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Presta atención a lo que te llega a través de tus sentidos y cómo eso influye en ti
¿Cómo te afecta lo que te llega, lo que te rodea?
Películas, redes sociales, videojuegos, noticias, mensajes, eventos, música, discusiones, comentarios, opiniones, chismes, estado del ambiente (olor, orden, iluminación, temperatura, contaminación, ruido, ondas), alimentos (naturales o procesados).
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Cuida tu diálogo interno
Tu mente se cree todo lo que le dices.
Dile que hoy va a ser un gran día, que todo va a ir sobre ruedas, que esto también pasará, que confías en ti, que en tu mundo de amor solo creas experiencias de paz y alegría.
Lo que te dices a ti mismo es muy importante, es lo que más impacto tiene sobre ti. Las palabras mueven energía. Elígelas con consciencia.
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Cuida tus relaciones
¿Con quién compartes tus experiencias de vida? Las relaciones influyen en el cambio de tu realidad.
También puedes comprobar cómo al cambiar de frecuencia algunos amigos y familiares se alejan de ti.
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Presta algún servicio
Sin esperar nada a cambio y sin pensar que el motivo es subir la vibración. Es una expresión amorosa que llena de satisfacción.
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Establece la intención de vibrar más alto
Recuerda lo poderosa que es la intención. En lugar de pedir a algo externo, expresa tu intención desde lo más profundo de tu ser. Y repítelo dentro de ti: subo mi vibración.
Una técnica es imaginar que eres un globo luminoso de aire caliente que se eleva y se eleva, a medida que respiras lento y profundo. También puedes visualizar un arcoiris y a medida que elevas tu vibración, pasas de una franja de color a otra.
Sentarse al calor de una hoguera cuando hace frío.
El olor a tierra mojada.
Caminar a la orilla del mar o pasear en un bosque.
Observar el amanecer o el atardecer.
El cielo estrellado.
Buscar formas en las nubes.
La brisa que acaricia la cara.
La lluvia que besa tu piel.
Los abrazos de los que amas.
Las risas contagiosas de los niños.
Jugar en familia. Jugar con tus perros o gatos. Acariciar a un animal.
Escribir. Leer. Bailar. Meditar.
El silencio. La música.
Conversar con alguien querido.
Las tardes soleadas. El verano. El sol en invierno. La nieve.
Las flores de la primavera.
El olor y el sonido del mar. El olor a playa en la piel.
Chapotear en los charcos.
El ruido de las hojas de los árboles al viento.
Las ardillas de los parques. El canto y el volar de los pájaros. Los cisnes nadando.
La ternura de los bebés y de los cachorros.
El olor de los libros nuevos.
Las sábanas recién puestas. Levantarse tarde.
Los desayunos con calma. Las meriendas en agradable compañía. Cocinar con calma para alguien que amas.
La comida de mamá (o de alguien que te ama y que tú amas).
Los abuelos (o las personas que en tu caso hayan sido amorosas contigo).
Ver fotos antiguas y reírnos de las pintas que llevábamos.
Los reencuentros con amigos.
Un baño caliente en invierno. Una ducha fresca en verano.
El amor.
Dejemos de temer a lo que podría salir mal y comencemos a disfrutar lo que ya somos y tenemos. Y recuerda: Nada es personal. Todo es cuestión de frecuencia vibratoria.
Paso a paso, día a día acumulas más de aquello que piensas, sientes, dices, haces en cada momento y eso crea una trayectoria con una inercia. Tú decides soltar todo lo que te pesa para disfrutar de la vida con mayor libertad.
Sentir la realidad del estado buscado y vivir y actuar desde esa convicción, es la causa de todos los aparentes milagros. Todos los cambios de realidad llegan a través del cambio de sentimiento. Un cambio de sentimiento es un cambio de destino.Neville Goddard
¿Qué puedes hacer hoy por ti, para sentirte más a gusto en tu cuerpo, en tu casa, en tu alma?
Tú eliges si reaccionas desde el miedo o respondes desde el amor ante eso que te sucede.
Recuerda: subir tu frecuencia vibratoria hace parte del arte de vivir una vida ordinaria de manera extraordinaria.
Reconocer y ampliar la consciencia astral es un paso clave en el encuentro con tu esencia más profunda. Además, facilita la manifestación de una realidad con más amor, paz, alegría, salud y éxito.
