Las palabras: ¿el mejor estímulo sexual?

Las palabras son importantes, ¿lo sabías?

palabrasLas palabras tienen tono, volumen, temperatura, textura. Pueden acariciar o pueden herir. Pueden alegrar o entristecer, abrir o cerrar. Hay palabras que nos hacen temblar, que nos llegan al corazón. Hay palabras que nos encienden y otras que nos apagan. Hay palabras amorosas, respetuosas que nos acercan; otras cargadas de fastidio, desprecio y envidia que nos alejan.

«Gracias», «por favor», «me gustas», «lo siento», «te quiero», «¿por qué no?» son palabras llave. Abren puertas y almas.

La vida que albergan tus palabras te dice que tipo de persona eres […] Nuestra manera de hablar refleja nuestra manera de ser. —Luis Castellanos.

Al expresar tu amor y deseo, ¿te entienden?

Las palabras, cuando son habladas van acompañadas de miradas, gestos, movimientos, presencia corporal, olor, ruidos, pausas, atención o desinterés y todo esto comunica un mensaje que puede ser sincero o incoherente. Y muchas veces no nos damos cuenta de que decimos una cosa pero con nuestro cuerpo damos una información distinta. Cuando esto pasa, no resultamos creíbles y nos mal interpretan. El cómo nos expresamos, la comunicación no verbal, y el contexto influyen en la comprensión del mensaje.

A veces somos sinceros y no resultamos convincentes porque no nos estamos comunicando en el mismo nivel sensorial (visual, auditivo, kinestésico) de la persona con quien interactuamos. De nuestros cinco sentidos hay uno o dos con los que nos expresamos más y cuyos estímulos percibimos mejor.

Visual: Las personas más visuales necesitan ver para creer, y cuando hablan suelen decir: “ya veremos”, “qué panorama”, “no me digas que me quieres, demuéstramelo”, «lo veo claro», «sin sombra de duda».

El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada. —Gustavo Adolfo Bécquer.

Auditivo: Las personas más auditivas prestan mucha atención al tono, volumen y calidez de la voz. Dicen: «me suena», «te escucho». Necesitan oír una voz convincente que diga: “te quiero”, “me gustas”, “te lo recomiendo”, “perdóname”.

Kinestésico: Las personas kinestésicas necesitan el tacto, la velocidad, el movimiento, la temperatura y la textura en sus relaciones y aprendizajes. Se expresan a través de la experiencia en sí misma. Dicen: «esto huele mal», «es una razón de peso», «creo que no te sigo».

Los estímulos sensoriales están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida. También en la sexualidad y el amor. Y a ti, ¿qué te hace sentirte amada/o?

Podría ser ver el interés, el deseo y el aprecio en la mirada o el comportamiento del otro. Pasar tiempo juntos y sentir que esa persona hace cualquier cosa para estar contigo. Que te diga que te ama de cierta manera. Sentir el contacto físico.

Podemos demostrar el amor y el aprecio con miradas, regalos, preparando una cena deliciosa. Con palabras, llamadas, mensajes de texto. Con caricias, masajes, besos, intimidad y sexo. Compartiendo tiempo juntos. Con tu presencia y atención.

A veces somos sinceros pero no nos hacemos entender. Un caso real:

Ana es auditiva. Necesita que le pidan las cosas de cierta manera. Su marido, Pedro, es kinestésico y habla poco. Prefiere la acción y el contacto. Por la noche, cuando ambos llegan del trabajo, Ana le da a Pedro un beso en la boca dos segundos más largo de lo normal. Pedro interpreta esto como una señal de ganas y le mete mano. Ella se siente agredida y le dice:

—¡Así en frío no, chico, es como si me estuviera metiendo mano el frutero. Pon música, enciende una vela, dime algo bonito. —Resopla—. ¡Parece que ya no me quieres!. —A él le molesta el comentario, se siente rechazado y responde de malas maneras.

—¡Claro que te quiero! —Y ella, por supuesto, no le cree del todo. Y si además a él le cuesta hablar, la relación se resquebraja.

¿Qué está fallando aquí? Falta expresar el estímulo adecuado para producir la sensación y facilitar la comunicación efectiva. ¿Te ha pasado? ¿Qué estímulos necesitas para creértelo?

Y uno de los estímulos más importantes y esclarecedores es la palabra.

Di lo que piensas, pide lo que quieres

Pedir lo que te gusta y escuchar lo que le gusta a tu pareja es clave para el placer de ambos y mejora la relación.

Imagina que estás en la peluquería. Te están lavando la cabeza y el agua está hirviendo. Puedes comunicarlo de diferentes maneras:

  1. Lo dices.
  2. Haces un gesto de dolor y te apartas.
  3. Lo dices, haces un gesto de dolor y te apartas.

¿Cuál crees que será más efectiva? La tercera porque utilizas todos los medios para reforzar el mensaje.

Lo mismo pasa en la cama cuando te molesta o te apetece algo en concreto. Susurrar cosas como: «Umm», «Aah», «Uy», «Oh», «Sí», «Uf» no es hablar y se presta a confusión. Recuerda que somos distintos y que también lo somos durante el sexo. Es mejor pedir lo que quieres en lugar de esperar a que tu pareja lo adivine.

Cuando hablas con tu pareja de lo que te gusta y de lo que no, puedes elegir expresarte de manera directa o indirecta.

Directa: «Creo que nos vendría bien hablar de nuestra sexualidad como hablamos de cualquier otro tema, las vacaciones, la repartición de tareas domésticas, etc.».  Es mejor comenzar por lo positivo, por decirle lo que más te gusta, lo que hace bien. Ya después y con cariño puedes comentar lo que te gustaría cambiar.

Indirecta: Por ejemplo, si quieres practicar el spanking. «He leído en una revista que cuando se azota el culo durante el sexo la intensidad del orgasmo crece, ¿por qué será?». Después de escuchar su respuesta podrías añadir: «Podríamos probarlo la próxima vez, a ver si es verdad».

Claves para verbalizar tus preferencias

Ten claro qué quieres decir, cuándo y cómo quieres decirlo.

Lo mejor es expresar lo que quieres en voz alta, de manera clara y con respeto. Si solo recurres a los gestos, gemidos o le pones la mano donde quieres que te toque, tal vez la otra persona no lo capte. Llama a las cosas por su nombre.

Es mejor hablar de estos temas en momentos tranquilos, sin interrupciones, sin enfados, sin cansancio. Puede ser después de ver una peli en casa, durante el desayuno o la cena un fin de semana, durante un paseo o un día sin prisa.

Es más fácil empezar con comentarios positivos. Después, dile lo que te gustaría hacer o lo que preferirías dejar de hacer. Por ejemplo: Me gustaría que me susurraras al oído lo que me vas haciendo. Me gustaría que me dieras un masaje por todo el cuerpo antes de. Preferiría que no me buscaras sexualmente después de una discusión. Preferiría que no me chuparas la oreja.

Cómo usar las palabras para subir la temperatura durante el sexo

Da instrucciones precisas

«Succióname más fuerte, así, sí», «prueba a ir un poco más rápido o más suave, mira de este modo —y en ese momento, sobre su mano, le haces el movimiento a la velocidad y con la presión que deseas—».

«Hazme, besa, acaricia, chupa…».

«Quiero tu… en mi… ahora».

Cuéntale cuánto te gusta y cómo te hace sentir

Nos encanta sabernos deseados y muchos nos sentimos inseguros con nuestros cuerpos.

Prueba con: «Mmm, me encanta»,

«qué sexi eres»,

«cómo me excita tu…»,

«quiero… contigo».

Habla sucio

Puedes decir palabras obscenas o subir la temperatura sin utilizar un lenguaje soez. Es una cuestión de gustos.

Practica a solas: Si nunca lo has hecho, es más fácil empezar por practicar a solas y en voz alta mientras te masturbas. Fíjate cómo te sientes y qué te excita. Irás soltándote y tomándote el pulso.

Literatura erótica: Otra opción es leer juntos alguna escena de una novela erótica. Hay toda una gama de estilos y de escenas: poética, sutil, explícita, pornográfica. Te recomiendo «Adiós, niña buena«, por supuesto.

Tantea: Puedes medir la temperatura inicial con una pregunta: ¿Qué quieres que te haga?

Empieza con frases sencillas y naturales. Utiliza tu propio estilo. Al comienzo usa palabras suaves y a medida que la cosa se pone más caliente vas subiendo el tono para decir y escuchar guarrerías. Si eso es lo que prefieres.

Describe lo que haces durante el sexo. Dile lo que vas a hacer o lo que está sucediendo como: «siento tus dedos dentro de mi cuerpo y me encanta».

También puedes relatar alguna fantasía que tuviste o un recuerdo de algo vivido juntos que te excita.

Ten en cuenta el factor sorpresa. Si siempre usas las mismas palabras y haces lo mismo, se convierte en una rutina y pierde su encanto.