Llevo meses probando esta herramienta de autoconocimiento y ahora la comparto contigo por si te resuena.
Después de años de investigación y práctica, Fran de la Fuente desarrolló un método eficaz para explorar la consciencia astral estando despierto que describo a continuación.
Puedes escuchar los acompañamientos o asistencias que él y la comunidad consciente publican en Vida Multidimensional, su canal de Youtube.
Lo que me gusta de Fran y de esta comunidad es que transmiten una energía de amor, alegría y confianza en uno mismo. Hacen investigaciones grupales desde el astral, verifican las energías y contrastan la información. También te animan a que no creas nada y verifiques por ti, a que seas tu propio maestro y guía sin depender de nada externo.
La consciencia astral es nombrada como consciencia intuitiva por Jean Jacques Charbonier, médico anestesista especialista en experiencias cercanas a la muerte y autor de varios libros.
Método para explorar la consciencia astral
Después de escuchar muchos acompañamientos y aventuras astrales y de practicar, he hecho un resumen y lo comparto aquí a modo de introducción.
Este es el método básico para principiantes. Los viajeros astrales experimentados utilizan otras herramientas o posibilidades a medida que las van descubriendo o compartiendo.
Es fascinante.
Antes de comenzar, aclaro que es recomendable hacer las meditaciones guiadas que están en el canal Vida Multidimensional y Loni Multidimensional para limpiar miedos, limpiar el cuerpo energético, ir a tu jardín del amor, expandir tu consciencia, etc. Esto te permitirá empezar con menos bloqueos y subir tu vibración cada vez más.
Nota: si no sabes cómo subir la vibración, te lo explico en otro artículo relacionado al final de este.
Primero: relajación
Relaja todo el cuerpo y calma tu mente con respiraciones lentas y profundas. Las herramientas son la meditación y la respiración con atención plena. Por ejemplo, te puedes repetir varias veces: «mi brazo derecho está caliente, pesado y relajado». Y así con cada parte del cuerpo. Se trata de relajarse sin dormirse. En este estado podemos acceder a mayor información.
Yo suelo decretar: ningún mal, ninguna entidad, ninguna interferencia puede llegarme. No permito interferencias en mi energía.
Segundo: acceso a tu jardín del amor
Es ese lugar, estado o espacio imaginario donde te sientes a gusto, en paz. Puede que ya lo hayas imaginado en otras meditaciones. Es tu espacio y lo puedes modificar como más te guste. Es tu creación. Es tu imaginación. Te da muchas pistas sobre ti.
Y si no lo ves, relájate y recuerda un paisaje significativo para ti. El jardín cambia según tu estado de ánimo y de parasitación o interferencia. Es un indicador de tu «temperatura astral».
Si sigues sin ver tu jardín, céntrate en las sensaciones de tu cuerpo y en tus emociones porque son información para ti.
Nota: con tu intención sube tu vibración a cada paso del proceso o cuando sientas que no conectas o que te ha afectado la información a la que accedes. Es importante observar sin juzgar y sin conectar con las emociones densas.
Aumenta tu frecuencia vibratoria
Establece la intención de vibrar más alto. Utiliza herramientas que te faciliten el proceso, puede ser imaginar que eres un globo caliente que se eleva en el cielo; sentir que estás columpiándote, y con cada vaivén respiras y aumentas tu vibración; sentir que eres un sol cada vez más luminoso. Pensar en alguien que amas y te hace sonreír, recordar algo que te haga sentir alegría…
Pregúntate «a cuánto estoy vibrando», y si viene un número, intenta aumentarlo. Solo con tu intención y voluntad puedes conseguirlo.
Es un juego sin expectativas.
Percibe los cambios al vibrar más alto o cambiar de franja vibratoria: más calor, sensación eléctrica en el cuerpo, mayor percepción astral, mayor percepción del jardín o del cuerpo energético, serenidad, expansión, ligereza, plenitud. También puede que sientas un ligero mareo mientras te estabilizas.
Tercero: identificación de elementos ajenos y limpieza del cuerpo energético
Primero identifica en qué parte de tu cuerpo sientes las emociones y cómo esas emociones pueden estar interfiriendo en tu experiencia. Las identificas y las sacas de ti con amor y con consciencia. Por ejemplo, se te hace un nudo en la garganta por el miedo a decir tu verdad, o la tristeza te aprieta el corazón, o la rabia te inflama y te hace doler la cabeza. ¿Qué te duele, presiona, rasca, etc.? ¿Te viene algún color cuando prestas atención a esa zona? ¿Te llega algún recuerdo?