Aclara los límites. Si una palabra te parece muy fuerte o si tu pareja está siendo brusca, díselo con tacto. «Prefiero que me digas…» o «me está doliendo…».

Recuerda que es mejor pedir lo que quieres y decir lo que prefieres antes de esperar a que la otra persona lo adivine o te mal interprete por no hablar.

La palabra es un estímulo sexual. ¿El mejor? Eso lo decides tú.

 

Referencias

De Béjar, Sylvia, Tu sexo es tuyo, Editorial Planeta, Barcelona, 2011.

Parga, N.M. Adiós, niña buena, Amazon, 2018.

Robbins, Tony, Poder sin límites, Penguin Random House Ed. Barcelona, 2015

Roca, Nuria; Sexual-mente, Espasa Libros, Madrid, 2007.

Traba, Raquel; Higón, Beatriz, Los placeres de Lola, Santillana Ediciones, Madrid, 2008.

 

Sexualidad plena y Adiós, niña buena: ¿cómo surge la idea?

La portada que aparece bajo estas líneas es la de mi novela Adiós, niña buena, a la venta en Amazon desde el 14 de noviembre de 2018. La puedes adquirir en papel y en ebook en esa plataforma, por email o en mis talleres y eventos.

Adiós, niña buena

Ilustración: N.M. Parga – Diseño de portada: Jean Assemat

Esta novela romántica adulta lleva detrás el trabajo de más de dos años que empezó con una idea, con un «¿qué pasaría si…?

¿Qué pasaría si…?

¿Has leído El gozo de existir?, tal vez recuerdes que en el segundo capítulo, el del ictus, narro la experiencia mística que tuve tras la segunda cirugía a cráneo abierto.

…me relajé y el calor subió de mis pies a mi pecho […] atravesé un agujero negro y del otro lado no había ruido, ni dolor ni frío. Me expandía libre como un gas en una mezcla infinita de amor, paz, bienestar y un inmenso gozo de existir.

Esta experiencia mística (orgasmo cósmico, nirvana, despertar de Kundalini, alucinación debido a la anestesia) o como quieras llamarlo, fue el origen de la idea. Fue una experiencia maravillosa que yo viví de manera espontánea, y que también es posible gracias a la meditación, al yoga Kundalini o al sexo tántrico.

Entonces, me pregunté: ¿Qué pasaría si Sara, la protagonista de la historia, se atreviera a probar algo que nunca antes había hecho? ¿Qué pasaría si ella quisiera sentir un orgasmo cósmico? ¿Qué pasaría si, gracias a un círculo de mujeres, ella decidiera vivir su sexualidad de una manera distinta? ¿Qué pasaría si gracias a la sexualidad también pudiéramos ampliar la consciencia? ¿Qué pasaría si decidiera decir adiós a la niña buena, salirse del molde y quitarse las etiquetas?

Sinopsis de Adiós, niña buena

Sara lo tiene todo: una pareja estupenda, una hija maravillosa, un trabajo que le gusta y un problema: la gula. A sus cuarenta años se ha cansado de ser una niña buena y se siente atrapada en la rutina. Gracias a sus amigas del círculo de mujeres y a Katy, la sexóloga, abrirá su mente y su cuerpo a nuevas experiencias, y descubrirá que nunca es tarde para gozar de una vida sexual plena.

Un viaje a Lanzarote y un encuentro inesperado, la llevarán a debatirse entre lo correcto y la transgresión, entre la seguridad y la aventura, entre el amor duradero y la pasión efímera. ¿Se atreverá Sara a cruzar la línea? ¿Dirá adiós a la niña buena?

Hablemos de sexo…

Let’s talk about sex, baby. Let’s talk about you and me. Let’s talk about all the good things and the bad things that may be… Salt-N-Pepa.

Que pasaría si… tejiésemos una acogedora red para compartir confidencias y anécdotas, sin temor a dejar salir lágrimas y risas, con el corazón en la mano.  Una red donde la naturaleza —femenina y masculina— aflorara sin miedo ni vergüenza. Un espacio de encuentro en el que cada silencio, cada mirada, cada gesto de conexión significara: «sé lo que es y te acompaño» o «no lo he vivido y te respeto».
Un ambiente así —de escucha atenta y sin juicio—, sea en un círculo de mujeres, en un taller de sexualidad o en pareja, abriría nuestra mente y nuestro corazón a nuevas posibilidades, y eso es lo que descubre Sara, la protagonista de Adiós, niña buena.

La sexualidad es mucho más que el sexo y el sexo es mucho más que el coito

Aún en una sociedad moderna del siglo XXI, nos quedan algunos tabúes sexuales y bastante por aprender. La sexualidad —que es mucho más que el sexo—, es la base de nuestra vida. Sin ella no hubiéramos nacido.
Con Adiós, niña buena quisiera ampliar la visión de la sexualidad, facilitar el diálogo para que algunos temas dejen de ser tabú y animar a otras mujeres para que se atrevan a vivir aquello que desean.
Porque decirle adiós a la niña buena no es convertirse en mala. Es quitarse las etiquetas limitantes y atreverse a ser, a autoconocerse y a amarse. Es salirse del molde y dejar de complacer a otros.
¿Qué pasaría si conversáramos sobre nuestra sexualidad de manera abierta y natural? ¿Y si escogiéramos el amor en lugar del temor? ¿Qué pasaría si nos diéramos cuenta de que nuestra energía sexual es la energía creadora de la vida?
Sexualidad plena, placer
Adiós, niña buena es una historia que nos invita a retomar ese diálogo con nosotros mismos o en pareja, con un enfoque de curiosidad, respeto y autoconocimiento. Es una semilla de consciencia, en el gran terreno de la sexualidad y del amor propio.
Sensual, abierta, amena, Adiós, niña buena, te invita a explorar tu sexualidad, tu placer y tus sentidos a través de un amplio abanico de posibilidades. También te invita a conocerte, a amarte y a dejar de juzgar.

¿Quieres probar?

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Tantra y sexo tántrico

Referencias

Compartiendo experiencias sobre decirle adiós a la niña buena con María Paula de La Naturaleza de Maps. Abril de 2023. Testimonio:
❤️ «La lectura de «Adiós, niña buena» tocó las fibras de mi corazón, fue trascendental para mí, y fue muy importante en mi proceso de autoconocimiento, para identificar y dejar de ser esa niña buena, para quitarme capas y creencias limitantes. También me ayudó a identificar los tabués de la sexualidad que tenía por cómo fui criada, y a practicar el poder de decisión de la mujer libre que soy. Leer y compartir esta novela en el círculo fue transformador y me gustaría que más mujeres lo supieran y lo vivieran». —María Paula H.

Adiós, niña buena, está a la venta en Amazon . También me puedes escribir a escritora@nmparga.com si quieres que te la venda en directo (España).

Soy una autora autoeditada.

Si has leído la novela, te agradezco que me dejes un comentario, una reseña, una opinión aquí.

¡Muchas gracias!

Los 7 espejos del alma

Ojo espejoLa herramienta de los 7 espejos del alma nos ayuda a conocernos mejor, a sanar y a tomar decisiones acertadas.

En cada momento de nuestra vida,  nuestras relaciones personales son una oportunidad de aprendizaje y de crecimiento.

Las palabras, las acciones y las decisiones de quienes nos rodean nos permiten reaccionar (dejarnos llevar) o responder de manera consciente.

Los 7 espejos del alma

Los antiguos esenios identificaron el rol de nuestras relaciones personales y las clasificaron con el nombre de los 7 espejos del alma. Hoy comparto la explicación que da el geólogo y científico Gregg Braden sobre dichos espejos. El vídeo original en inglés de donde extraigo la mayoría de la información está citado al final.

Tu cuerpo es espejo de tus creencias. Reconcilia y redefine el significado de los sucesos en tu vida. Mira tus logros sin compararlos con los de los demás para permitir mejores posibilidades. —Gregg Braden.

El primer espejo: el momento presente

A veces, lo que vemos alrededor es lo que irradiamos en ese instante, en el momento presente. ¿Ves un patrón que se repite en las personas que están contigo? ¿Es rabia, cansancio, tranquilidad, alegría?

¿Es eso lo que sientes? ¿Las personas alrededor son tu reflejo ahora?

Si la respuesta es no, entonces pregúntate: ¿me están mostrando lo que juzgo en este momento?

El segundo espejo: lo que juzgamos

Todo lo que nos irrita de otros, nos lleva a un entendimiento de nosotros mismos. Carl Gustav Jung.

A veces juzgamos a las personas que nos rodean o los otros nos juzgan y nos ponen etiquetas.  Si el comportamiento de la persona con la que estamos nos frustra o irrita, si su actitud desencadena una discusión, tal vez estemos juzgando alguna emoción. La ira y el odio nos muestran nuestra propia herida, dónde no nos estamos amando a nosotros mismos.