Segundo, imagina que te estás viendo en un espejo o que puedes desdoblarte y tienes a tu otro yo enfrente. Tal vez podrás percibir sombras, tubos, telarañas, placas, metales, redes, cadenas, grilletes, cascos virtuales, escudos, hilos, gafas, sombreros, escafandras, etc. Tal vez no ves nada pero sí sientes olores, cambios de temperatura, texturas.
Además existe tecnología parásita que inserta pensamientos en las personas y modifica su comportamiento. Toma consciencia: «este pensamiento no es mío, elijo sentir y actuar con amor».
Tal vez no veas nada al principio. Entonces, ahí donde te pulsa, te aprieta, te duele, huele, ahí hay información. Si no ves nada, siente y confía en tu intuición. —Loni Multidimensional.
Con consciencia y con amor propio, saca todo eso y lo metes en una esfera de luz que has creado/imaginado fuera de tu cuerpo.
A mayor vibración, mayor consciencia astral.
En cada paso, hay que subir más la vibración. Según Fran y Loni, en el astral no hay esfuerzo, todo funciona con la intención y la voluntad de obtener la información.
Cuarto: ir a la causa
Pon la intención de saber cómo llegó eso ahí, quién lo puso, en qué momento, bajo qué condiciones, con qué te conecta. Te llegará información en forma de imagen, sonido, certeza, olor, sensación.
Hay bloqueos que has puesto tú con tus emociones mal digeridas, creencias y apegos, también hay interferencias de entidades o del sistema. Si te cuesta conectar, sube tu vibración.
También, para obtener respuestas, podemos imaginarnos un camino de luz o un tobogán que representa a la línea de tiempo y que nos va a llevar a un momento o escena clave para obtener la información que estamos preguntando. Otra forma de jugar es imaginar una película y seleccionas una escena o un álbum de fotos y seleccionas una instantánea.
Hay que identificar el evento en el que se produjo esa brecha en tu campo energético y que facilitó con tu permiso (consciente o no) la parasitación de energías densas.
Quinto: transmutación
Cuando has visto o sentido eso que no es tuyo (implante, larva, parásito, energía depredadora, etc.), imaginas una esfera de luz, sacas eso que no es tuyo de tu cuerpo energético y lo pones en la esfera de luz para transmutarlo en lo que quieras: luces de colores, mariposas, flores, aire puro. Saca y saca hasta que sientas que no queda nada. Y llenas de luz y amor ese espacio que ha quedado «vacío».
Con tu intención, y una vez que hayas obtenido la información le subes la vibración a esa esfera para transformar en algo bello todo aquello que esté ahí.
Sexto: reconocer a los responsables de la interferencia
Entonces afirma: «muéstrate tal y como eres». En el astral las entidades se disfrazan y por eso es importante verificar qué tenemos ahí. Ellos son maestros del engaño y se alimentan de tu miedo.
Al subir la vibración es más fácil comprobar lo que es y lo que no. Si aparece un ser, repites: muéstrate tal y como eres. Puede que se muestre «angelical» o gigante y amenazador o se disfrace de alguien en quien confías. No quiere ser descubierto ni perder la fuente de su alimento: tu energía en forma de emociones densas.
Los parásitos son jerárquicos y lo demuestran con su tamaño y apariencia. Es una ilusión para asustarte. Ellos te necesitan para sobrevivir y una vez que tú retomas tu poder, ellos disminuyen de tamaño o desaparecen ante tu luz.
Recuerda: tu luz, intención y voluntad son más fuertes. Eres capaz de moverte en las distintas franjas vibratorias. Nada puede encarcelar tu energía a menos de que lo creas y lo permitas.
Y tal vez la primera gran interferencia es creerte el personaje, identificarte con el ser humano con nombre, apellidos, cuenta bancaria, drama, problemas, etc., sin darte cuenta de que eres mucho más.
Séptimo: anulación de los contratos y sus copias
Si no ves, siente. Le pides el contrato y todas las copias. Sin esto, el problema, enfermedad o asunto que hayas limpiado va a volver. La entidad te va a distraer para no dártelo. Le pides todas las copias de ese contrato o de cualquier otro que hayan firmado. Te las tiene que dar. Si ves que no lo hace, sube tu vibración.