Lo que veo en los demás es un reflejo de lo que hay en mí mismo/a.
Los consejos que doy son los consejos que me doy.
Las necesidades que veo en los demás son mis propias necesidades.
Juzgo en otros lo que condeno en mí.
Lo que me molesta de los demás es lo que me molesta de mí mismo/a, y lo que me agrada de otros también es lo que me agrada de mí mismo/a.

El tercer espejo: el amor olvidado

En el momento en que miras a alguien a los ojos y sientes una conexión, una familiaridad, una atracción magnética en tu cuerpo, y quieres pasar más tiempo con esa persona, pregúntate: ¿qué es lo que veo en esta persona, de mí mismo/a, que he perdido, que he traicionado o que me han quitado?

El tercer espejo refleja lo que hemos perdido, dejado, perdido de nosotros mismos/as durante la vida, (inocencia, alegría, capacidad de disfrutar, juventud, etc.), con el fin de alcanzar nuestros objetivos, o conseguir más poder o control sobre los demás.

También refleja la atracción que sentimos por alguien que encarna eso que hemos perdido o que otros nos han quitado. Y confundimos esta atracción con el amor. Cuando esa carga que reflejamos el uno en el otro desaparece, muchas parejas se rompen porque creen que ya no se aman, cuando nunca lo han hecho. Otras parejas se dan cuenta que disfrutan mucho la mutua compañía y deciden seguir juntos cuando desaparece ese carga-espejo-atracción.

El cuarto espejo: patrones, adicciones y obsesiones

Este espejo tiene que ver con los patrones de comportamiento repetitivos, las adicciones y obsesiones que se desarrollan despacio y de forma gradual. Este espejo nos permite ver si, poco a poco, estamos dejando a un lado lo que más apreciamos en nuestra vida.

¿Qué hay detrás del alcohol, de las drogas, del sexo, del dinero, del juego, del ahorro, del control? ¿Qué pierdes cuando caes en ese patrón? ¿Qué ganas cuando sanas una adicción, una obsesión?

El espejo de la madre

El quinto espejo: padre y madre

El padre y la madre son los espejos más potentes y más cercanos que tenemos. Ellos nos permiten ver por qué vivimos la vida que vivimos. Ellos nos muestran nuestras expectativas y creencias. Ellos son un ejemplo de lo que queremos repetir y de lo que preferimos evitar. Cuando tomamos consciencia, los liberamos de esa tarea.

Un ejercicio es hacer una lista con las cualidades positivas y negativas de las personas que nos cuidaron cuando éramos pequeños. ¿Reflejan estos adjetivos nuestras expectativas actuales?

Otro ejercicio es cerrar los ojos, respirar profundo y pensar qué nos gustaría decirle a nuestro padre y nuestra madre si nos quedara un minuto de vida.

Y, ¿qué nos gustaría oírles decir a ellos?

Nuestros padres son, por encima de cualquier otra persona, los que nos dan las mayores oportunidades de descubrirnos. Ellos son, durante gran parte de nuestra vida, nuestros mayores espejos. Son los que nos muestran desde su ejemplo de vida lo que no debemos repetir o, en el mejor de los casos, lo que sí es excelente. Virginia Blanes.

El sexto espejo: la noche oscura del alma

Este espejo nos recuerda que la naturaleza y la vida tienden al equilibrio. Los desafíos (enfermedades, problemas, duelos) suceden cuando podemos superarlos con maestría para liberarnos de nuestros apegos, para vernos de otra manera.

Nosotros creamos esos grandes conflictos cuando tenemos las herramientas y la maestría para aprender de ellos y salir adelante. Son una oportunidad, sin punto de referencia previo, y solo llegan cuando somos capaces de vivirlos.

El sexto espejo nos muestra la percepción condicionada de lo que entendemos por luz y oscuridad. Tanto la luz como la oscuridad existen para mostrarnos algo y existen como un mismo fenómeno. El miedo surge cuando vemos estas dos fuerzas como algo separado.

Al reconciliar las dos fuerzas (luz y oscuridad, bien y mal) y al entender que no pueden existir la una sin la otra, abres la puerta de la compasión. A medida que sanas tus recuerdos, ayudas a sanar la memoria universal del miedo. Gregg  Bradden.

El séptimo espejo: la perfección en la imperfección

Cuando percibimos los desenlaces de nuestras acciones como logros o fracasos, lo hacemos al compararnos o medirnos con algo externo. El séptimo espejo nos invita a aceptar cada aspecto de nuestra vida, ya sea nuestro físico, nuestro intelecto, nuestras habilidades y experiencias, tal y como son en este momento. Solo juzgamos cuando comparamos con una referencia externa.

¿Te permitirías ser tu única referencia, compararte contigo mismo/a? ¿Con qué regla te mides? ¿Con qué criterio juzgas? ¿Has dado lo mejor de ti?

Este espejo nos invita a permitir ver la perfección en la imperfección de la vida. Es decir, aceptar que todo pasa por una razón y que podemos ser felices, así como somos. Solo nos sentimos imperfectos cuando nos comparamos con algo externo.

En tus manos está la alternativa del cambio, de la evolución, del amor. Los espejos nos ayudan a ver aquello que aún no vemos de nosotros mismos.

Otra forma de ver el espejo

En lugar de decir «proyecto fuera lo que tengo dentro», pienso: lo que sucede es una oportunidad de entrenamiento en amor. Cada vez que veo algo que no me gusta, una atrocidad en el mundo, bendigo y anclo la vibración opuesta: amor, paz, alegría, valor, respeto, compasión, esperanza, gratitud, etc. Matt Kahn.

¿Qué te parece la herramienta de los espejos? ¿Qué te están mostrando las personas a tu alrededor? ¿Qué necesitas sanar?

Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte. Julio Cortázar.

Referencias

Braden, Gregg. [LamatX], 6-may-2012. The 7 essene mirrors, Youtube, (2 h).

Blanes, Virginia. Amar sin sufrir. El libro de los hijos. No todos somos padres, pero todos somos hijos. Ediciones Gaia. Móstoles, 2017.

 

La gratitud mejora tu salud

La gratitud mejora tu saludLa gratitud mejora tu salud, te ayuda a sanar, te da energía y alegría. Apreciar lo que te da la vida ofrece múltiples beneficios, como lo confirman numerosos estudios médicos.

La gratitud nos ayuda a sanarnos más rápido de una enfermedad y a superar la adversidad

Yo descubrí el poder de la gratitud dos semanas después de mi ictus, cuando recuperé la memoria a corto plazo. Al tomar consciencia de lo que me había pasado, lloré de alegría, a pesar del dolor físico y de que no me podía mover en ese momento.

Ser agradecida aumentó mi energía vital, lo que me permitió sanarme más rápido, volver a caminar y valerme por mí misma. Te lo cuento en el tercer capítulo de El gozo de existir.

Ser agradecida me permitió ver todo lo que me había pasado como un regalo y apreciar mejor el valor de la vida.

Beneficios físicos de la gratitud:

  • Mejora el sueño
  • Reduce la depresión
  • Disminuye el ritmo cardiaco
  • Baja la presión arterial
  • Disminuye el riesgo de sufrir Alzheimer
  • Refuerza las defensas naturales.

La gratitud es vacuna, antitoxina y antiséptico. —John Henry Jowett

La gratitud nos ayuda a dormir mejor por las noches

Así lo demuestran numerosos estudios como el de la profesora en psicología Nancy Digdon, quien afirma que escribir un diario de la gratitud todas las noches ayuda a preocuparse menos y a dormir mejor.

La gratitud aumenta los pensamientos positivos y disminuye los negativos a la hora de dormir, esto ayuda a que nos durmamos más rápido y durante más tiempo, según un estudio de la Universidad de Manchester en Inglaterra. [1]

La gratitud neutraliza las emociones negativas

Lo que tiene un gran impacto sobre nuestra salud. Las emociones como la envidia, la tristeza y el resentimiento nos enferman y destruyen nuestra capacidad de disfrutar y de ser felices.

Si potencias la gratitud, las emociones tóxicas disminuyen y te relacionas de una manera distinta con el mundo, según Robert Emmons, profesor de psicología en la Universidad de California [2].

El remedio es la gratitud. Es poner el foco en lo que ya tienes y ya eres en lugar de centrarte en lo que has perdido o quieres tener.

La gratitud convierte lo que tenemos en suficiente. Es la señal de las almas nobles. —Esopo.

La gratitud mejora nuestra salud y nos hace felices. ¿Vives el poder de la gratitud?

AcuarelaAmapola

Acuarela. N.M.Parga

Ideas para fomentar la gratitud

Primero, para y mira todo lo bueno que ya hay en tu vida. Después, reconoce la fuente de ese bien.

Siempre hay flores para aquellos que quieren verlas. —Henri Matisse.

  1. Escribe un diario de gratitud o, cada noche, piensa en cinco cosas que quisieras agradecer cuando estás en la cama antes de dormir.

2. Agradece, cada día, a las personas que te rodean (familia, trabajo) por algo que hagan o por lo amables que son.

3. Todas las mañanas, al despertar o cuando desayunas, da gracias por un nuevo día lleno de oportunidades.

4. Enfócate en lo que va bien en lugar de darle importancia a lo que va mal. Aprecia lo que ya tienes.

5. Disfruta de las pequeñas cosas: una sonrisa, un beso sorpresa, un amanecer…

6. Incluso, agradece las dificultades porque son lecciones de vida. Estas experiencias se repetirán hasta que aprendamos a apreciar lo que nos hace únicos.

 

Transformarnos en quien queremos ser pasa por aceptar y amar a la personas que ya somos.

¡Gracias por leer este artículo!

Referencias

[1] psychologytoday.com how-gratitude-helps-you-sleep-night

[2] Robert Emmons Why Gratitude is Good

[3] Santé Nature Innovation. Les cinq lettres qui guérissent: MERCI

Ama y atrévete a ser quien eres

ManosNirvana¿En cuántas ocasiones te han dicho: «Ámate a ti mismo»? A veces, para entender un mensaje, debemos escucharlo con frecuencia y de diferentes personas. Necesitamos oírlo de distintas maneras para poder asimilarlo. Así somos los seres humanos.

 

Cada cual escucha, ve y entiende lo que quiere o necesita en un momento determinado. En otras palabras, «resonamos».

Tras haber estado al borde de la muerte, llegué a la conclusión que el amor me había salvado. Además, sentí que la gratitud me había ayudado a sanar más rápido.  Y me pregunté: «¿Qué significa amarme a mí misma?»

 

El gozo de existir

Por eso decidí compartir mi testimonio en El gozo de existir. Donde cuento los pasos en el camino que fui descubriendo al andar. Algunos mensajes podrán hacerte sonreír, llorar o reflexionar.

No pretendo decirle a nadie qué hacer ni cómo vivir su vida. Tampoco es necesario sufrir un ictus o el acoso moral para tomar consciencia y liberarse de ataduras mentales. Sin embargo, creo que todo lo que nos sucede, pasa por algo y nos lleva a ser quienes somos.

Desde mucho antes de mi ictus, yo había decidido seguir un camino espiritual personal fuera de cualquier religión o ideología. Había iniciado el proceso de toma de consciencia, que aún continúa. Después, decidí escuchar mi corazón y la voz de mi intuición en cada momento. Decidí fluir y ser fiel a mí misma para disfrutar mi vida y amar más y mejor.

En estos días, leí Morir para ser yo de Anita Moorjani y amplié mi consciencia al respecto. Por eso me gustaría destacar algunos de nuestros aprendizajes y mensajes. Aclaro que la experiencia cercana a la muerte de Anita fue mucho más consciente, amplia y reveladora que mi nirvana. Sin embargo, ambas experiencias nos han abierto los ojos.

 

«Deberíamos estar muertas, pero seguimos vivas»

Para empezar, eso tenemos en común Anita y yo. También nos recuperamos más rápido de lo «normal».  Ella tuvo una remisión espontánea del cáncer de linfoma que arrasó su cuerpo dejándola en coma. Mi recuperación tras la hemorragia cerebral y dos cirugías a cráneo abierto fue milagrosa.

 

Diferencias que enriquecen

A pesar de estar en coma, Anita fue consciente de todo mientras moría y tenía una claridad mental impresionante. Yo no me di cuenta de que me estaba muriendo. Además, tras despertar del coma me falló la memoria durante dos semanas.

Anita tuvo una experiencia cercana a la muerte y fue consciente de todo lo que sucedía a su alrededor. Era capaz de sentir lo que sentían los demás mientras su cuerpo estaba muriendo. Se comunicó con la presencia de su difunto padre y de su mejor amiga. Incluso se vio a sí misma en vidas paralelas y simultáneas. Y llegó a la conclusión que Dios es un estado de ser.

A lo largo del libro, ella menciona varias razones para su curación. Por ejemplo, la total ausencia de creencias y pensamientos le permitió a su cuerpo reiniciarse.

 

Anita decidió volver a su cuerpo

Durante su experiencia cercana a la muerte supo que sanaría en cuestión de días. Supo que el miedo la había enfermado y que ahora sería capaz de vivir sin miedo.

La clave de mi curación fue el amor incondicional hacia mí misma, que eliminó mis miedos, afirma Anita Moorjani (p. 203).

En cambio, creo que no decidí seguir viviendo. Siento que esa energía infinita, ese amor incondicional, me devolvió a la orilla de esta vida. Me rendí y dejé que el amor se hiciera cargo de mí. Eso me salvó.

Además de la historia personal, Anita comparte su profunda comprensión de la realidad tras su ECM, por lo que recomiendo la lectura de su libro. Para mí ha sido una revelación y una alegría ver escritas en sus palabras una versión de mis aprendizajes.

Anita, gracias por recordarnos que ya somos lo que necesitamos ser. Gracias por animarnos a expresar nuestra singularidad sin miedo.

Puntos en común

Ambas decidimos escribir nuestras experiencias y aprendizajes para compartirlos con quienes quieran leer y escuchar. Las dos comprendimos que nuestras enfermedades eran parte de nuestra razón de ser, de nuestro propósito. Y nos sentimos profundamente agradecidas por una segunda oportunidad.

Vida contenida en una jaulaLas dos tomamos consciencia del estado de expansión sin los límites de los cinco sentidos que perciben el tiempo de forma lineal. Razón por la cual ella habla del cuerpo como confinamiento y yo le llamo la jaula.

Al experimentar el estado maravilloso de la vida sin un cuerpo, las dos perdimos el miedo a la muerte. Ambas quisimos quedarnos en ese estado indescriptible de amor, bienestar y gozo. En ese estado del ser en el que no hay pensamientos.

Ambas nos preguntamos: ¿Quién soy? ¿Para qué he nacido? ¿Cuál es el sentido de esta vida? ¿Qué significa ser yo misma?

Las dos seguimos aquí para transmitir un mensaje y vivirlo. Todos somos amor y somos capaces de disfrutar el regalo de la vida sin miedo.

 

Aceptación y confianza

Aprendimos a aceptar

La aceptación es el estado en donde ocurren los cambios más positivos. Cuando aceptas, permites que todo sea tal como es. El universo nos da solo aquello para lo que estamos preparados y cuando lo estamos. Eso significa aprender a vivir en la incertidumbre para abrirse a nuevas posibilidades.

Me acepto cuando me permito ser yo misma y vivir plenamente. Me permito sentir lo que me molesta y lo que me gusta, sin luchar. Acepto mis sentimientos y pensamientos negativos y los dejo ir.

Acepto que todo pasa por una razón. Me pregunto ¿para qué?

Algunos hechos o personas son bendiciones, otros son lecciones.

 

Aprendimos a confiar

La aceptación y la confianza van de la mano. Somos parte de una sabiduría mayor que ya está en cada uno de nosotros. La clave es permitir que nos guíe, nos proteja y nos de todo cuanto precisamos para nuestro bienestar y felicidad. Es soltar y dejar ser.

Cada momento alberga infinitas posibilidades. Lo que sucede es lo que tiene que pasar me guste o no. Y al llegar a este punto, me pregunto: «¿Qué es lo que no veo aún?

Todo lo que es para mí llega a mi vida sin esfuerzo, afirma Anita Moorjani.

 

Aprendimos que el cuerpo refleja el estado interno

Si creemos que lo externo tiene más poder sobre nosotros que lo interno, nos descentramos y enfermamos. Cada dolor, cada catarro, cada molestia es un mensaje de nuestra naturaleza a través del cuerpo.

Las respuestas siempre están en nuestro interior. ¿Desde cuando me sucede? ¿Hay algo que no haya salido como yo quería? ¿Qué me impide hacer este dolor? ¿Me trato con amor y respeto? ¿Me perdono? ¿Por qué me siento así?

La enfermedad no es un enemigo contra el que hay que luchar. Esta visión bélica está basada en el miedo. Y el temor es la causa del malestar. Así que al luchar contra la enfermedad estamos alimentando la energía que la ha producido: el miedo.

Al contrario, los síntomas son la forma que el cuerpo utiliza para curar un problema más profundo. La enfermedad es un mensaje. Por eso te digo: Deja de luchar y cambia el cha,cha,cha. Tal vez si escuchas el mensaje y haces los cambios necesarios, los síntomas remitan en cuestión de días.

 

Ama y atrévete a ser quien eres

Nacemos completos como semillas de posibilidades. Cada uno tiene una posición y un propósito singular en el tejido de la vida. ¿Qué nos impide ser lo que somos? Hemos nacido para aprender a expresar nuestra propia esencia que es amor.

Lo único que tenemos que hacer es permitir lo inesperado. Permitir que las cosas sucedan. Cada cual permite o limita cuanto quiere que entre en su vida.