Ahora tú decides qué haces con eso. Si quieres liberarte y limpiar a fondo, rompes los contratos y encierras a esa entidad en una esfera de luz para transmutar su energía con amor.
Recuerda: el miedo, la lucha, el conflicto, la duda, la queja, la rabia, la crítica, el odio, la venganza, la preocupación, etc., alimentan a las energías depredadoras y te debilitan.
La creatividad, el sentido del humor y la risa son tus mejores aliados.
Octavo: verificación
¿Cómo te sientes ahora después de haberte quitado todo eso? ¿Qué sentiste al romper todos los contratos? ¿Ligereza, liberación, energía?
Vuelve a tu jardín del amor y verifica qué ha cambiado en tu percepción o si hay algún elemento que se ha modificado. Vuelve a la escena o evento y verifica si algo se ha modificado tras tu toma de consciencia.
Y recuerda que si el dolor, la enfermedad o la situación molesta vuelve es porque quedan contratos o residuos que deben limpiarse y transmutarse a fondo.
Noveno: sellar con luz
Con tu intención y para cerrar la sesión, llena de luz todo espacio en especial el que hayas vaciado. Imagina que llenas de luz todos los huesos, venas, nervios y tejidos de tu cuerpo. Imagina tu sangre llena de luz. Siente esa vibración y sonríe.
El astral es como un videojuego con niveles y herramientas. Si algo te cuesta, usas tu creatividad y te inventas herramientas para obtener la información y limpiarte.
Siguiente nivel de consciencia astral
Paso a través de tu punto de luz
Revisa tu cuerpo energético, busca una parte o punto con mayor intensidad lumínica (punto de encaje de Castañeda). Usa ese punto como un portal para pasar a través de él a una frecuencia energética más alta («la zona del fluir sin yo o la libertad de las consciencias»). Al pasar a través de ese punto ya no percibes la forma física ni el color de la luz, eres la energía que se funde en un todo. Ya no te identificas con el personaje humano ni siquiera con un representación lumínica. Sientes una felicidad, plenitud y libertad inmensa, indescriptible. Este es un ejercicio propuesto por la consciencia astral del científico mexicano Jacobo Grinberg.
En este estado de consciencia ampliada puedes acceder a mayor información y capacidades, como hacerte invisible ante energías depredadoras en el caso de que quieras investigar otras realidades.
Reunión grupal en el astral
Hay una conexión de audio para conversar y contrastar la información a medida que los participantes de la actividad llegan a un punto determinado de reunión astral. Suelen identificarse unos a otros y luego proceden a limpiarse posibles implantes o emociones densas que se detectan en el momento para luego sintonizar todos en una frecuencia parecida y comenzar una investigación sobre un tema específico.
Compartir paquetes de información
Podemos descargar paquetes de información y herramientas de manera instantánea en el astral, gracias a lo que Jacobo Grinberg llamó la Latix. Es como si descargaras una app. Esto sucede gracias a la intención. Es obvio que si has llegado hasta aquí es porque ya te has liberado de la mayoría de creencias limitantes.
Consciencia astral expandida similar a la fuente
Tu ser puede desdoblarse en fractales para que cada uno haga diferentes actividades, con la capacidad de saber qué hace cada fractal en cada momento, ya sea en el campo físico o astral.
¿Parece ciencia ficción o que te estoy contando una película? Pues hay gente que ha desarrollado esta habilidad y es capaz de ver lo que tú estás viendo (visión remota), de mover objetos a distancia y transformar eventos. Sí, es posible.
Viajar en el tiempo con un cuerpo físico es una ilusión engañosa. No necesitamos un cuerpo físico. Para ir a otra «línea de tiempo» o trayectoria de posibilidades y modificar una historia, solo necesitamos nuestra consciencia expandida en el astral.
Recuerda: Sentir es lo que nos permite diferenciar y reconocer las energías en el astral y en el físico.
Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú lo llamarás destino. Carl Gustav Jung.
¿Te atreves a retomar tu libertad? ¿Te atreves a tomar las riendas de tu vida? ¿Te atreves a explorar tu consciencia astral?
Y te envío el primer capítulo de mi próxima novela en PDF. Máximo una vez al mes, recibirás un mensaje de bienestar y entradas gratuitas a mis eventos. ¡Gracias!
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