El propio acto de aceptarme y permitirme sentir sin juzgarme es un acto de amor por mí misma, dice Anita (p. 215).

Ser yo misma es centrarme. Es reconocer mi lugar en el universo y sentir mi conexión con todo lo que existe. Como una gota en el océano, o un grano de arena en la playa. Más ser y menos hacer.

Atreverme a ser lo que soy implica estar donde, cuando y con quien quiero estar. Significa ser consciente de si mis decisiones están motivadas por el miedo o por el amor.

Supone dejar ir las creencias que ya no sirven. Soltar o liberar todo vínculo o apego con cualquier expectativa o resultado es curativo.

Amarse a uno mismo es conocerse, es reírse de los errores y poner límites.

Si escuchas a tu verdadero ser, cualquier camino que escojas será el correcto, afirma Anita.

 

¿Escuchas a tu verdadero ser?

¿Qué significa para ti amarte a ti mismo/a?

¡Ama y atrévete a ser quien eres!

 

Referencias

MOORJANI, Anita. Morir para ser yo (Dying to Be Me). Traducción: Puerto Barruetabeña. Madrid: Gaia Ediciones, 2012. (Original EE.UU: Hay House, Inc. 2012)

Alimentos afrodisiacos y libido

Alimentos afrodisiacosHay dos afirmaciones con las que tal vez estés de acuerdo: «El sexo es salud» y «somos lo que comemos». ¿Mito o realidad?, San Valentín puede ser una oportunidad para festejar con alimentos afrodisiacos.

Haz el amor y no la guerra. —Lema pacifista popularizado por Penélope y Franklin Rosemont en 1965.

El sexo es salud

Los beneficios de una vida sexual satisfactoria son muchos. Entre otros, el sexo aumenta las defensas, mejora la oxigenación, mejora la luminosidad de la piel, disminuye las migrañas y los dolores menstruales, quema calorías y mejora la autoestima.

La sexualidad es mucho más que el sexo. Es también la imagen que tenemos de nosotros mismos, implica desarrollar nuestra identidad, los roles de género. Es aprender a expresarse, a pedir deseos y establecer límites. La sexualidad tiene que ver con el respeto, la intimidad y la seguridad, afirma Ineke van der Vlugt, experta en desarrollo sexual juvenil en Rutgers WPF, el instituto de investigación sexual holandés.

¿Somos lo que comemos?

Por otro lado, algunos hemos comprobado en carne propia las diferencias de estado físico y mental al cambiar nuestros hábitos alimenticios. Por eso, afirmamos que sí somos lo que comemos.

Aunque en la medicina moderna occidental hay muchos detractores de esta idea, la milenaria medicina china nos recuerda la importancia de la alimentación para la salud, el sexo y la larga vida.

No se trata de hacer un régimen de un mes y ya. Para gozar de los atributos nutricionales hay que incluir estos alimentos en la dieta diaria. Toca cambiar los hábitos alimenticios, remplazando los productos procesados por verduras, frutas, especias y legumbres.

Además, un afrodisiaco es una sustancia que incrementa la libido o deseo sexual. Los alimentos considerados como afrodisiacos tienen una función vasodilatadora o están implicados en un proceso de tipo hormonal. Por lo que pueden estimular la excitación sexual y favorecer otros procesos fisiológicos.

Sin embargo, el mejor afrodisiaco es la imaginación y la predisposición psicológica a gozar.

 

Ten en cuenta que…

  1. El estrés, la monotonía, el cansancio, la disfunción sexual, enfermedades metabólicas o crónicas, así como ciertos medicamentos afectan la libido.
  2. La comunicación entre la pareja es fundamental para determinar si es necesario acudir a un especialista o si se puede solucionar el problema cambiando los hábitos.
  3. La sexualidad es en esencia una cuestión de hormonas. Se asocia el deseo a la testosterona; el amor, a la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. La confianza, el cuidado y la formación de vínculos se relaciona con la oxitocina.
  4. Los alimentos nutren pero no hacen milagros. Para tener una vida sexual satisfactoria tienes que poner de tu parte.

 

La libido es un goteo. Poco a poco la aumentas o la pierdes y solo te das cuenta cuando el vaso está lleno o vacío. No hay nada milagroso que la aumente de golpe, afirma Carolina Armero, sexóloga.

 

16 alimentos afrodisiacos para deleitar el paladar

Aguacate: es rico en ácido fólico, vitamina B6, potasio, ácidos grasos omega-3 y ácido oleico. Es un estimulante sexual de gran valor energético.

Almendras: Los poetas de hace siglos pensaban que el aroma de las almendras despertaba la pasión de las mujeres. Su alto contenido de arginina y vitamina B3, promueven la vasodilatación, lo que aumentaría la libido.

Cacao: El ‘alimento de los dioses’ contiene teobromina, un alcaloide estimulante similar a la cafeína. También tiene feniletilamina, químico del amor; anandamina, una endorfina que nos hace sentir bien y triptófano, esencial para el neurotransmisor de la felicidad: la serotonina.

Chocolate negro: Revitaliza el sistema nervioso y ayuda al cerebro a producir serotonina lo que mejora el estado de ánimo.Fresa

Espárrago: es una gran fuente de potasio, fibra, vitamina B6, vitamina A, C, tiamina y ácido fólico. Este último se dice que aumenta la producción de histamina necesaria para alcanzar orgasmos en ambos sexos.

Fresas: estimulan las glándulas endocrinas y relaja el sistema nervioso.

Garbanzos: rico en zinc, vigoriza y realza la libido.

Higos: Se dice que era la fruta favorita de Cleopatra. De alto contenido en betacaroteno, sustancia que impacta en la producción de hormonas sexuales. Además mejora el deseo y equilibra los estrógenos.

Mango: contiene betacaroteno que ayuda a la generación de estrógenos y testosterona. Tiene muchas vitaminas que mejoran la producción de esperma. Además, contiene triptófano, aminoácido y neurotransmisor de la melatonina, la serotonina y la niacina.

Miel: rica en boro, ayuda a promover la utilización y metabolización de la hormona sexual femenina. Además aumenta los niveles de la hormona responsable del deseo sexual en la sangre.

Ostras: Las ostras crudas tienen alto contenido en zinc, lo que eleva el esperma y la producción de testosterona, y eso aumenta la libido. Al igual que algunos pescados, las ostras contienen ácidos grasos omega-3, que aumentan su bienestar general e incluso ayudan a reducir la depresión.

Piña: Rica en Vitamina C y utilizada en tratamiento homeopáticos para la impotencia.

Rúcula: diurética, digestiva y afrodisiaca (contiene triptofano).

Sandía: es el Viagra natural. Gracias a la citrulina, contenida en la parte blanca, relaja los vasos sanguíneos y mejora la erección. También es rica en licopeno, beneficioso para el funcionamiento del corazón y de la próstata.

SandiaTrufa: los griegos y romanos la consideraban afrodisiaca porque estimula y sensibiliza la piel al entrar en contacto con ella.

Vino tinto: tomado con moderación desinhibe y vasodilata. El alcohol reduce la potencia sexual y la sensación de placer.

Especias y plantas afrodisíacas

Albahaca: fortalece el sistema nervioso y el sistema digestivo. Disminuye la fatiga, la inflamación y el insomnio.

Anís: disminuye las flatulencias y el mal aliento. En Oriente se emplea para curar la impotencia

Canela: Estimula el riego sanguíneo en la zona abdominal y genital. Aumenta así la facilidad para lograr la excitación, y en el caso del hombre también para alcanzar y mantener la erección. En la mujer, disminuye los dolores menstruales.

Chile: Su capacidad para liberar endorfinas puede causar un ‘subidón’ en el estado de ánimo. El calor que genera el chile calienta el cuerpo, enviando el impulso de arrancar la ropa.

Ginseng: mejora la potencia sexual y disminuye los problemas de disfunción eréctil.

Jengibre: tiene fama de ser un eficaz potenciador sexual. Además, mejora las defensas, estimula los nervios y vasos sanguíneos.

Mostaza: desde hace siglos se cree que estimula las glándulas sexuales e incrementa el deseo.

Nuez moscada: tiene fama de ayudar a retrasar la eyaculación.

Vainilla: dicen que el aroma y el sabor de la vainilla incrementan la pasión.

Alimentos a evitar en San Valentín

Es mejor evitar alimentos que causen gases, mal aliento o eructos:

Quesos y productos lácteos: causan gases, mocos y mal aliento.

Chicle: produce gases.

Ajo y cebolla: dejan un fuerte olor y pueden causar eructos y reflujo.

Otros alimentos pueden alterar nuestro olor, sabor, sudor y fluidos corporales. Por ejemplo, el ajo, la cebolla, los espárragos, la canela, el curry, la pimienta.

Ideas para una vida sexual plena

Acepta tu cuerpo: dile adiós a los complejos y exigencias.

Juega y explora: prueba nuevos sitios, posiciones, experiencias.

Cuídate y ámate: con una alimentación saludable, ejercicio, cariño y generosidad.

Prepara el momento: sorprende a tu pareja con un ambiente especial, lencería sexy, etc.

 

¡Feliz San Valentín! brindemos por el amor y la amistad.

 

Referencias

ARMERO,  Carolina. El Paraíso secreto.

DE BÉJAR, Sylvia. Tu sexo es tuyo. Barcelona: Editorial Planeta S.A. 2011.

REID, Daniel. El Tao de la salud, el sexo y la larga vida. Traducción de Jordi Mustieles. Girona: Ediciones Urano, S.A. 2003.

PUGET, Henry. Lune et Santé, mode d’emploi. Genève (Suisse): Éditions Minerva, 2009. pág. 93.

Claves y fases para recuperarse de un ictus

DCAAl año, los ictus o accidentes cerebro vasculares afectan cerca de 17 millones de personas en todo el mundo. Causan la muerte de seis millones. Y su aparición provoca más discapacidad y muertes prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos. El tiempo, tanto en la detección como en el inicio de la rehabilitación, es clave para recuperarse de un ictus.

El ictus o accidente cerebrovascular, es un trastorno brusco de la circulación que altera una región determinada del cerebro. Puede producir lesiones cerebrales, y dejar secuelas funcionales.

Si has sufrido un ictus, o estás cuidando a un familiar, recuerda que:

No hay lesión cerebral lo suficientemente leve para ser ignorada ni lo suficientemente grave para pensar que no hay esperanza. -Hipócrates.

Posibles secuelas

Dependiendo del daño cerebral, se pueden presentar, a parte del dolor y las molestias propias a la cirugía, entre otras:

Acúfenos o tínnitus: es la percepción de ruidos (zumbido, tintineo, pitido) en el oído que no corresponden con ninguna señal acústica en el entorno.

Afasia: pérdida parcial o total de la capacidad de hablar como consecuencia de un trauma o de una lesión cerebral. La afasia no afecta sólo al habla, afecta a todas las áreas del lenguaje expresión, comprensión, lectura y escritura. Dependiendo del tipo de Afasia nos afectará a una u otra e incluso todas las áreas.

Disfagia: dificultad o imposibilidad de tragar.

Espasticidad: Se refiere a músculos tensos y rígidos.  Los reflejos son más fuertes o exagerados. La afección puede interferir con la actividad de caminar, el movimiento o el habla.

Hemianopsia: pérdida de la mitad, o parte, del campo visual.

Heminegligencia: dificultad para percibir y procesar los estímulos externos (espacial y sensitivo). Cuando el hemisferio derecho se daña, la persona desatiende lo que pasa por su lado izquierdo.

Hemiplejía: parálisis de un lado del cuerpo causada por una lesión cerebral o de la médula espinal.

Hemiparesia: disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo.

Síndrome de enclaustramiento: (locked-in syndrome) la persona está alerta y despierta pero no puede moverse o comunicarse verbalmente debido a una completa parálisis de casi todos los músculos voluntarios en el cuerpo excepto por los ojos.

Trastorno cognitivo: trastorno mental que afecta a las funciones cognitivas, principalmente, la memoria, la percepción y la resolución de problemas. Como la amnesia, la demencia y el delírium.

Vértigo: es una sensación aparente de giro o movimiento, en la que la persona siente que gira o se mueve, o que el mundo está girando en torno a ella.

 

El tiempo, clave para recuperarse de un ictus

Según los especialistas, la recuperación depende de:

  1. El tamaño de la lesión.
  2. La zona en la que se haya producido.
  3. La velocidad de acción con que el neurólogo pueda tratar al paciente.

Así mismo, el tiempo, la intensidad adecuada y un equipo multidisciplinar durante la rehabilitación son factores clave para apreciar las mejorías.

Sean cuales sean las circunstancias, para recuperarnos de esta enfermedad, pasamos por distintas etapas.

 

Primera fase: aceptación y duelo

Pasada la sorpresa y el susto, entramos en una etapa en la que nos solemos preguntar los porqués. Es normal. De golpe, hemos perdido nuestra vida tal y como la conocíamos. De repente, nos convertimos en unos bebés dependientes.

Poco a poco descubrimos los trastornos que limitan los movimientos del cuerpo y la expresión de nuestras ideas y sentimientos. Desde leves secuelas hasta el síndrome del enclaustramiento.

Sí, suele ser doloroso para los pacientes. También es difícil para las personas que nos cuidan.

Además, estamos perdidos y no sabemos muy bien cómo proceder ni qué es lo mejor para nuestra recuperación.

Entre las recomendaciones iniciales, podemos enumerar:

1. Inclinar la cama unos 30-45 grados.

2. Al comer, llevarse bocados pequeños a la boca si no hay dificultades para tragar.

3. Tras el baño, secar muy bien las heridas y el cabello.

4. Caminar a menudo, si es posible.

5. Dormir y descansar. El ruido y la luz suelen ser muy molestos tras las cirugías.

Para mayor información mira esta guía de la Enciclopedia Médica MedilinePlus.

 

Segunda fase: volvemos a casa y ahora qué

Los médicos suelen dar una estimación del tiempo necesario para volver a llevar una vida «normal». Es decir, para recuperarse y acostumbrarse a las secuelas. En el mejor de los casos, ese proceso tarda entre seis meses a un año.

Cuando sales del hospital, te parece que un año es mucho tiempo. Pero cuando comienzas la rehabilitación, la fisioterapia y demás tratamientos, te das cuenta de que el tiempo vuela. Y sientes que no volverás a ser como antes.

A los cuatro meses y a los cinco años, suele haber una revisión con el neurocirujano. Al año, hacen una resonancia magnética con contraste, u otra prueba, para verificar que todo esté bien.

En esta etapa, buscas información en internet ya que los médicos suelen decir lo estrictamente necesario. Quieres saber por qué te ha pasado, qué hacer para recuperarte mejor, cuándo debes ir a urgencias.

A veces nos preocupa saber cómo diferenciar los dolores de cabeza y cuándo ir al médico. En general, si el dolor no se quita con analgésicos, si tienes fiebre o sangran las cicatrices, debes ir a urgencias.

En esta etapa, es muy importante el estado físico y anímico de la persona. Si ya sabes cuales son tus limitaciones, puedes ponerte pequeños retos y dividirlos en tareas.

Al comienzo cuesta. Pero poco a poco lo vas logrando, tal y como lo cuento en El Gozo de Existir.

La buena noticia es que con persistencia, paciencia y mucha determinación podemos volver a ser autónomos.

Habrá días mejores. Otros días nos sentiremos muy cansados y sin fuerzas. Cuando el cuerpo nos pida silencio y reposo, habrá que hacerle caso.

 

Asociaciones y centros de rehabilitación del daño cerebral

Esta información es para las personas que viven en España. Si vives en otro país, es recomendable que preguntes al personal médico (que te atendió o que atendió a tu familiar) cuáles son los centros de rehabilitación recomendados y las asociaciones de pacientes de referencia. Si no te responden, insiste. En Internet hay demasiada información y depurarla toma tiempo hasta dar con los centros y asociaciones más adecuados a nuestras necesidades.

APANEFA (Asociación del daño cerebral sobrevenido)

CEADAC (Centro de referencia estatal de atención al daño cerebral)

FEDACE (Federación española de daño cerebral)

SOMOS PACIENTES (Comunidad de asociaciones de pacientes)

CONVIVES Asociación sin ánimo de lucro para personas con espasticidad

 

Tercera fase: ya me siento capaz de retomar mi trabajo, mi vida

El 40% de las personas supervivientes de un ictus quedan con alguna discapacidad. Aún así, es posible reintegrarse al trabajo, aunque a otro ritmo.

Hay personas que se recuperan muy bien y sin secuelas. Muchas no quieren volver a hablar del tema.

Otras aprenden a sobrellevar las secuelas permanentes. Además, se adaptan o buscan tácticas y herramientas que hagan más fácil la realización de tareas sencillas.

A veces, el superviviente se plantea retos deportivos. Como correr una maratón, hacer el Iron Man o participar en una competición de ciclismo.

También hay quienes deciden compartir su experiencia a través del arte. Ya sea escribiendo un libro, pintando y participando en charlas.

Es esta etapa, la mayoría de las personas trata de cuidarse mejor. Porque quien ha sufrido un ictus tiene mayor riesgo de volverlo a padecer.

Uno de cada cinco afectados por ictus recae a los tres años, según la Sociedad Española de Neurología.

No obstante, esta enfermedad se puede evitar con hábitos saludables. Además, prevenir el ictus es posible si se conocen y controlan los factores de riesgo.

Recomendaciones para recuperarse de un ictus y evitar su reincidencia:

El 50% de los ictus son prevenibles, por eso ten en cuenta:

  1. Seguir una dieta saludable, rica en frutas y verduras. Baja en sal y en grasa.
  2. Hacer ejercicio con regularidad.
  3. Evitar el tabaco.
  4. Limitar el consumo de alcohol.
  5. Equilibrar los factores de riesgo personales (peso, tensión, azúcar, colesterol).
  6. Reducir el nivel de estrés.
  7. Controlar las cardiopatías, en concreto, la fibrilación auricular.
  8. Evitar el consumo de pastillas anticonceptivas.

Sabías que…

Los accidentes cerebro vasculares son la primera causa de mortalidad femenina en España. También duplica el número de muertes por cáncer de mama.

Y su aparición provoca más discapacidad y muertes prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos. Por lo cual representa el mayor gasto sanitario.

Al año, el ictus:

  1. Afecta cerca de 17 millones de personas en todo el mundo.
  2. Causa la muerte de seis millones.
  3. Es la primera causa de incapacidad.
  4. Será la epidemia del futuro, ya que según los expertos, lo sufrirán una de cada seis personas.
  5. Es la primera fuente de donantes de órganos para transplantes.

Más del 30% de las personas que sufren un ictus fallece, y el 40% de los supervivientes quedan con alguna discapacidad, según la Sociedad Española de Neurología.

Una reflexión para terminar

Si crees que la vida es una lucha y que hay que combatir la enfermedad, sentirás mucho cansancio y los altibajos de la victoria y la derrota. Pero si el enfoque bélico te funciona, allá tú.

Creo que no se trata de luchar contra el ictus, sino de superarlo como en una carrera de obstáculos de distintos tamaños y variadas dificultades.

Además, si aceptas la enfermedad como un mensaje de la vida a través del cuerpo lo llevarás mejor. Es una llamada a la humildad, a vivir el presente, a ver lo que aún no ves.

La aceptación te permite entender para qué ha sucedido. Porque todo pasa por una razón.

Cada persona decide vivir la enfermedad como un castigo o como un regalo.

Tú puedes escoger ver la dificultad como una oportunidad de aprendizaje.

Mucho ánimo tanto si te estás recuperando como si estás cuidando a un familiar dependiente.

Cuando cambias la forma en que miras, las cosas que miras cambian. – Dr. Wayne Dyer.

¿Cómo llevas tu recuperación o la de la persona que estás cuidando?

¡Gracias!

7 Ideas para sobrevivir al mobbing o acoso moral

NMParga Ojo lágrima mobbingCada vez hay más gente que sufre acoso moral y más libros especializados en este amplio tema. Pero cuando lo vives, tienes poco tiempo para leer. Por eso, aquí encontrarás las claves para sobrevivir al mobbing.

Imagina que la gente con la que pasas más tiempo te rechaza. Son tus compañeros de clase o de trabajo. Hagas lo que hagas y digas lo que digas, no encajas. Te excluyen.

Te sientes mal. No entiendes qué pasa ni por qué reaccionan así.

Otras veces no son tus compañeros sino tu jefe/a quien hace de tu día a día una misión imposible.

Te pones de los nervios y a la defensiva.

Tal vez confundes el acoso moral con el Burnout o el síndrome del quemado.

Te haces muchas preguntas. Te enfermas, te distraes y cometes fallos de puro cansancio. Pierdes tu energía creativa y te cuesta solucionar problemas cotidianos.

Llega un momento en que no quieres levantarte de la cama y el camino hacia el trabajo es una montaña rusa de la que te bajas con náuseas.

Hasta que un día, te sientes incapaz de volver allí. Vas al médico y tienes la suerte de que te da la baja.

El problema inicial para el acosado, que menciono en el primer capítulo de El Gozo de Existir, es que no es consciente de la situación hasta que es demasiado tarde.

El proceso del mobbing, o acoso laboral, es tan sutil que dudas si son sólo ideas tuyas. Se parece a la fábula de la rana y el agua hirviendo:

Si metes una rana en una olla con agua templada y la pones a calentar, la rana no se da cuenta de que la temperatura está aumentando y muere cocida. En cambio, si echas una rana en una olla con agua hirviendo, el animal saltará de inmediato.

El mobbing es un proceso que suele pasar desapercibido. Es una muerte lenta. Pero si lo detectas a tiempo puedes superarlo y revertirlo.

7 Ideas para sobrevivir al mobbing o acoso moral:

1. Presta atención e identifica la situación

El camino para llegar al pozo del desánimo es largo. Todo empieza con una falta de respeto, sea en forma de broma, comentario, gesto.

Después viene la manipulación, las falsas acusaciones, los rumores, la exclusión de forma repetitiva y disimulada. Para terminar con una muy variada serie de estrategias que te dejan sin trabajo y con problemas de salud.

Infórmate, trata de entender por qué te están acosando, con qué tipo de acosador te enfrentas, qué tipo de registros y pruebas necesitas para probar la situación de acoso, qué medidas de protección de riesgos laborales hay en tu empresa.

Más abajo te dejo los nombres de los expertos por si quieres leer alguno de sus libros.

2. Recuerda que eres inocente

Los antropólogos han detectado que el mecanismo del chivo expiatorio, en muchos grupos humanos en crisis, sucede de forma espontánea. Cuando hay conflictos, una persona termina «pagando los platos rotos» de los demás, y todos tan contentos.

Ser inocente te libera de la culpa pero no de la responsabilidad. Eres responsable de tu bienestar, de tu salud física y mental.

Cuando vives a una situación de acoso, debes sacar la fuerza interior para afrontar el aspecto depredador de la naturaleza humana.

En el mundo animal, hay tres posibilidades: luchas, huyes o te dejas aniquilar.

Los seres humanos que mejor se recuperan de los traumas, son aquellos que actúan para liberarse del miedo y salir de la situación.

3. Busca apoyo

Lo mejor es que busques apoyo psicológico para trabajar tu autoestima. Para que aprendas a responder a los ataques de manera efectiva y asertiva. Para que te recuperes más rápido una vez solucionado el conflicto.

No sirve cualquier psicólogo. Un especialista en acoso, con un enfoque cognitivo conductual te puede ayudar mejor. O la terapia EMDR.

También necesitas el apoyo de tu pareja, de tu familia, de tus amigos, de algunos de tus compañeros. Identifica quién está de tu lado.

Para sobrevivir necesitas personas que te apoyen estés donde estés. Los agresores escogen a los que consideran menos respaldados por su condición, edad, procedencia.

Inspírate en el método KIVA. En muchos casos, los espectadores piensan que lo que pasa es normal, incluso divertido, aunque tengan una opinión subyacente diferente. Lo que se pretende hacer a través del método es influir en dichos espectadores para que no participen indirectamente en el acoso.

4. Aprende a poner límites 

Poner límites es esencial para detener la intensidad de las agresiones. Recuerda que el agua se está calentando y va a hervir.

Los expertos dicen que en el fondo todos los agresores son unos cobardes. 

Así que sé firme y hazte respetar, de forma educada. Protege tu espacio personal.

Rechaza las obligaciones y responsabilidades que no te corresponden. 

Aclara los malos entendidos, solicitando aclaraciones sobre las acusaciones generales con detalles específicos. A veces es mejor hacerlo por escrito.

Recuerda: necesitas pruebas y testigos.

5. Reconoce y evita la manipulación

Si tu primer impulso es decir que no y luego te dejas convencer, puede que te estén manipulando.

Los manipuladores se valen de muchas tácticas como la simplificación, la generalización, la exageración, la transposición, la orquestación, la confusión, el veto, la coacción.

Ante estas tácticas, existen técnicas para neutralizar la manipulación. Por ejemplo:

1. Tómate tu tiempo para dar una respuesta con un «me lo voy a pensar».

2. Sé firme y ten en cuenta que la otra persona puede usar la ira, la vergüenza, la culpa para obtener lo que quiere.

3. Aprende a decir que no sin dar explicaciones.

4. Potencia la táctica opuesta para defenderte. Ante la simplificación, detalla. Cuando haya generalización, especifica. Disminuye el efecto de las exageraciones. Ante la confusión, aclara la información y las dudas. Si quieren que desaparezcas, hazte visible de manera positiva.

6. Equilibra la balanza

Se trata de potenciar el efecto contrario. Piensa cómo desarrollar una cualidad opuesta a un defecto.

Le envidia del otro disminuye con tu generosidad. Su rabia disminuye con tu calma. Tu presencia y participación hacen contrapeso a la exclusión. Sus mentiras se desvanecen con tu verdad. El odio desaparece cuando hay amor.

Para neutralizar el aniquilamiento del acoso necesitas ganar más presencia física e intelectual en reuniones, eventos, proyectos e iniciativas, afirma Iñaki Piñuel, psicólogo especialista en acoso y profesor en la Universidad de Alcalá.

Concentra tu energía en lo que quieres conseguir. De esta manera el defecto morirá de inanición y la cualidad opuesta nacerá y se fortalecerá cada vez que intentes llevarla a la práctica.

Para equilibrarse, la balanza necesita tu perdón. Esto no significa que te dejes lastimar, sino que te liberes de rencores y pongas límites. Perdonar eso soltar todo eso que te pesa. Es un regalo que te haces a ti mismo.

7. Piensa en qué podrías cambiar

Si ya te ha pasado, la idea es que no se vuelva a repetir en otro sitio y con otra gente.

Es una ley de vida: si no aprendes la lección, vuelves a tropezar con la misma piedra.

Cuando el patrón se te repite a ti, significa que algo debes cambiar en ti para que no te vuelva a pasar. Significa que debes ir hasta la causa para limpiar el origen.

La situación que vives o las personas que te rodean son un espejo que te muestra algo de lo que no eres consciente. Lo que no quieres ver ni escuchar.

Piénsalo, pregúntatelo.

La llave del conocimiento se basa en hacerse preguntas formuladas correctamente. Estas preguntas nacen de la curiosidad a cerca de lo que hay detrás de la evidencia, de la apariencia.

Además, los expertos calculan que un 2% de la población es psicópata. Muchos de ellos están en puestos directivos. Es una realidad y a veces nos topamos con ella.

Nuestra vida moderna actual, redefinida por el neoliberalismo, no sólo favorece la proliferación de una nueva clase de verdugos laborales sino que también nos encarcela en un sistema mental en el que el trabajo es sinónimo de realización personal. Lo que nos lleva a explotarnos a nosotros mismos hasta el colapso. -Byung-Chul Han, filósofo.

Pregúntate si eres tu propio verdugo y si vas de camino al colapso.

Los expertos

En los años sesenta, el psicólogo y profesor Heinz Leymann identificó un comportamiento hostil tanto en escuelas como en lugares de trabajo. Fue el primer investigador y divulgador de este tema en Europa.

Marie-France HirigoyenIñaki Piñuel, describen con claridad, en sus numerosos libros, las características comunes de los acosados y los perfiles de los acosadores, así como las distintas formas de acoso que se pueden presentar y sus causas.

Los dos autores tienen más de una decena de libros sobre acoso moral, en el trabajo, en la vida cotidiana, en la relación de pareja.

+ Si estás en Madrid puedes pedir ayuda e información a asociaciones especializadas en el acoso laboral:

Asociación PRIDICAM, web.

Asociación Impulsando el cambio, una iniciativa de Laura Quiun, web.

JUPSIN, plataforma contra el acoso, web.

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CaperucitaRojaV2Espero que estas 7 ideas para sobrevivir al mobbing te sean útiles.

Me encantaría que compartieras en los comentarios alguna otra clave para afrontar el acoso moral.

¡Gracias!

Dos testimonios inspiradores para el día mundial del ictus

Dia mundial del ictusTodo ictus es traumático para quien lo sufre y para sus familiares. Sin embargo, hay quienes logran convertir esta experiencia dolorosa en aprendizaje y en crecimiento. Para conmemorar el día mundial del ictus, comparto los testimonios inspiradores de dos supervivientes. Dos mujeres que tuvieron una hemorragia en el hemisferio izquierdo a los 37 años.

A veces la vida nos da sorpresas en forma de shock

Estaba sola en el baño del restaurante italiano cerca de casa. Cuando sentí como si me estuvieran clavando puñales en la cabeza. El dolor era intenso, asfixiante y cegador. La oscuridad me tragaba y pensé: tengo que pedir ayuda, tengo que salir de aquí.

Logré abrir la puerta del cubículo del váter y vi mi reflejo en el espejo. Vi el jersey verde que me gustaba tanto y unos vaqueros grises. Apoyé mis manos en el lavamanos intentando respirar y juntar fuerzas para salir del baño. Sentía que me iba a caer. Fragmento de El Gozo de Existir.

No recuerdo cómo logré bajar todas las escaleras para pedir ayuda, antes de desmayarme. Nunca me había sentido así.

No se me ocurrió pensar que estaba teniendo un ictus. La sangre inundaba mi cerebro a gran velocidad. Fue todo tan rápido que no me di cuenta de que me estaba muriendo.

Tres días después, cuando me desperté del coma, confundida y adolorida, no sabía en dónde estaba. Iba y venía del limbo, del silencio de la mente anestesiada. Quería escapar del dolor del sonido y de la luz. Me sentía como un globo que flotaba atado a una jaula.

Tardé más de diez días en recuperar la memoria a corto plazo. Allí, en la cama del Hospital 12 de Octubre. Y cuando tomé consciencia de lo que me había sucedido, lloré agradecida porque seguía viva.

Había estado a punto de morir pero seguía viva y aunque no podía moverme, quería comerme el mundo. Deseaba aprovechar al máximo cada segundo de esta segunda oportunidad, de este hermoso regalo.

El amor, la energía maravillosa que todo lo une, me había salvado una vez más.

El gozo de existir

Ya había vivido «momentos de eternidad». Esos flashes en los que el ser se instala en la dicha del instante presente. Sin embargo, después de la segunda cirugía viví una experiencia mística. Que otros llamarían nirvana u orgasmo cósmico.

ManosNirvanaNo sé cuánto tiempo pasó. Al abrir los ojos vi un agujero negro allí en donde había estado ese médico. Sentí que mi energía atravesaba ese agujero. Más que un túnel era como una membrana que daba paso a otra dimensión, con una presión distinta. Como cuando te sumerges lentamente en una piscina.

Al atravesar la membrana el ruido, el frío y el dolor desaparecieron. Al mismo tiempo que mi ser, desprovisto de mi percepción individual, se expandía, libre como un gas en la inmensa oscuridad sin forma, en el júbilo infinito. A lo lejos, muy lejos, veía puntos de luz.

Me fusionaba en una mezcla de paz, amor, bienestar y un inmenso gozo de existir… éxtasis. Me hubiera gustado quedarme allí para siempre. En esa unión con el todo. En ese encuentro con la naturaleza más profunda de mí misma. Fragmento de El Gozo de Existir.

No era como salir del útero. Todo lo contrario, era la vuelta a la fuente, al origen. Y cuando conectas con lo más profundo de tu naturaleza, confías. Y al confiar dejas de temerle a la muerte.

Hay personas que llegan a este estado maravilloso gracias a la meditación. Así que todos podemos lograrlo, si queremos, claro.

Jill Bolte-Taylor: un derrame de lucidez

Una hemorragia cerebral puede ser un derrame de luz. Así lo explica Jill Bolte-Taylor en su libro «A stroke of Insight» (Un derrame de lucidez). Esta neurocientífica americana sufrió una hemorragia cerebral en su hemisferio izquierdo cuando tenía 37 años. Durante cuatro horas fue testigo del deterioro de su cerebro y sobrevivió para contarlo. Tardó ocho años en recuperarse.

Su presentación en TED es maravillosa. Este es un fragmento de su mensaje:

Cuando desperté, me sorprendí de seguir viva. Sentía mucho dolor. La luz quemaba mi cerebro. Los sonidos eran tan fuertes y caóticos que no podía distinguir las voces del fondo y quería escapar. No podía identificar la posición de mi cuerpo en el espacio. Me sentía enorme y expansiva. Como un genio liberado de su botella. Mi espíritu navegaba en un mar de euforia silenciosa.

Y pensé: Nirvana. Encontré el nirvana […] Si sigo viva y encontré el nirvana, cualquier persona que esté viva puede hacerlo. Imaginé un mundo lleno de gente bella, pacífica, compasiva. Personas que sabían que podían visitar este espacio en cualquier momento. Y que podían escoger dar un paso del hemisferio izquierdo hacia su paz en el hemisferio derecho. […] Qué tremendo regalo puede ser esta experiencia, qué derrame de iluminación puede significar a la forma como vivimos nuestras vidas. Saber que en cada momento podemos escoger cómo queremos ser y estar aquí, ahora.

 

Así que…

Estar al borde de la muerte y vivir para contarlo, duele mucho, pero es todo un regalo.

Depende de cómo lo mires.

Porque no podemos cambiar lo sucedido, pero sí la forma como lo vivimos y lo recordamos.

Así como lo hicieron estas dos mujeres de 37 años. Ambas con hemorragias en el hemisferio izquierdo.

Y algo más en común: la esperanza de un mundo mejor gracias a la experiencia del nirvana.

Una tardó 8 años en recuperarse. La otra tiene aún tiene secuelas. Nadie ha dicho que sea fácil.

Entonces, aceptemos que la vida es cambio.

Dejemos ir al que fuimos, porque nunca seremos los mismos.

Mucho ánimo si te estás recuperando de una enfermedad. Ella es un mensaje de tu cuerpo para que sanes (parafraseando a Carl G. Jung).

Espero que te hayan inspirado estos testimonios para conmemorar el día mundial del ictus.

Y gracias por compartir.